Los que apuestan a una salida del cepo para este año esperan que baje la inflación
Edición Impresa | 11 de Agosto de 2024 | 02:43

En los últimos días parece haber crecido la confianza en que el Gobierno de Javier Milei levantará el cepo cambiario antes de fin de año. El dato sorprende, teniendo en cuenta el derrumbe de los mercados del lunes, que no afectó más a la Argentina simplemente porque el país mantiene las restricciones cambiarias, como aceptan en el Gobierno.
Pero referentes de bancos de inversión y asesores cercanos a grandes empresas ratifican que existe la expectativa de que la gestión libertaria finalmente decida terminar con el cepo antes de que arranque el 2025.
Uno de los economistas más escuchados por el círculo rojo, el exviceminstro de Economía Orlando Ferreres, afirmó que “la unificación cambiaria ocurriría hacia fin de año y eso es lo que nos da un crecimiento económico del 3% para el año que viene”. En esta misma línea agregó: “Estamos viendo que para todo el conjunto de dólares la unificación será en 1.500 pesos por dólar”. Este tipo de cambio, “también va a ser arrastrado por la inflación, que estimamos va a ser del 30% para el año que viene por lo que, va a tener que irse corrigiendo el tipo de cambio promedio que tengamos el año que viene en alguna medida y no quedar en un solo número todo el año”.
El tema es clave para que se destraben finalmente inversiones de alto calibre en los sectores de energía y minería. Pero entonces, ¿no alcanza con el régimen de incentivo RIGI? Sí y no, responden cerca de los grandes capitales. Y admiten que estarían más tranquilos si al RIGI, que califican de una muy buena ley, se le suma el final de las restricciones cambiarias, que brinde garantías totales de que las regalías en dólares se podrán retirar del país sin trámite alguno.
Esta perspectiva puede sumar una encrucijada a un gobierno que viene tratando de ser cauteloso en cuanto al levantamiento del cepo cambiario. “Vamos a ser prudentes para que no se lleven puestos a 47 millones de argentinos”, explicó Milei en una declaración reciente. El mismo argumento utiliza el ministro de Economía, Luis Caputo, quien considera que el levantamiento debe ser por etapas y seguramente después de obtener fondos frescos del FMI y de bancos internacionales.
El ministro de Economía, Luis Caputo, planteó también el objetivo de eliminar el cepo del dólar, que viene mostrando algunas flexibilizaciones pero que aún se mantiene en el grueso de las operaciones y es uno de los elementos que los empresarios anotan como dificultosos para atraer inversiones.
Caputo reiteró que se levantará “cuando estén dadas las condiciones macroeconómicas” y aseguró que la inflación va a continuar en el sendero descendiente que registró en los últimos meses.
Milei dijo que para levantar el cepo había que terminar con los pasivos remunerados, lo cual ya se cumplió, y terminar con los puts (los seguros de canje de bonos), que aún no se pudo cerrar por completo tras el flojo canje de la semana pasada.
A esto se suma un dato clave: que haya una convergencia de la inflación con la de devaluación en un entorno cercano a cero mensual. La expectativa del equipo económico es ir hacia inflación cero en octubre o noviembre.
Desde el exterior, los bancos de inversión hacen sus apuestas y creen que aún hay chances de dejar de lado las restricciones cambiarias antes de fin de año. El jefe de Economía para Latinoamérica de Morgan Stanley, Fernando Sedano, dijo que esperan una posible unificación cambiaria para fin de año, aunque reconoció que lo más probable es que quede algo de gradualidad del cepo, según Iprofesional.
Además, consideró que semejante medida debería estar acompañada por un programa de financiamiento que le de más certezas a los inversores sobre el pago de la deuda. “Sería ideal que al mismo tiempo se anuncie un paquete de programas de financiamiento con organismos internacionales, que incluya préstamos de organismos multilaterales de crédito y un acuerdo con el FMI”, dijo Sedano.
Los bancos de inversión como JP Morgan y Goldman Sachs señalan que una baja de la inflación sería un elemento clave para poder pensar en ir sacando las restricciones cambiarias.
Recuerdan que en el cuarto trimestre de este año se espera que haya un mayor ingreso de dólares producto del blanqueo de capitales y del pago anticipado de Bienes Personales, lo que podría comprimir la brecha cambiaria, que ronda el 40%.
Incluso, los reportes de esas entidades estiman baja probabilidad de recesión los Estados Unidos al menos hasta el 2026, a pesar de los reportes sobre una menor creación de empleo.
Para el director de Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA), Claudio Zuchovicki, hay altas posibilidades de que el cepo se elimine este mismo año. “Es importante que la ansiedad no nos mate, aunque la demora también nos puede matar”, advirtió. En ese sentido, los analistas creen que será clave el timming que tenga el equipo económico para definir cuándo será más oportuno tomar la medida.
Para el Gobierno, el dólar CCL “convergerá con el oficial” y eso permitirá una salida del cepo “más sencilla”. Pero hasta ahora ese horizonte no aparece, en parte porque, para el mercado, el precio del dólar en el MULC está retrasado.
Los analistas coinciden además en que será clave secar la plaza de pesos, como busca el Gobierno, para tomar la decisión de liberar el tipo de cambio. Y por supuesto mantener el equilibrio de las cuentas públicas, lo cual se perdió en julio tras el pago de deuda, aunque aún no se sabe la magnitud de ese rojo.
Para cerrar, Zuchovicki dijo que es esencial para el Gobierno que baje el riesgo país “abruptamente” ya que “en algún momento del año que viene van a tener que renovar la deuda y a esta tasa no se pueden endeudar, con lo cual está tan ansioso como nosotros en que esto le salga bien”.
Entre los economistas también existe expectativa en que termine el cepo. Ricardo Arriazu estimó que hacia fin de año se podría levantar siempre que el Gobierno cumpla con algunas condiciones como el mantenimiento de las reglas de juego. Arriazu sugirió también “no dejarse llevar por cantos de sirena, ni pensar que devaluando resuelvo todos los problemas argentinos”.
Incluso, dijo que si bien “todavía no estamos en condiciones de abrir el cepo, pero si seguimos por este camino hacia fin de año, el Banco Central podrá acumular la compra de otros u$s15.000 millones, y en ese momento se podrá levantar”. Explicó que una de las claves está en bajar el “costo argentino”.
También recomendó conformar “fondos anticíclicos, como el que tiene Chile”, para evitar las crisis periódicas en la Argentina.
El Gobierno considera además que otro factor clave para levantar el cepo está vinculado con la baja en las deudas con los importadores. Según el equipo económico, ya se otorgan el 80% de las necesidades para las compras al exterior. El Banco Central ya flexibilizó los controles para importadores, exportadores y personas que recibieron ayuda estatal durante la pandemia o son beneficiarios de subsidios.
Para la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel, existe consenso de que hay que salir del cepo, pero se mantiene el desacuerdo sobre cómo y cuándo hacerlo. “Mantener el cepo tiene costos, porque hay inversiones que no vienen a la espera de que sepan si van a poder sacar los dólares y pagar dividendos. Mientras se mantiene el cepo, además sigue la incertidumbre respecto de lo que puede pasar con la inflación una vez que se unifique el tipo de cambio”, agregaron.
Este tema está siendo analizado con lupa por grandes compañías internacionales de minería y energía. Compañías mineras globales prevén invertir unos u$s 10.000 millones para la extracción de minerales en la provincia de Salta, tras la aprobación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
Pese al temblor global, hay bancos y empresas top que creen que el cepo se levantará a fin de año.
Christel Bories, CEO del gigante minero francés Eramet, explicó que la aprobación “está sujeta a los permisos de la provincia y la aplicación del RIGI. Queremos saber las condiciones por las que sería elegible en términos fiscales y económicos, y cómo será el entorno de negocio”.
Pero también explicó que “más allá de la oportunidad de los recursos y el talento, los inversores quieren tener seguridad de que van a poder repatriar las divisas. Es clave para tomar la decisión”. Aludió obviamente a las restricciones cambiarias, que también las grandes empresas observan con detenimiento. Es muy difícil convencer a los accionistas de venir a la Argentina mientras se mantenga el cepo.
La expectativa respecto del fin del cepo se observa en la cobertura cambiaria que demandan los inversores, pero también en las mesas de análisis de consultoras y Alyc. Descreen que el crawling peg de 2% se mantenga hasta fin de año. Según analistas de Delphos Investments, los títulos dólar linked descuentan una devaluación del 60% hacia marzo de 2025, mientras que, si se mantiene el crawling peg, la devaluación sería del 17%.
Más allá de que los dólar linked no muestren explícitamente la devaluación esperada, marcan la disposición que tienen los inversores y las empresas a cubrirse ante tal escenario que ven más probable en el segundo semestre y en el primer trimestre de 2025.
Pero no sólo los inversores están viendo esto. En proyecciones de las consultoras comenzó a asomar la posibilidad de una unificación cambiaria en diciembre de este año.
Caputo reiteró que el cepo se levantará “cuando estén dadas las condiciones”
Por caso, en los cálculos que presentan a sus clientes muchos Alyc han cambiado sus estimaciones en los últimos días y ahora esperan que la unificación cambiaria se haga más temprano que tarde, con un salto discreto del tipo de cambio, que en algunos cálculos llega al 40%, dado el exiguo nivel de reservas y la señal explícitas que brindó el BCRA la semana pasada con la implementación de flexibilizaciones “con el objetivo final de la eliminación total de todas las restricciones”.
“Hemos cambiado nuestro escenario base. Vemos un escenario de ajuste cambiario un poco antes de lo que estimábamos antes, lo esperábamos más para diciembre”, señaló Martín Polo, economista de Cohen. “Es más probable que el Gobierno haga un ajuste cambiario a principios del cuarto trimestre. Sería contraproducente que siga esperando, que cierre la brecha en ese entonces. Vemos un escenario de apertura del cepo antes de lo estimado”, indicó.
No obstante, desde la consultora LCG advierten que “liberar todas las restricciones, en el contexto actual de ausencia de reservas, podría tener un impacto auspicioso en lo inmediato, pero en un escenario turbulento el Gobierno se quedaría sin herramientas para poder controlar una corrida, dado que las tasas de interés no suelen ser instrumentos eficaces en esos momentos”.
En el cuarto trimestre de este año se espera que haya un mayor ingreso de dólares
Pero todos admiten que la gran desventaja de las restricciones cambiarias es que pisan la actividad y generan menos inversión. El ministro Caputo prometió sacarles el pie de la cabeza a los productores agropecuarios, en alusión a la rebaja de impuestos y el fin de las restricciones cambiarias.
Aunque en Economía son muy cautelosos. Si en algún momento se toma la decisión se esperará hasta ultimísimo momento para anunciarla, para evitar especulaciones.
Por ahora, el cepo cumplió su función en el marco de la crisis del “lunes negro”. “La sacamos bastante barata porque el país está blindado gracias al cepo cambiario”, explicó el economista Luis Palma Cané. Y lanzó una ironía: “Ahora parece que el cepo es la bendición de Dios”. Habrá que ver hasta cuándo el Gobierno considera necesario contar con esa “bendición”. Los próximos meses de negociaciones con el FMI y bancos internacionales serán decisivos.
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