VIDEO. Estudiantes fue una sombra, cayó ante el Rojo y sumó algunas dudas
Edición Impresa | 12 de Agosto de 2024 | 02:36

Por FERNANDO ALEGRE
Estudiantes necesitaba aprovechar una fecha que, en la previa, se venía jugando de acuerdo a su conveniencia. El empate de Huracán en cancha de River y el de Unión frente a Belgrano en Córdoba, le preparaban al Pincha un terreno fértil a aprovechar ante un Independiente que llegaba de capa caída y con serios cuestionamientos para el ciclo de Julio Vaccari.
Sin embargo, nada de eso sucedió. Los dirigidos por Eduardo Domínguez fueron una sombra de lo que venían siendo y el Rojo sacó una página del libreto de la historia de Estudiantes para propinarle un duro e inesperado 2 a 0.
Kevin Lomónaco y Gabriel Ávalos, ambos de cabeza tras sendos córners, fueron los encargados de enmudecer un Jorge Luis Hirschi que espera encontrar la continuidad de lo hecho ante Gimnasia en el clásico y frente a Newell´s en Rosario.
Caras largas para un estudiantes que jugó muy mal y cayó bien ante un Independiente que no hizo demasiado ayer en Uno / Fotobaires
Lo cierto es que al León le costó en todos los sectores del campo de juego. En la defensa mostró muchísimas dudas y echó por tierra con esa seguridad y solidez que arrastraba.
En el medio le faltó cambio de ritmo para romper líneas y profundizar ante un Rojo de Avellaneda siempre bien parado.
Y en el ataque, nunca pudo llegar peligro al arco defendido por Rodrigo Rey, más allá de los intentos finales de Edwuin Cetré, quien ingresó en el complemento y, a fuerza de velocidad e individualidad, le sumó algo que el local no tuvo en la etapa inicial.
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Todo comenzó con un trámite muy parejo, cortado y sin espacios. Independiente se refugió siempre bien en una última línea de cuatro defensores que por momentos se hacían cinco, y complicaban sobremanera cualquier intento de un León al que le faltó voracidad y que se lamentó de la ausencia de claridad de hombres como Tiago Palacios.
Apenas algún desborde de Eric Meza, que no termina de llenar los casilleros que sí hacían tanto Leonardo Godoy como Eros Mancuso, y no mucho más para un Estudiantes apagado, que se repitió en los errores al salir del fondo desde los pies tanto de Luciano Lollo como de Facundo Rodríguez.
Así, el Rojo se fue animando cada vez más, pero también sin lograr ser profundo, aunque con mayor avance en el terreno que un local que levantaba al público desde la entrega de Santiago Ascacibar y el despliegue de Luciano Giménez.
De esta manera, y tras un córner más servido por parte de Estudiantes que buscado por el rival, Lomónaco ganó la posición y puso el 1 a 0 a los 34 minutos de la primera mitad. Un baldazo de agua más fría que la noche para un equipo de Domínguez que no se esperaba algo así ante un Independiente que llegaba de capa caída.
El golpe congeló por completo los últimos minutos del León en una primera mitad en la que ninguno de los dos hizo demasiado. No obstante, el rival estuvo certero desde la pelota parada y lastimó con la medicina que suele ser arma habitual pincharrata.
Para el complemento, Domínguez movió rápido el banco y mandó a la cancha a Santiago Arzamendia y a Edwuin Cetré. Los dos Benedetti fueron los que se quedaron en el vestuario.
A partir del ingreso del colombiano, el Pincha mostró algo de lo que carecía, la velocidad y el mano a mano. Pese a esto, la falta de claridad siguió siendo una constante de la cual nunca se pudo desprender.
Así las cosas, los minutos fueron corriendo con un Independiente que se fue enamorando cada vez más de la ventaja y que a su vez fue dejando menos y menos espacios para un León que no los encontraba.
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Para colmo, a los 17 minutos, los de Vaccari repitieron receta. Córner desde la derecha, Ávalos se elevó más que todos y un 2 a 0 que congeló por completo a todo Estudiantes.
Demasiado premio para un Independiente que no había hecho mucho, es cierto. Pero justo castigo para un Pincha que se durmió en defensa y que sólo se había aproximado con el deseo del Ruso, el trabajo de Giménez para el resto del equipo y la frescura del mencionado Cetré.
Lo cierto es que a Domínguez y los suyos le faltó todo lo que mostró en aquel gran segundo tiempo ante Gimnasia y que repitió en su visita a Newell´s en Rosario.
A falta de diez minutos para el cierre, Estudiantes coronó una de esas noches para el olvido con una pésima noticia. Ascacibar fue fuerte abajo y Zunino, de irregular tarea, le mostró la segunda amarilla y la equivalente roja.
El Pincha jugó muy mal, perdió 2 a 0 ante un Independiente que llegaba a UNO de capa caída y frenó un envión que podría haberlo dejado entre los líderes.
Para colmo de males, ahora deberá ir a buscar la recuperación a un escenario complejo como Tucumán y sin su emblema y capitán.
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