Más alertas sobre una brusca caída en la venta de medicamentos
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2024 | 02:46

Hace pocas semanas directivos del Colegio de Farmacéuticos platense habían advertido sobre una drástica caída en la venta de medicamentos en nuestra ciudad y ahora esa referencia, pero válida para la órbita nacional, acaba de ser refrendada y actualizada por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), al señalar que la baja anual entre 2023 y este año llega al 9 por ciento.
Tal como se señaló ayer en este diario, los medicamentos se suman a la canasta de productos que tienen cada vez menos ventas. Sin embargo, al tratarse de un bien social, y no de consumo en sí, la disminución en la dispensa de distintas especialidades, incluso los que son destinados a tratamientos crónicos, hace que se enciendan luces de alerta, porque significa que hay tratamientos que se están interrumpiendo.
Se añadió que, a la vez que se registra la baja en la venta de medicamento, también se han registrado subas de tres dígitos en los precios, situación que generó un crecimiento en la facturación, pero a su vez provoca que los pacientes limiten sus compras o directamente no las realicen.
El incesante aumento de los precios de los productos médicos y la caída en la población de su poder adquisitivo, son fenómenos que afectan especialmente a quienes no tienen obras sociales, pero también a quienes las tienen y que ven con inquietud cómo se vienen reduciendo las coberturas de manera incesante, como ocurre en el cso de IOMA y del Pami, entre otras, aunque las dos nombradas son las de mayor predicamento.
Hace pocas jornadas desde el Colegio de Farmacéuticos platense se señaló que hubo baja más pronunciada en medicamentos de venta libre por sobre los medicamentos de tratamientos crónicos.
En el caso de los tratamientos crónicos, “se buscan alternativas, mediante los genéricos, de menor valor, un poco más baratos, para que el paciente pueda mantener el tratamiento”, afirmaron.
Mientras tanto desde COFA se dijo anteayer que la baja anual de dispensa de medicamentos tuvo un 9 por ciento en general que, en el caso de los medicamentos para cuadros cardiovasculares llegaron al 4 por ciento anual. “Esta disminución es importante porque se trata de un bien social que afecta a la salud. No es un elemento de consumo más”, afirmaron.
Resulta penoso que los medicamentos se hayan convertido en productos demasiado caros para el ingreso promedio de los habitantes, así se hable de personas afiliadas a una obra social y, mucho más, de quienes no cuentan con una mutual que les haga accesible la compra de remedios.
El derecho a la salud no puede verse retaceado y es aquí debiera verse la presencia del Estado, en su rol de garante de que toda la población pueda acceder a los medicamentos, extremando esfuerzos en la búsqueda de acuerdos.
Son las autoridades sanitarias las que deben negociar con los operadores de salud para encontrarle una salida al problema.
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