Una sombra larga y oscura
Edición Impresa | 1 de Septiembre de 2024 | 02:55

De un modo lento y silencioso, aunque incansable, un sector viene trabajando en la idea de que es necesario “distinguir entre personas con tendencias pedófilas que no han participado en conductas dañinas, de aquellas clasificadas como delincuentes sexuales”.
Así lo plantea el libro “una sombra larga y oscura: las personas atraídas por menores y su búsqueda de la dignidad” (A long dark shadow, su título en inglés), de Allyn Walker, una profesora adjunta de Sociología y Justicia Penal en la Universidad Old Dominion. La primera edición la publicó la University of California Press en junio de 2021 como investigación doctoral de Walker, quien entrevistó a 42 pedófilos que afirmaron no haber actuado físicamente según sus impulsos sexuales hacia menores, aunque algunos admitieron haber consumido imágenes de niños en situación de abuso.
En Argentina, los dichos del periodista Ernesto Tenembaum generaron en 2018 una fuerte polémica, cuando en su programa de radio consideró que consumir ese tipo de material “no es delito”. Sucedió luego de la detención de un actor de Glee por posesión de esas imágenes.
“Yo hago una pregunta... ¿cuál es el problema de tener pornografía infantil? Pregunto porque la pornografía es una fantasía... quizás espantosa pero el tipo no comete ningún delito, no le hace mal a nadie”, dijo Tenembaum.
Tamara Pettinato le retrucó “¿vos me estás jodiendo?” y otro compañero agregó “estás tirando tu carrera abajo en minutos”, pero el periodista insistió: “Repito que me parece una fantasía espantosa pero no veo el delito. El que lo comete es el que saca la foto”.
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