Boselli se quedó con las ganas en un Pincha que no encuentra solidez

Más allá de la expectativa que había generado su incorporación y la chance de sumar minutos ayer en Córdoba, finalmente Juan Sebastián Boselli debió conformarse con su primera convocatoria y la consecuente inclusión en el banco de los relevos.

Dentro de un equipo que sigue sin encontrar la solidez que supo tener tiempo atrás, Eduardo Domínguez prefirió optar por la dupla central compuesta por Federico Fernández y Luciano Lollo. Y ante un Talleres que tampoco atraviesa su mejor versión futbolística, los suyos volvieron a caer, y ante un rival que realmente hizo poco.

El gol de Rubén Botta, que desnudó un mundo de distracciones en el León, con Edwuin Cetré y Gastón Benedetti como partícipes necesarios, le dio la ventaja a un elenco local que nunca la puso en juego. Ni por errores propios ni por aproximaciones de un Estudiantes sin cambio de ritmo ni precisión.

Al Pincha, hoy por hoy, le falta en todas sus líneas. De mitad de cancha para atrás, sector para el que sumó bastante en el último mercado de pases, Facundo Rodríguez está muy lejos del nivel que alcanzó Zaid Romero y Eric Meza otro tanto no sólo de Eros Mancuso, sino también de Leonardo Godoy.

La buena noticia para Domínguez y su cuerpo técnico aparece en la esperanza del mencionado Boselli, quien intentará aportarle sangre joven y velocidad a un once que en el sector defensivo la necesita.

Si bien la forma de su incorporación (a préstamo sin opción) generó alguna polémica en los hinchas albirrojos, desde el club dejaron en claro que ante una venta a futuro, le quedará un 10% de la misma a modo de reconocimiento por parte de River, dueño de su ficha.

Ahora, con tiempo de sobra hasta el próximo cotejo oficial debido al parate por fecha FIFA, el uruguayo intentará ganarse ese lugar que hoy por hoy parece estar vacante.

Nada es seguro en esta actualidad de Estudiantes que necesita reconstruirse y que no encuentra las formas de hacerlo en ningún sector de la cancha.

HACE SEIS PARTIDOS QUE NO DEJA SU ARCO EN CERO

Un dato que grafica lo que está atravesando el equipo de Domínguez se explica desde lo defensivo. A Estudiantes volvieron a convertirle, algo que se ha hecho moneda corriente en el último tiempo.

El Pincha no deja su valla invicta desde aquel empate sin goles ante Huracán en el Tomás Adolfo Ducó por la fecha 7 de la actual Liga Profesional. Tras aquel partido, le convirtieron en las goleadas ante Gimnasia y Newell´s, ambas por 4-1; en las dos caídas consecutivas, ante Independiente y Atlético Tucumán por 2-0; en la igualdad con Boca por 1 a 1; y en el cruce de ayer en Córdoba.

Además, si uno toma todos los encuentros oficiales del actual certamen doméstico, Estudiantes apenas dejó su arco invicto en cuatro oportunidades.

Las primeras dos jornadas, con triunfos ante Tigre en Victoria (1-0) y ante Deportivo Riestra en UNO (2-0), y los empates consecutivos de las fechas 6 y 7, ante Unión en el Jorge Luis Hirschi, y el ya mencionado 0 a 0 ante Huracán en condición de visitante.

En materia ofensiva la cosa no está mejor. El León gritó sólo 14 goles en 13 jornadas. Sin embargo, 8 llegaron en las mencionadas goleadas ante el rival de toda la vida y frente a la Lepra. En los otros 11 cruces, el Pincha pudo convertir apenas 6 y en una única oportunidad lo hizo por duplicado, en ese 2 a 0 ante el Malevo.

Todos síntomas que dejan en claro el momento de un equipo que sumó apenas un punto de los últimos 12.