Vacaciones 2025: los números de la temporada que se viene
Edición Impresa | 22 de Septiembre de 2024 | 02:33

Arrancó la primavera, se vienen la recta final del año y todas sus actividades rutinarias, y con la llegada del calor las familias empiezan a fantasear con sus próximas vacaciones. Las preguntas son siempre parecidas: ¿Mar o montañas? ¿Argentina o el exterior? ¿Escapadas de fin de semana o una estadía larga en algún destino? Entre los operadores turísticos, en principio -la realidad, por ahora, lo pone entre signos de interrogación- se espera que la actualización de tarifas sea menor a la de la temporada pasada, en sintonía con la desaceleración del costo de vida que, según el último relevamiento oficial de expectativas de mercado (REM), se estima en torno al 122 por ciento para todo 2024.
Cuando faltan menos de tres meses para el puntapié inicial de la temporada de verano, tradicionalmente el 15 de diciembre próximo, ya empiezan a asomar algunas cifras, en un contexto de marcado hermetismo dado que buena parte de los propietarios y empresarios “tantean” la demanda y esperan a último momento para definirse. “No está fácil reservar, hay que buscar bastante o tener una relación previa de confianza” advierte un veterano operador platense con propiedades en La Feliz: “hay mucha especulación y los que se animan a tirar cifras, que casi siempre son en dólares, tienden a inflarlas, por las dudas”.
En el caso marplatense, un departamento para una familia de dos adultos y dos chicos, en la segunda quincena de diciembre, cotiza hoy en día entre 30 y 60 dólares, dependiendo de su cercanía con la playa y eventual vista al mar. Esos valores suben hasta duplicarse en la siempre onerosa segunda quincena de enero. Una habitación doble, en un hotel de tres estrellas, puede conseguirse, con anticipación, por unos $20 mil la noche.
El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la ciudad, por su parte, sugirió a sus asociados pactar, por un departamento de dos ambientes -para tres a cuatro personas- durante una semana de enero, desde los $ 380 mil. La recomendación toma como parámetro un ajuste del 150 por ciento respecto de la temporada 23/24. Así, un monoambiente para dos o tres ocupantes, siempre en enero y por siete días, arrancaría en $ 250 mil; un 3 ambientes -para 5 a 6 personas-, en $ 550 mil. Un chalet de tres ambientes, desde $ 750 mil. Los brokers aclaran que el mercado y la demanda moverán estos números, y que tendrán bajas en diciembre, febrero y marzo.
“Salados” como el mar
Los paradores o “clubes de playa”, con sus servicios y sus carpas, son otra historia. La cámara que los nuclea no aconseja “pisos” ni “techos”. La oferta es variada; algunos muestran subas muy por encima del costo de vida y otros, los menos, por debajo. En un sector clásico como Punta Mogotes, una carpa en los balnearios “periféricos” saldrá un 50 a 60 por ciento más que en 2023: de aquellos $800 mil a los actuales $1.200.000. Desde el tradicional balneario 12, visitado por futbolistas y artistas, se dice que el ajuste respecto de la temporada pasada será de “apenas” un 65%. “Una carpa costará 50 mil pesos el día, que es mucho menos que comer en un local de comida rápida” comparan sus dueños: “por carpa entran seis personas y cada una pagaría unos 8.300 pesos, mientras un combo de fast food sale, de mínima, 11 mil pesos”.
Al sur de Mogotes, las playas “top” apuntan a la estratósfera: los aumentos llegarían al 300%, y exigiendo pagos en dólares. Alquilar una carpa por temporada saldrá allí el equivalente a 4 millones de pesos, a razón de $110 mil por día. En Playa Grande, la suma rondará los $3.300.000. En enero pasado, costaban 1.200.000 y 1.000.000 respectivamente. En la más modesta La Perla, la carpa por temporada cuesta alrededor de 2.900.000 pesos, quintuplicando los valores previos.
Llegar a Mardel en ómnibus es posible por unos $35 a $40 mil, equivalentes al gasto en combustible de un auto naftero estándar -al que deben sumarse unos 9 mil pesos de peajes-. En tren, saliendo de la estación porteña de Constitución, el boleto más económico cuesta $19.000.
Más allá de “la feliz”
Para el resto de los balnearios del litoral Atlántico, manda la variedad de precios acorde con el perfil socioeconómico histórico de cada localidad. Por caso, en Santa Teresita, Las Toninas o Mar del Tuyú, siempre tomando como referencia la familia “tipo”, hay una amplia oferta de departamentos e incluso casas, para enero, entre los U$S 30 y U$S45 la noche. Pero en Costa del Este o Mar Azul, esa clase de propiedades no baja de los U$S 85. En la juvenil Villa Gesell, una semana en un departamento para cinco personas cuesta unos $1.200.000. El alojamiento de una semana en Necochea, durante la primera quincena de enero, arranca cerca de los U$S 450. Y en Cariló, una casona que puede albergar hasta doce personas, cerca del Golf, se puede obtener por U$S 300 cada jornada. Activado el modo “gasolero” a pleno, un día de camping en donde aún persisten estos predios rondará entre $15 y $20 mil.
La oferta gastronómica de cada localidad es muy variada; empezando por lo más económico, siempre se puede recurrir a la pizza “salvadora” desde unos 12 mil. Un suculento sandwich de jamón crudo y queso, en pan baguette, se consigue por unos $10 mil. Una picada mediana, de las que “comen cuatro y pican ocho” ronda los 35 mil pesos.
Ampliando el mapa nacional, el alquiler de cabañas para cuatro y cinco ocupantes varía sensiblemente. En Mina Clavero, Córdoba, puede concretarse desde los $40.000 por día; en Colón, Entre Ríos, desde $45.000; en Merlo, San Luis, desde $40.000; en Bariloche, desde $70.000; y en Puerto Madryn, Chubut, desde $50.000. Si hablamos de hoteles, base doble, en Mendoza se piden $45.000; en Puerto Iguazú, desde $35.000; en Villa Carlos Paz: $37.000; en Salta, desde $30.000; en Bariloche, desde $60.000; en Ushuaia, desde $75.000; y en El Calafate, desde $70.000.
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