Inquieta en la zona el bajo porcentaje de mascotas vacunadas contra la rabia

Edición Impresa

El 30 por ciento de los perros y el 45 por ciento de los gatos domésticos se encuentran sin haber recibido la vacuna antirrábica en nuestra zona, tal como acaba de indicarlo un estudio realizado por la facultad de Veterinaria de la UNLP. A su vez, el 29 por ciento de los dueños de estas mascotas dijo desconocer qué enfermedades de riesgo para los humanos se encuentran potencialmente relacionadas a esa falta de la vacuna. Entre esas puede estar la rabia, una zoonosis de origen viral que afecta al sistema nervioso central de todas las especies de mamíferos, incluido el hombre y que puede aparejar graves consecuencias.

El cuadro quedó definido así: si bien esas mascotas se encuentran contenidas en casas particulares, lo cierto es que conviven con personas sin que la vacuna antirrábica les haya sido aplicada.

En cuanto a la frecuencia de mascotas castradas, es mayor en la población de felinos (80 por ciento), que en la de caninos (57 por ciento). Al contrario, la vacunación antirrábica es mayor en caninos que en los felinos, según estableció el informe universitario.

En las veterinarias se analiza que la vacunación puede haber caído, entre otros motivos, por la pérdida del poder adquisitivo de los propietarios. Puntualmente, varios profesionales indicaron a este diario que la falta de dinero retrasa esa visita por la prevención de la rabia y otras enfermedades prevenibles. Muchas personas recurren a la vacunación gratuita en las áreas de zoonosis comunales.

Se conoce que el virus de la rabia circula en colonias de murciélagos, por lo que se recomendó a la población vacunar preventivamente a los animales de compañía a partir de los tres meses de vida, al año y luego cada doce meses, sin importar la edad.

En años anteriores, la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (CAPROVE) recordó que la rabia es una enfermedad mortal para la que no existe tratamiento, al tiempo que aseguró que la vacunación anual de perros y gatos es la única herramienta efectiva para controlarla. Asimismo, advirtió sobre la baja cobertura de vacunación que existe sobre la cantidad de mascotas que viven en el país.

Cabe destacar que la rabia es una enfermedad potencialmente mortal producida por un virus que ataca al sistema nervioso central de las personas o animales, al que llega a través de los nervios de la zona de mordedura o contacto. También debiera considerarse que en nuestra zona –aunque la rabia pueda encontrarse controlada- lo que origina mayor inquietud es la proliferación de perros vagabundos desde hace mucho tiempo. Asimismo, las campañas de vacunación y de castración son esporádicas, según denuncias vecinales.

Ya se ha dicho que la inacción frente a este problema implica, por un lado, inseguridad y riesgo sanitario para las personas en la vía pública. Los perros pueden transmitir enfermedades parasitarias y atacar a chicos o grandes. Pero por otro lado, al contrario de lo que suponen algunas personas, ese estado de abandono también es una forma de agresión hacia los animales, que quedan librados a su suerte.

El tema, en definitiva, merece un abordaje serio y, en todo caso, un debate de las distintas posiciones que existen sobre las medidas que deberían adoptarse. Lo que no puede ocurrir es que se siga sin hacer nada. Y debe valorarse, asimismo, el estudio que viene realizando la facultad de Veterinaria, que puede servir como punto de partida para encarar el problema con más consistentes bases científicas.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE