Medicina, la carrera más elegida en el país y con un alto crecimiento de estudiantes extranjeros
| 27 de Septiembre de 2024 | 08:25

La carrera de Medicina parece ser un boom en todo el país ya que es la más elegida tanto en facultades públicas como privadas, en medio de un alto crecimiento de estudiantes extranjeros, un dato que se ve más pronunciado en la Universidad Nacional de La Plata. Los datos del Ministerio de Educación nacional así lo confirman.
No sólo en la UNLP se dan estos fenómenos ya que se repiten en la Universidad de Buenos Aires (UBA), en la Universidad de Rosario, en la Fundación Barceló y en la Austral, entre otras.
Según dio a conocer el diario La Nación en un reciente informe, si se toman en conjunto las estadísticas de 71 universidades públicas y 62 privadas del país, es la segunda carrera más estudiada, solo superada, por ahora, por abogacía. En el artículo aclaran que el “por ahora” se debe a que, al mirar las cifras de 2010 a 2022 -las últimas disponibles-, se observa que los aspirantes a abogados se mantienen o aumentan levemente, mientras que los ingresos a medicina escalan a pasos agigantados.
En ese sentido los números son evidentes: a nivel nacional, han aumentado un 106.6% en este período, pese a que se trata de una de las carreras más largas y sacrificadas, con salarios devaluados cuando llega la hora de ejercer.
En la nota se indica que los porcentajes resultan especialmente llamativos si se pone la lupa en la Universidad platense, donde los alumnos de medicina aumentaron en ese periodo un 175%. En el caso de la UBA, por caso, el incremento fue del 64%.
Asimismo, la universidad pública, que alberga a la mayoría de los estudiantes argentinos del nivel superior, llegó en 2022 a tener 13.387 aspirantes a médicos. Según fuentes del ámbito universitario, en los números no publicados de 2023 y 2024 continúa la tendencia al alza.
Se trata de un fenómeno que, sin embargo, no se refleja por ahora en un aumento de la cantidad de profesionales de la salud y, por lo tanto, no contribuye a paliar la crisis general del sistema, destacan los expertos.
Aseguran que esta tendencia se explica por la llegada masiva de alumnos extranjeros que vienen a la Argentina para estudiar medicina, tanto en universidades privadas como públicas, en donde en la UNLP se ve más pronunciado el ingreso de alumnos de otras nacionalidades.
En la UBA, por ejemplo, en 2022, el 32% de los aspirantes a médicos eran no residentes, proporción que se mantiene de acuerdo a los datos aún no difundidos de 2024. Hace dos años, había en el país un total de 36.230 extranjeros cursando medicina en distintas casas de estudios. Más de la mitad, 20.255, eran brasileños.
A nivel nacional, las últimas cifras oficiales muestran que uno de cada tres estudiantes de medicina no es residente en el país. El marcado incremento de extranjeros se da en una carrera en la que no faltan estudiantes, sino todo lo contrario: también los alumnos argentinos aumentan, aunque en menor medida que los que llegan de afuera.
La situación en La Plata
En una nota publica por EL DIA a fines del año pasado, se dio cuenta de un revelamiento sobre la composición estudiantil en las distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata en donde se confirmaba que en Ciencias Médicas se registraba un fuerte incremento en los últimos años de alumnos de otros países: el 24 por ciento del total de los alumnos proviene del extranjero (y solo el 7 por ciento llega de las provincias del interior del país).
Sin embargo, ese porcentaje, que se extiende a lo largo de los seis años de la carrera, no refleja completamente la realidad de la población universitaria. En primer año, el fenómeno es aún más notable, ya que más de la mitad son migrantes. Claro que con el tiempo y a medida que avancen en su carrera, es muy probable que ese porcentaje en los años superiores aumente teniendo en cuenta los nuevos ingresantes y los que ya están.
Ese análisis sociodemográfico fue realizado por el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial y se basó en datos proporcionados por el Centro Superior para el Procesamiento de la Información (CESPI). El objetivo fue arrojar resultados estadísticos sobre la composición estudiantil y las tendencias de graduación en esta institución académica.
De la totalidad de los alumnos ingresantes el año pasado, el 53,7 por ciento (3.981 estudiantes) fueron extranjeros, mientras que el 46,3 por ciento (3.426 estudiantes) argentinos. Estas estadísticas no oficiales, obtenidas por EL DIA, mostraban que por cada 100 estudiantes oriundos de algún lugar de nuestro país, iniciaron su carrera terciaria en nuestra ciudad aproximadamente 116 estudiantes extranjeros.
Asimismo se indicó que los estudiantes de Ecuador crecieron 80 por ciento respecto a 2021 y conforman la comunidad extranjera más numerosa. Una de las particularidades del grupo es que, generalmente, desarrollan sus actividades académicas hasta segundo año en la Ciudad y luego vuelven a su país para continuar desde tercero en una universidad que ya nos les exige el ingreso y admite el 100 por ciento de equivalencias.
Si bien la universidad se enorgullece de su “diversidad y apertura”, algunos cuestionamientos surgen en cuanto a la sostenibilidad y la capacidad de la institución para afrontar esta nueva realidad.
Por un lado, el desborde por la cantidad de estudiantes y, por el otro, las cuestiones arancelarias, que genera preocupaciones sobre la financiación de la educación pública.
Los números hablan por sí solos: de 396 ingresantes en 2015, a más de 3.000 en 2016 y 2017, hasta saltar a los 3.992 preinscriptos para el año 2019, según se desprende de las estadísticas de la UNLP. Un incremento de 1.000 por ciento en poco más de tres años.
Lo cierto es que la Ley de Educación Superior (LES) que en octubre de 2015 impuso el ingreso irrestricto a Medicina súper pobló una carrera donde han salido excelentes profesionales. Las consecuencias eran esperables: un aumento significativo en el número de inscriptos, con casi ocho mil estudiantes que cursaban en 2023.
En este sentido, este rápido y abrumador crecimiento en la cápita estudiantil ha dejado al descubierto las limitaciones de la facultad en términos de infraestructura, aulas y recursos docentes, planteando desafíos en la calidad de la educación y la experiencia de los estudiantes. No hay espacio físico que alcance para seguir como corresponde, por ejemplo, el dictado de una clase.
A pesar de que el ingreso eliminatorio en Medicina rigió desde 1992, la falta de preparación para esta avalancha de estudiantes ha posicionado a la Facultad en el centro de un acalorado debate sobre las ventajas y desventajas de la nueva medida que lleva ya ocho años de vigencia.
En última instancia, encontrar el equilibrio entre la apertura a la diversidad y la sostenibilidad de la educación superior es un desafío complejo. La UNLP debe abordar estos cuestionamientos de manera estratégica, garantizando que la calidad de la educación no se vea comprometida y que se promueva la contribución mutua entre estudiantes nacionales e internacionales, con el presupuesto que el Estado decida invertir cada año.
La UNLP enfrenta una encrucijada en su búsqueda de mantener su estatus como una universidad pública y gratuita de excelencia, mientras acoge a una comunidad cada vez más diversa y numerosa de estudiantes, incluso de otros países. La planificación cuidadosa y la inversión en infraestructura y recursos serán esenciales para garantizar que la universidad local pueda cumplir su misión de educación de calidad y desarrollo inclusivo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE