Estacionamiento: ya casi todas las calles del casco son zonas “calientes”
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2024 | 03:08

Cada vez más vehículos circulando y cada vez menos lugares donde dejarlos cuando, por caso, se debe realizar alguna gestión en cualquiera de las zonas céntricas o semi céntricas de la Ciudad.
El problema de la escasez de espacios para estacionar no es nuevo, pero pasa el tiempo y se agrava. Tanto que zonas alejadas de los sectores céntricos que ofrecían lugares donde podía permanecer el coche por un buen rato casi a cualquier hora del día ya se ven ocupadas en todo momento.
Vale como ejemplo de esa transformación el Paseo del Bosque. Hasta no hace mucho tiempo, las avenidas Iraola y 52 mostraban espacios vacíos para estacionar; en las primeras horas de la mañana y pasada la media tarde no se encontraban demasiados inconvenientes para dejar el auto.
Ahora todo el Bosque se ve atestado de vehículos desde las siete de la mañana hasta las ocho de la noche. Es más, hay coches hasta en la avenida 120 a la altura que corta con la Iraola; en las calles internas por donde están emplazadas las facultades de Medicina, Veterinaria y Agronomía, también; y la diagonal 113 hasta su final en la avenida 66 no se muestra libre ni para un solo rodado.
En esa zona de facultades y centros de investigación del Conicet, muy concurrida de lunes a viernes en los horarios académicos y laborales, tal es la falta de espacio que no faltan los autos que quedan estacionados por horas sobre las veredas.
Días atrás, vecinos de esa zona vieron un automóvil conducido por una mujer que con la puesta de balizas y en primera circulaba por la vereda tanteando un lugar donde dejar la unidad.
No faltan las jornadas en que se percibe un mayor tránsito vehicular en las avenidas Iraola y 52 y las facultades ubicadas en el Ex BIM 3, con amplios playones propios para el estacionamiento de los vehículos de las comunidades educativas, tampoco tienen espacios libres.
Hasta hace un tiempo los vecinos que llegaban a sus empleos en autos particulares se quejaban porque debían dejarlos a no menos de cinco cuadras de sus lugares de trabajo. Hoy, esa distancia parece duplicarse. “A veces llego a diez cuadras a la redonda de donde tengo que ir y tampoco ahí encuentro donde estacionar”, dijo Horacio, quien trabaja en una oficina de la administración pública provincial de la zona de 13 y 60.
NI CON EL MEDIDO
La realidad en el contexto actual es que tampoco es fácil encontrar lugares libres en los sectores céntricos con estacionamiento medido. Si bien ese sistema pago incentiva una mayor rotación, lo cierto es que se puede llegar a dar numerosas vueltas con el auto antes de hallar un espacio donde otro vehículo lo haya abandonado.
En el Bosque suele haber autos hasta en el pasto / Archivo
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