Tras doce días prófugo, recapturaron al "Carnicero de Giles" en Santiago del Estero
| 8 de Septiembre de 2024 | 21:25

Luis Iribarren, apodado como "Carnicero de Giles", fue recapturado este domingo en Santiago del Estero por personal de la Policía Federal. Se había fugado del penal de Lisandro Olmos hace doce días, con la excusa de rendir un examen en la carrera de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata. El implicado cumple una condena a cadena perpetua por asesinar a sus padres, sus hermanos y una tía en el año 1995.
Una brigada de la fuerza de seguridad dio con Iribarren, que gozaba de un régimen de salidas transitorias en el penal ubicado en La Plata. Llevaba 29 años en prisión y, tras su salida a la facultad, no regresó a la unidad penal.
Tras su fuga, revelaron un hecho insólito: el criminal era tiktokter y subió un video a las redes sociales.
“Hace mucho que no subía un video. Acá, volviendo de la Facultad de Ciencias Económicas después de rendir unas materias y, por suerte, en una pieza, por milagro. Porque casi me tiró a la miércoles una motito de Rappi, de repartidor. Me parece a mí que las autoridades van a tener que hacer algo porque acá en La Plata, al menos, no sé las demás ciudades, acá en La Plata estas motos andan a mil, no respetan ninguna norma de tránsito, no respetan semáforos en rojo. A mí la que casi me atropelló fue cuando se pasó un semáforo en rojo. Yo venía por 43 cruzando Avenida 13. No sé, es un descontrol. Las motos, pero más que nada las de la empresa Rappi, es un desastre. En algún momento va a pasar alguna desgracia”, dijo el carnicero, mirando a la cámara.
Luis Fernando Iribarren, originario de San Andrés de Giles, adquirió notoriedad por sus crímenes cometidos en 1995. A los 25 años, mató a su tía, quien padecía cáncer, y luego confesó haber cometido otros asesinatos dentro de su familia.
“El carnicero de Giles”, considerado uno de los criminales más despiadados de la historia argentina, mató a su padre, madre, hermana y hermano con una carabina en 1986.
La escena del crimen, que ocurrió en un campo del paraje Tuyutí, no fue descubierta hasta 1995, cuando la policía encontró el cadáver de Alcira Iribarren, la tía abuela de Luis Fernando. “La ayudé a morir. Tenía cáncer y sufría mucho. Estaba muy mal”, le dijo en aquel momento al comisario Ángel Santos, de San Andrés de Giles.
Iribarren confesó haber asesinado a su tía golpeándola en la cabeza con un hacha y luego enterró su cuerpo en el patio de la vivienda. Años antes, había matado a su padre, Luis Iribarren, de 49 años; a su madre, Marta Langgebein de 42 años; y a sus hermanos Marcelo, de 15 y María Cecilia, de 9 años.
Después, dispersó los restos en un campo familiar en Tuyutí, a 30 kilómetros de San Andrés de Giles. El crimen de su tía en 1995 selló su reputación como uno de los principales asesinos seriales del país.
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