El sombrero de Melania: ¿Un “muro” para no besar a Trump?
Edición Impresa | 22 de Enero de 2025 | 02:09

En un tiempo en el que las gorras de béisbol rojas se han vuelto sinónimo del presidente Donald Trump, la primera dama Melania Trump ha hecho su propia declaración de moda luciendo un sombrero de ala ancha azul marino de un diseñador estadounidense para la segunda ceremonia de investidura de su esposo. Un sombrero de tamaño desproporcionado, un aire de misterio y ocultamiento que no iba bien con una investidura presidencial, y que trajo cola: ocultaba sus ojos y, para algunos presentadores del late night estadounidense, fue un sombrero estratégico… para no besar a su marido.
El sombrero diseñado por Eric Javits protegió los ojos de la primera dama mientras su esposo juraba el cargo, envolviendo a la mirada de la primera dama un oscuro misterio. Pero no solo eso: el ala del sombrero generaba para Melania un espacio seguro, libre de besos, como quedó de manifiesto cuando Trump fue a besar a su esposa después de entrar en la Rotonda del Capitolio, y el sombrero solo dejó espacio para un beso al aire. Incluso el ahora ex presidente Joe Biden tuvo que maniobrar alrededor del sombrero mientras intentaba hablar con su esposo al otro lado.
Y a pesar de que la asunción de Trump dejó mucha tela para cortar, el look fue una de las cuestiones más debatidas en torno a la ceremonia de investidura de Donald Trump: los presentadores de la televisión nocturna parecieron hacerse un festín con la elección estilística de Melania. Claro, dirá Donald: son los perdedores en esta cuestión, ríen para no llorar.
Eso hizo Jimmy Fallon, que salió a su programa, “The Tonight Show”, con un sombrero similar al de la primera dama. “¿Quién lo llevó mejor?”, preguntó, y comentó que no estaba seguro de si estaba allí para la toma de posesión de su marido o “para matar a Indiana Jones”.
Tras ello, el presentador bromeó con que el sombrero de Melania Trump sirvió para que su marido no pudiera darle un beso, estableciendo una primera teoría sobre el controvertido look: “Cuando Trump entró a la rotonda del Capitolio para prestar juramento, compartió un momento dulce con su esposa. Mirad esto”, dijo para mostrar el vídeo que se ha hecho viral, donde Trump trata de darle un beso a su esposa, pero acaba dándolo al aire. “¿No es genial?”, dijo Fallon. “Eso no es solo un sombrero. Es el muro fronterizo de Melania. Tiene sentido. Melania no quería arruinar su maquillaje”.
El muro y otras teorías
La idea del muro, claro, era una broma sobre el famoso “muro fronterizo” que Trump prometió construir para dejar a los mexicanos del otro lado. Y también se alimenta de las múltiples versiones de una relación cuanto menos tirante entre Trump y su mujer. Las redes tomaron la idea de Fallon y la desarrollaron, desarrollando cientos de memes sobre cómo mantener a distancia a tu pareja cuando no querés hacer el amor, cómo mostrarle a tu pareja de manera pasiva que estás enojada, y qué hacer cuándo sentís asco por tu pareja pero no podés dejarlo. Fue la comidilla de las redes, una muy celebrada por el ala “progre” estadounidense que elige, frente a la asunción de Trump, al menos reírse de ciertos rasgos que asoman bufonescos.
Pero Jimmy Kimmel tuvo otra teoría sobre el sombrero de Melania: “Trump se involucró en el look de Melania”, afirmó. “Le dijo que le parecería sexy si se vestía como un Al Capone gótico”. Jon Stewart vio otro parecido: “Melania dejó una verdadera impresión con su look. Esa impresión: ‘Soy Carmen Sandiego’”, dijo haciendo alusión al videojuego de los 90 sobre una ladrona de guante blanco con un sombrero de ala anchísima que oculta sus expresiones faciales. Stephen Colbert, en tanto, dijo que la primera dama se pareció a Oppenheimer…
El estilo de Melania era muy diferente del vestido de cachemira azul cielo y guantes de Ralph Lauren de 2017. Su primer conjunto inaugural atrajo comparaciones con el estilo de Jacqueline Kennedy, que también llevó famosamente un sombrero cilíndrico en la inauguración de su esposo en 1961. Pero vestir a la primera dama se convirtió en un punto de debate político en 2017, pues algunos diseñadores, como Ralph Lauren, decían que no vestirían a la primera dama entrante, típicamente una oportunidad codiciada. Algunos usuarios de redes sociales impulsaron un boicot a Ralph Lauren en ese momento.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE