VIDEO. Rápido y furioso: el Pincha y un debut triunfal

Fue preciso y mucho más rápido que su rival. En el primer tiempo marcó una enorme diferencia que la defendió en el complemento. Meza, Tobio Burgos y Palacios, figuras

Edición Impresa

Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

El campeón está de regreso. Estudiantes volvió a ser el equipo que cerró 2024 con una copa en sus manos. Superó a Unión de principio a fin con un arranque aplastante. Rápido, preciso y voraz... tuvo todo lo que se necesita en un arranque de torneo como para ganar, golear y gustar. Fue 3-1 para empezar con el pie derecho en esta Copa de la Liga Apertura.

El primer tiempo de Estudiantes fue para guardar y tratar de repetir otra veces. Claro que para eso necesitará jugar tan bien como lo hizo pero además que su rival esté tan perdido en la cancha como el Tatengue.

Pero eso no le quita méritos al equipo de Eduardo Domínguez, que demostró porqué fue el último campeón del fútbol argentino. Intacto el nivel, con dos laterales que se cansaron de pasar al ataque, un mediocampo que recuperó todo y dos jugadores en un nivel superlativo: Tiago Palacios y Joaquín Tobio Burgos. La frutilla del postre fue Lucas Alario, que si bien no marcó goles siendo el único delantero de área, hizo todo bien y demostró ser un jugador muy bien apuntado y que tiene todo para recuperar el nivel que tuvo años atrás. Sin fallas ni puntos bajos y con niveles altísimos. La sensación es que no necesita refuerzos millonarios ni inventar compras rutilantes (mucho menos un gerenciamiento) como para competir alto en el fútbol argentino. A nivel internacional habrá que ver hasta dónde le da, nadie lo sabe, pero está claro que si el sorteo de la Libertadores lo ayuda puede llegar muy lejos.

A los 7 minutos ya lo empezó a ganar el partido. Jugada de tenencia y ataque típica del estilo Domínguez. La empezó Tobio Burgos con un pase interno a Alario, que entendió lo que pedía la jugada y se arrojó al piso contra dos rivales para dar el pase a la izquierda a Gastón Benedetti, que en dos movimientos tiró un centro al punto del penal, para que Palacios empujara al gol. Tic tac para romper el cero. Le quedó muy bien la “10” al exCity Torque que después de comenzar muy bien 2024 tuvo un bajón del cual en el final pudo salir. La confianza del DT parece ser clave para demostrar este año que puede ser su año.

 

 

No tardó ni tres minutos en aumentar. El Principito Sosa frotó la lámpara, se puso el traje y metió un pase de luxe para que otra vez Benedetti apareciera a las espaldas de Gerometta y Paz para otro centro gol. Esta vez el destinatario fue Tobio Burgos, que apareció por el primer palo para romperle el arco a Cardozo. Iban 10 minutos y dos goles que los que se quedaron un rato más en la pileta se los perdieron.

A los 17 un desborde de Meza casi le da el tercer gol a Estudiantes en los pies de Palacios. Pero lo que no pudo ser en ese momento llegó casi a continuación con un jugada rara de fútbol 5. Córner desde la izquierda, no pudo Facundo Rodríguez que aguantó con el cuerpo y no dejó al arquero ni al defensor que despejasen la pelota. Entonces el Ruso Ascacibar la punteó y casi sin querer gritó el 3-0.

El Pincha lució sólido con el esquema 4-2-3-1 o 4-3-3. De todas las formas lastimó, jugó y se mostró muy preciso en sus pases, una necesidad para el juego de Domínguez. Hizo todo bien y gustó como hacía tanto tiempo. Se fue al descanso con tres goles de ventaja pero pudieron ser muchos más, realmente. Tobio Burgos estrelló un tiro en el poste derecho del uruguayo Cardozo, Alario lo tuvo pero retuvo el arquero y Palacios también merodeó el cuarto gol de un equipo que desfiló en la calurosa noche platense para que los hinchas se rompiesen sus manos aplaudiendo.

Para jugar el segundo tiempo el Barba dejó en el vestuario a Tobio Burgos por alguna sobrecarga y en su lugar entró Bautista Kociubinski, con la idea de bajar las revoluciones, controlar la pelota y tratar de poner el resultado en el freezer.

Ese cambio más lo que ingresaron en la visita hicieron del trámite del partido un poco más parejo, con Estudiantes esperando con el cuchillo y el tenedor para jugar de contra. Por eso en los primeros 15 minutos no se produjeron situaciones de riesgo pero sí aproximaciones en ambos arcos. Siempre por la derecha atacó con dos jugadores que estuvieron en llamas y fueron los mejores: Eric Meza y Tiago Palacios.

Entonces Domínguez entendió que era un riesgo y con los ingresos de Carrillo por Alario y Cetré por Sosa recuperó el esquema inicial para volver a superar ampliamente a su rival, que también buscó soluciones en el banco de suplentes pero no las encontró pese a mejorar. El delantero de Magdalena, el Ruso Ascacibar, Palacios y Cetré tuvieron sus oportunidades como para que suene el cuarteto en La Plata en una noche de verano que dejó feliz al último campeón. Ni siquiera el descuento de Unión, a falta de 10 minutos, opacó el festejo aunque dejó el interrogante sobre la solidez defensiva.

Es verdad que el fútbol argentino es muy vertiginoso y cambiante. Los equipos tienen altos y bajos. Los tuvo Estudiantes el año pasado, pero cuando el nivel estuvo arriba logró cosas importantes. Al menos en este inicio de torneo consiguió un triunfo importante y, lo mejor de todo, convincente, para arrancar con el pie derecho y sumarse a la lista de candidatos. Sí, aunque vayan recién 90 minutos.

En el primer tiempo hizo una diferencia pocas veces vistas en el fútbol argentino

Furioso inicio
Estudiantes volvió a festejar por tres en el primer tiempo de un debut tras casi 20 años. La última vez había sido en el Torneo Clausura 2006 ante Instituto. Aquel choque terminó 4-1, con gritos de Calderón, Alayes y Braña (en la etapa inicial), y Carrusca.
Poder de fuego
El Pincha sigue afilado en materia ofensiva y arrancó el año como cerró el anterior. Con los tres de ayer ante Unión, suma 15 goles en los últimos 5 partidos oficiales. Mete miedo de mitad de cancha para adelante.

 

 

 

Pincha

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE