Tenis eterno: no importa la edad, sino el amor al deporte

El australiano Henry Young y el estadounidense Arthur Lind sumaron entre ambos casi dos siglos dentro de la cancha del torneo World Masters de la ITF, que tuvo como sede a Croacia

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¿Quién dijo que hay que tener una determinada edad para practicar deportes? El australiano Henry Young (102 años) y el estadounidense Arthur Lind (97) son un ejemplo de vitalidad, dedicación y amor por el tenis.

Entre ambos longevos tenistas sumaron casi dos siglos, más precisamente 199 años, dentro de una cancha de polvo de ladrillo para disputar uno de los cuartos de final del World Masters de la ITF, que tuvo lugar en Croacia.

De acuerdo a las estadísticas de los estudiosos sobre el tenis en particular es el cruce de jugadores con mayor edad que se encuadra dentro de un torneo de la Federación Internacional de Tenis por lo que Arthur Lind y Henry Young hicieron historia para marcar un récord en esta materia.

Dicho Campeonato Mundial de Tenis Masters de la ITF, abierto para mayores de 75 años, acaba de concluir con sede en el país europeo enclavado en Los Balcanes. Hay varias categorías de edad, desde los + 75 hasta la más avanzada, que son los + 90. En esta última, los participantes van desde los 90 años hasta la eternidad. Una palabra usada no por casualidad, porque los tenistas que saltaron a la cancha son jóvenes eternos, aún capaces no solo de golpear bien la pelota, sino también de moverse razonablemente bien. Obviamente, los drops son “mortales”.

El torneo de los + 90 lo ganó el alemán Peter Marklstorfer (75 años), pero los titulares y los portales se lo llevaron los jugadores más veteranos Arthur Lind y Henry Young, quienes como quedó dicho entre los ocho mejores del torneo jugaron el partido con singlistas más veteranos de la historia del tenis.

La propia ITF, la Federación Internacional de Tenis , difundió ampliamente la noticia en sus redes sociales, publicando fotos y vídeos de los dos protagonistas: el estadounidense Lind y el australiano Young. El partido, válido para acceder a una de las semifinales del Campeonato Mundial + 90, fue ganado en dos sets (6-1 y 6-2) por el tenista más joven, quien aprovechó su ventaja de edad. Ambos, enfrentándose, establecieron el récord mencionado

El veterano de guerra australiano Henry Young es el tenista competitivo de mayor edad del mundo con 102 años.

El más experimentado de los dos, el australiano Young -veterano de la Segunda Guerra Mundial-, batió otro récord de 2023, al convertirse en el primer jugador de más de 100 años en competir en el ITF World Tour con su participación en el torneo individual para mayores de 90 años de Mallorca, España, y, obviamente, al mismo tiempo, en el tenista de competición de mayor edad del mundo, un récord que no solo sigue ostentando, sino que va en aumento , dado que el “cuentakilómetros” ya marca 102, años que cumplió el pasado 26 de septiembre.

En el caso de Henry Young no le importa que le pregunten sobre su secreto para una vida larga y activa. Es algo normal cuando un tenista competitivo cuenta con 102 años. Tiene sus ventajas, como por ejemplo jugar en la cancha central durante el Australia Open, pero lo que sí le preocupa es que se considere tan “extraordinario” que juegue. “Lo que me molesta es que la gente deje de practicar tenis cuando sufre alguna lesión”, dice el australiano. “Soy un monumento a la profesión médica, porque he tenido muchas lesiones y simplemente persevero, y luego el tenis te cura”, admitió.

Así como un gemelo dolorida no tiene por qué significar el fin del camino para un corredor, ni una distensión de los isquiotibiales cortar la carrera futbolística, Young desearía que la posibilidad de una lesión no disuadiera a las personas mayores de practicar deporte. Pero enfrentarse a un largo proceso de rehabilitación puede ser abrumador, y volver al deporte y al ejercicio después de una lesión se vuelve innegablemente más difícil con la edad, por lo que se requiere una determinación cada vez mayor. Esto no es algo que a Young le falte.

“Tengo dos rodillas, una cadera nueva, un marcapasos, audífonos en un oído y un implante coclear en el otro, y dos narices rotas”, dice. “Simplemente no se puede frenar a un buen jugador”. La tenacidad de Young es clave para haber jugado durante tanto tiempo; simplemente no puede parar, no está en su naturaleza. El tenis es hermoso y eterno.

 

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