VIDEO. Eitan Horn, conmovido: la vuelta a casa del ex rehén de Hamás con vínculos en La Plata
Edición Impresa | 17 de Octubre de 2025 | 02:03

Después de 737 días de cautiverio, Eitan Horn volvió a poner un pie en su casa de Kfar Saba, al norte de Tel Aviv. Bajó lentamente de la camioneta negra que lo traía del hospital, con una bandera israelí sobre los hombros y una sonrisa que apenas contenía las lágrimas. Frente a él, decenas de vecinos lo esperaban con aplausos, cantos y banderas.
“No tengo palabras, solo agradecimiento”, alcanzó a decir a los periodistas, con la voz quebrada. Luego subió las escaleras y, desde el balcón, saludó entre lágrimas. Detrás suyo, todavía colgaba la bandera que su familia había puesto hace meses, con las fotos de los dos hermanos y una frase escrita en inglés: “Tráiganlos a casa ahora”.
La historia de un cautiverio
Eitan, de 39 años, fue secuestrado junto a su hermano Iair el 7 de octubre de 2023 durante el ataque del grupo Hamás al kibutz Nir Oz. Iair fue liberado en febrero de este año; él, en cambio, pasó más de dos años encerrado en Gaza, hasta que recuperó la libertad el lunes 13 de octubre de 2025, como parte del acuerdo de paz mediado por Donald Trump.
Durante ese tiempo, la familia Horn mantuvo viva la esperanza con actos, vigilias y campañas internacionales. Su madre, Ruthy, y sus hermanos fueron una voz constante en los medios israelíes y argentinos, reclamando por la liberación de los rehenes.
El reencuentro más esperado
La escena del reencuentro en el Hospital Sourasky de Tel Aviv fue pura emoción. Eitan abrazó a su madre y a sus hermanos entre lágrimas. “¡Mirá quién vino, Ruthy!”, le dijo en español al verla, antes de fundirse en un abrazo interminable. Su hermano Amós lo recibió con una sonrisa y un grito que hizo reír a todos: “¡Mirá quién vino, el gordo!”.
Entre sollozos, Ruthy pidió algo simple: “Abrácense juntos, que quiero esa foto”. Esa imagen recorrió las redes y los noticieros del mundo: los tres hermanos tomados de la mano, después de más de 700 días de incertidumbre.
Recuperar el cuerpo y el alma
Eitan permaneció internado cuatro días en el Centro Médico Ichilov, donde recibió tratamiento físico y psicológico. Los médicos informaron que continuará bajo observación, ya que un cautiverio tan prolongado deja huellas: debilitamiento muscular, desnutrición y estrés postraumático.
“Recuperar la autonomía, volver a decidir por uno mismo, es parte del proceso de sanación”, explicó uno de los especialistas que lo atendió. El hospital seguirá acompañando su reinserción y la de su familia en las próximas semanas.
Aunque la liberación de Eitan fue motivo de celebración, la herida sigue abierta: en Gaza aún permanecen los cuerpos de 19 rehenes cuyos restos no fueron entregados.
El grupo Hamás aseguró necesitar ayuda para localizarlos debido a la destrucción en la Franja, mientras las familias de los fallecidos reclaman al Gobierno israelí que no avance con el alto el fuego hasta que todos los cuerpos sean devueltos.
Un símbolo para dos países
Eitan Horn tiene raíces argentinas —su familia es oriunda de Villa Crespo y mantiene lazos con La Plata—, y su historia conmovió tanto en Israel como en la Argentina.
En La Plata, donde residen familiares y amigos cercanos, la noticia de su liberación fue celebrada con una mezcla de alivio y emoción. Para muchos, su regreso no solo representa la victoria de la esperanza sobre el horror, sino también la persistencia de los vínculos que trascienden fronteras.
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