El verano en lino

Atemporal, elegante y natural, este tipo de tela vuelve a protagonizar la temporada cálida. Trajes desestructurados, camisas amplias y tonos neutros redefinen el estilo masculino con una frescura que combina sofisticación y confort

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El lino, ese clásico de los veranos europeos y de las fotos en la Costa Azul, recupera su lugar en el guardarropa masculino. Después de años dominados por tejidos técnicos y sintéticos, la moda vuelve la mirada hacia los materiales nobles. En tiempos de calor y ritmo urbano, el hombre moderno busca ligereza sin perder elegancia. Y ahí, el lino —con su textura inconfundible y su aire relajado— emerge como la respuesta perfecta.

El nuevo traje de lino abandona la rigidez y se viste de movimiento. Las estructuras se suavizan, los hombros se desarman y los pantalones ganan amplitud.

Se trata de un “smart casual” elevado: prendas que respiran, acompañan el cuerpo y funcionan tanto para una reunión laboral como para un cóctel al atardecer. Las combinaciones más actuales mezclan sacos sin forro con remeras de algodón orgánico o camisas abiertas, logrando una silueta relajada pero impecable.

En materia de color, la tendencia se inclina por los tonos neutros y naturales: arena, beige, blanco roto, verde oliva y gris piedra dominan la paleta. Sin embargo, los acentos más audaces —como el terracota, el azul lino o el verde salvia— aportan frescura y modernidad. El resultado es un equilibrio entre sobriedad y vitalidad, entre lo clásico y lo contemporáneo.

El encanto del lino radica también en su imperfección: se arruga, sí, pero esas marcas del uso real son parte de su carácter. En lugar de ocultarlas, la nueva moda las celebra como símbolo de autenticidad. Vestir lino es aceptar el paso del tiempo y el movimiento como parte del estilo. En palabras simples: la elegancia ya no se mide en rigidez, sino en naturalidad.

Las marcas de lujo y diseñadores independientes coinciden: el lino es el tejido del futuro cercano. Desde las colecciones italianas de Giorgio Armani hasta las líneas escandinavas de NN07 o COS, todos apuestan por materiales transpirables y sostenibles. Incluso en Latinoamérica, los diseñadores locales reinterpretan el lino en clave artesanal, con procesos más conscientes y producción responsable.

En el día a día, este material se adapta con facilidad. Un pantalón de lino recto, una camisa de cuello mao o una bomber sin forro pueden elevar un look básico. El secreto está en la proporción: piezas amplias, cortes limpios y una estructura que se percibe liviana. El lino se lleva con mocasines, sandalias o zapatillas blancas; con actitud relajada pero siempre cuidada.

En definitiva, el verano 2026 marca el regreso del traje liviano, no como un uniforme formal, sino como una declaración de estilo y comodidad. El lino deja de ser un material de vacaciones para convertirse en un aliado cotidiano: elegante, fresco y genuino. En tiempos de calor —y de cambio—, su sencillez vuelve a recordarnos una lección eterna de la moda: lo natural nunca pasa de moda.

Fotos: Pinterest

 

Bermudas de Raiders Jeans

 

 

 

 

 

 

Pantalón de lino liviano de Raiders

 

 

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