Las razones del batacazo libertario que se gestó por debajo del radar
Edición Impresa | 27 de Octubre de 2025 | 03:09
José Picón
jpicon@eldia.com
Ni los más optimistas de los libertarios creían que era posible el milagro de dar vuelta los casi 14 puntos de diferencia que Fuerza Patria les había sacado en los comicios bonaerenses de septiembre. Pero el milagro se produjo en estas elecciones 2025: La Libertad Avanza derrotó el peronismo con una remontada que tuvo una particularidad: se cocinó por debajo del radar de la política.
La presunción mayoritaria pasaba por admitir que, por distintas circunstancias, LLA iba a descontar. Pero ni en el mejor de los escenarios el Gobierno nacional proyectaba que ese recorte se transformaría en una victoria absolutamente sorpresiva.
Existen, en principio, una serie de factores que podrían contribuir a explicar el resultado. Quizás el más trascendente habría que rastrearlo justamente en aquella noche del 7 de septiembre cuando el que sorprendió fue el peronismo al darle un sonoro cachetazo a los libertarios.
Esa foto matizada por la algarabía peronista quizás haya sido un llamado de atención, una motivación para algunos sectores sociales que decidieron no ir a votar en ese turno electoral y que este domingo se sumaron a participar. ¿Hubo un voto incentivado por el temor a una eventual vuelta al poder del kirchnerismo en 2027? ¿Habrá pesado en esa decisión el rechazo a volver para atrás?
Hubo 7 puntos más de participación en estos comicios que en los del mes pasado. Y buena parte de ese mayor involucramiento terminó en las alforjas libertarias.
No se trataría de votantes convencidos de arrojarse sin miramientos a los brazos del Gobierno nacional, sino de sectores que, aún exhibiendo diferencias con la marcha de la administración libertaria, terminaron optando por la alternativa que tenían a mano para derrotar al kirchnerismo.
Algunas advertencias, aunque aisladas, habían surgido en los días previos. Algunos analistas de opinión venían verificando un “despertar del antikirchnerismo”, pero ninguno acertó la magnitud que podría tener ese sentimiento.
Escenarios diferentes
Existen otras cuestiones que habría que poner en la balanza. Lo que estuvo en juego en cada uno de los comicios fue diametralmente distinto. En septiembre, el peso de los territorios jugó un papel determinante. El peronismo hizo valer el control de 84 de los 135 municipios y la buena imagen que en general tienen sus intendentes. Vecinos que en septiembre prefirieron avalar a esos jefes comunales en reconocimiento a su gestión, ahora decidieron tomar otro camino que se verificó en el crecimiento de La Libertad Avanza. La mayoría de esos alcaldes, en especial en el Conurbano, volvieron a ganar, pero por diferencias no tan amplias en sus distritos. Algunos de ellos perdieron 18 puntos en comparación con apenas un mes y medio atrás. Claramente, una parte del electorado sintió ahora que ya no estaba en juego la cuestión local.
Algunos casos son por demás reveladores. En Berazategui el peronismo consiguió en septiembre el 64 por ciento de los votos y ayer, el 46 por ciento. En Florencio Varela, Fuerza Patria perdió 4 puntos, en Avellaneda, el PJ obtuvo en septiembre 64 puntos y ayer rozó los 47 puntos. Y en La Matanza, también cedió 4 puntos entre un comicio y otro. En Morón, en tanto, ceder casi 5 puntos le significó a Fuerza Patria perder en el distrito.
En Quilmes, distrito gobernado por la camporista Mayra Mendoza, ocurrió algo similar: la pérdida fue de 3 puntos. En Malvinas Argentinas, la pérdida fue de casi 18 puntos.
Existen sectores del peronismo que se tientan en poner la lupa sobre el poder de los alcaldes y siembran un manto de dudas respecto de si todos jugaron a fondo como lo hicieron en septiembre. ¿Pusieron todo el aparato municipal en funcionamiento? ¿La utilización de la Boleta Unica neutralizó en parte esa maquinaria? ¿El hecho de que el armado de la lista de diputados nacionales los excluyera fue un motivo adicional? Son preguntas que quedaron flotando en Fuerza Patria tras el batacazo libertario. Otro factor debería contabilizarse para explicar el triunfo de LLA con Diego Santilli a la cabeza: la polarización se llevó puesta a las opciones del medio. Hubo, en ese caso, un voto útil en favor del gobierno de Milei.
El peronismo quedó ahora en medio de una discusión interna que ya tuvo un primer capítulo apenas conoció los primeros datos negativos. La camporista intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, salió a cuestionar el desdoblamiento electoral que dispuso Kicillof. “Cristina tenía razón, no importa cuándo leas esto”, escribió en sus redes sociales.
Ese desdoblamiento fue y será motivo de tensiones. El Gobernador, que había salido fortalecido tras la amplia victoria de septiembre, ahora sufrió el revés. Pero es cierto que ese adelantamiento le permitió a los intendentes blindar sus distritos y sostener la mayoría peronista en la Legislatura.
La Libertad Avanza festejó y el peronismo no pudo escapar del maleficio: hace 20 años que no gana una elección de medio término en la Provincia.
Los intendentes del PJ no pudieron sostener las amplias ventajas de septiembre
La mayor participación terminó favoreciendo a los libertarios
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