¡Peligro! En la Ciudad “llueven” pedazos de hierro, mampostería y balcones
Edición Impresa | 31 de Octubre de 2025 | 04:04
 
          Para los platenses que circulan por el casco céntrico no alcanza con posar la mirada al frente, a los costados y al celular: es imperativo que también lo hagan hacia arriba. Sobre todo cuando caminan cerca de la línea municipal.
Es que un nuevo desprendimiento de mampostería de un balcón volvió a encender el alerta a vecinos y transeúntes. No sólo por el incidente en sí, si no por la reiteración: desde agosto a hoy, este diario ya publicó seis casos de desprendimientos de mampostería de frentes y balcones de la Ciudad. Un dato más: todos ocurrieron en un radio de no más que dos kilómetros.
Ayer, cerca del mediodía, un pedazo de mampostería de la casona antigua ubicada en 53 entre 10 y 11, cayó al suelo. Ante la amenaza, los vecinos atinaron a señalizar la vereda con un balde, una cinta peligro y maderas.
Algo similar ocurrió el 25 de octubre por partida doble: en 10 entre 54 y 55, y en 10 entre 40 y 41. También, hace un mes, cuando un balcón comenzó a desmembrarse tanto en 46 entre 4 y 5 como en 1 y 49. Quizás, lo ocurrido el 2 de agosto en 5 entre 49 y 50 (otro posible derrumbe) fue un presagio.
mantener el patrimonio
Las propiedades mencionadas tiene como rasgo común su antigüedad. Algunas se remontan a la época fundacional y se enmarcan en el código de edificación que rige en la Ciudad: los edificios construidos antes de 1930, fueron declarados patrimonio histórico.
Para Rubén Aprea, integrante de la mesa directiva del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires, “el problema es quién se hace cargo del patrimonio. El Municipio resguarda la propiedad para que no se pueda modificar, pero no hay políticas públicas para el cuidado”, dijo e insistió: “El problema es el mantenimiento. Son propiedades que tienen más de 100 años”. Lo cierto es que en caso de querer intervenir una propiedad anterior a 1930, es necesario pedir permiso al área patrimonial de la Municipalidad.
En ese marco, Aprea advirtió: “Desde la Comuna, la política es que si el edificio es patrimonial, no lo toquemos. Muchas propiedades en peligro están en la zona mas cara de la ciudad. Así, la Ciudad la declara patrimonial y los dueños tienen obligaciones pero no beneficios”. Luego, indicó que “algunos dueños dejan que se derrumben los edificios. Entra en juego una disputa de mercado: si se derrumba el patrimonio, el dueño puede operar”.
Luis Traverso, investigador del CIC y ex director del Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica, dijo: “Acá hay un problema de debilitamiento de la estructura. Los hierros se corroen y se desprenden los pedazos. Pareciera que no hay inspección adecuada”.
Aprea, integrante de la mesa directiva de Colegio de Arquitectos regional, aseguró que desde el esa entidad trabajan en un proyecto de regulación del sistema de prevervación, para presentar al municipio. Ante la consulta de este diario, desde la Comuna no emitieron respuesta.
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