La tormenta perfecta: el Gobierno llega a las elecciones en su peor momento

 

Por Denise Chmois

Una tormenta perfecta se desató para el Gobierno cuando faltan apenas tres semanas para las elecciones. Incertidumbre electoral, denuncia contra su principal candidato, declaraciones contradictorias en la Rosada, reveses parlamentarios y caída en la confianza en la gestión, en el plano político.

En el económico, el salvataje norteamericano no alcanzó para calmar a los mercados: el dólar y el riesgo país volvieron a subir tras la breve luna de miel que siguió a las declaraciones del secretario del Tesoro y la reunión con Donald Trump. Mientras tanto, la mitad de los argentinos no llega a fin de mes.

Tic tac… el reloj marca 21 días

Bajo este panorama solo restan 21 días para el 26 de octubre, domingo en que se renovarán 127 diputados y 24 senadores. Esa noche habrá dos lecturas posibles: el porcentaje de cada fuerza a nivel nacional y la nueva composición del Congreso.

Si bien Javier Milei aseguró que no tiene dudas sobre la victoria de La Libertad Avanza (LLA), comenzó a atajarse, dándole luz a la lectura que realza las bancas: "Hay que ver a qué se llama perder. La verdad es que lo que cuenta es cómo te queda la composición de la Cámara, más allá de la pirotecnia de cómo terminen los porcentajes, lo más importante es cómo termina la Cámara", sostuvo.

Mal timing para una acusación narco

Imitando el timing de la filtración de audios de Diego Spagnuolo, que complicó a LLA sobre el final de la campaña bonaerense, la denuncia de Juan Grabois y publicaciones en medios salpicaron al principal candidato oficialista, José Luis Espert, que encabeza la lista en la provincia de Buenos Aires. Lo acusaron de haber recibido US$ 200.000 en 2020 de Federico "Fred" Machado, empresario argentino detenido por narcotráfico y lavado de dinero.

El mal timing fue para el Gobierno, a apenas tres semanas de las elecciones: podría golpearlo de cara a la opinión pública, pero también generó ruido dentro de Casa Rosada. El único respaldo absoluto parece ser el del Presidente, que tildó la denuncia de operación y "chimento de peluquería". Ni el propio Espert se defendió con tanta contundencia: se negó a responder si las acusaciones son verdaderas.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, embanderada en la lucha contra el narcotráfico, pidió "aclarar la situación ya", al advertir que no pueden aceptar "conductas de personas aliadas al narco". Pese a una efímera marcha atrás horas después, luego agregó: "Tiene que volver a los medios y contestar claro". El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se pronunció en la misma línea: "Espert tiene que dar una explicación clara y contundente. No creo que tenga que dar un paso al costado, salvo que diga que tiene alguna responsabilidad".

El mal timing político se potencia con la coyuntura: el triple femicidio de Florencio Varela y la detención de "Pequeño J", parte de un entramado narco, dominan la agenda. Nunca es buen momento para aparecer vinculado a un narco. Pero este, sin dudas, mucho menos.

Números en rojo

El mundo digital ya no escolta como antes al oficialismo. Entre el 28 de septiembre y el 1 de octubre, el caso provocó 384.000 menciones y "un rechazo generalizado hacia Espert: 44,5% de los mensajes fueron críticos o desfavorables", explica el informe de Enter Comunicación. La consultora Ad Hoc coincide: los libertarios ya no dominan el plano digital: "Los picos de conversación en torno a Milei son esporádicos y no logran revertir la tendencia de alta negatividad promedio en su imagen".

El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella perforó el piso de 2 puntos y marcó su valor más bajo en toda la era Milei: 1,94. Si bien no tiene una correlación perfecta con el voto, proyectaría un 38,8% para el oficialismo en las legislativas.

Un tercer dato fresco: el 50% de los argentinos no llega a fin de mes, según Management & Fit, y solo el 11,9% logra ahorrar.

"La evaluación social que se hace de la economía presente y de la futura es tanto negativa como pesimista. El humor social volvió al status de enero de 2024, cuando se sintió el primer shock del plan económico", detalló el analista político Facundo Cruz.

Negociar o negociar

Con una elección pareja y un humor social negativo respecto de la economía, "si el resultado en bancas ganadas fuera un semáforo, hoy el gobierno nacional se ubica entre amarillo (un escenario sin grandes cambios, inalterado) y rojo (un escenario negativo)", advirtió Cruz.

"No tendrá mucha más salida que una negociación con gobernadores y con bloques dialoguistas. Con los mismos con los que rompió puentes hace unos meses. Todo el círculo rojo le está exigiendo gobernabilidad. La propia comunidad financiera internacional lo está haciendo", indicó. Los gobernadores también reclaman diálogo.

"La estrategia del gobierno nacional fue salir a la cancha y morir con la táctica propia. Y con el resultado final del partido, sentarse a negociar. La cuestión es quién marca las pautas de esa negociación", señaló Cruz. Si los gobernadores que se diferencian de LLA le ganan en sus distritos, "el escenario será de más escucha y menos propuesta para el gobierno nacional". Pero si LLA gana en esas provincias, "entonces morir con la botas puestas habrá rendido sus frutos", concluyó.

Por lo pronto, el Gobierno recibió un nuevo revés legislativo el jueves con la insistencia en las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica.

Todo tiene que ver con todo... y al Gobierno le restan tres semanas para intentar contener la tormenta.

 

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