César “Banana” Pueyrredón: el Dios del amor

En el porteño escenario del Teatro Astros, César “Banana” Pueyrredón encarna a Dios. Rodeado de un elenco de jóvenes figuras, interpreta canciones de Whitney Houston mostrando una faceta desconocida. “Es un desafío extraordinario”, admite, en diálogo con EL DIA, sobre un proyecto que disfruta plenamente y que, además, le permite seguir girando con sus clásicos de amor con los que el domingo vuelve a La Plata.

Escrita por los aclamados Javier Ambrossi y Javier Calvo (“Los Javis”, creadores de “Paquita Salas”, “La Veneno” y “La Mesías”), “La Llamada” llegó al país tras un éxito arrollador en España -estuvo 10 años en cartel- y Nueva York. Se trata de una historia donde la fe, los deseos, las elecciones libres y los cambios al crecer juegan un rol central. Con una puesta moderna y un mensaje profundo la historia se centra en dos adolescentes: María y Susana, que se encuentran en un campamento religioso al que acuden desde pequeñas. Todo se vuelve extraño cuando comienzan a recibir visitas de Dios, quién se comunica con ellas a través de canciones inmortales.

“Me atrajo que fuera algo distinto a lo que venía haciendo”, revela el músico, que había recibido varias propuestas para ser parte de proyectos de teatro musical pero nunca se había animado. “Si hubiera tenido que actuar y bailar hubiera dicho no”, aclara, entre risas, pero acá la propuesta era diferente: “Tenía que moverme, buscar la luz, actuar un poco, entrar en una dinámica diferente. Es muy distinto a estar detrás del teclado, pero me encantó”.

A su alrededor, figuras reconocidas de las nuevas generaciones, que se criaron al son de ritmos urbanos más que las baladas que lo caracterizan, como Flor Jazmín Peña, Juli Castro y Leti Siciliani encuentran en él a un compañero de escena y a un artista que las observa con admiración. “Me encanta trabajar con esta nueva generación. En el primer ensayo interrumpí para decirle al director (Juanse Rausch) que las chicas estaban perfectas para los personajes. Me inspiran mucho, tienen una energía y un talento increíbles. Además hacen de todo: teatro, radio, streaming… Es un placer compartir con ellos”.

Le da orgullo, además, que en la adaptación hayan cambiado una de las canciones españolas originales por “Cuando amas a alguien”, un tema originalmente inclusivo que “encaja perfectamente” con los grandes temas de la obra: la identidad a través del amor.

“Es una letra abarcativa, puede referirse al amor entre un hombre y una mujer, entre personas del mismo sexo o entre un ser humano y Dios. Me parece muy valioso que haya una canción que celebre ese primer encuentro”, dice.

La conexión intergeneracional no es casual. “Banana” lleva décadas cantándole al amor desde todos sus matices, y ahora lo hace en diálogo con tiempos nuevos. “El amor puede cantarse de otra manera, pero los códigos poéticos siguen ahí”, reflexiona. “Hoy una relación puede terminar por WhatsApp y empezar por Twitter, algo que me extraña. A mí me sigue pareciendo más poético hablar cara a cara, pero celebro que el amor siga siendo una fuente de inspiración. Se canta distinto, sí, pero bienvenidos sean los nuevos códigos”.

Esa mirada de apertura resume la esencia de un artista que nunca perdió su eje. Desde los años ’70, cuando lideraba el grupo BANANA, hasta su consagración solista en los ’80 con himnos como “Conociéndote”, “Toda la noche contigo” o “Cuando amas a alguien”, Pueyrredón fue consolidando una marca inconfundible: la del compositor que unió la emoción de la balada con la energía del pop. Su estilo, entre la melodía y la elegancia, evitó siempre el sentimentalismo fácil. Sus letras hablan del amor, sí, pero también de los sueños, la esperanza y los vínculos que sostienen la vida cotidiana.

Ganador del Gran Premio SADAIC y con una trayectoria que incluye giras por Latinoamérica, grabaciones junto a Armando Manzanero y presentaciones en escenarios históricos, “Banana” mantiene intacta la pasión por cantar. Por eso su regreso a La Plata, la ciudad donde se consagró en los ’90 llenando el Polideportivo de Gimnasia y Esgrima, y otros destacados escenarios tiene un valor especial.

Este domingo, a las 20, subirá al escenario del Teatro Bar, 43 entre 7 y 8, de la mano de “Domingo Romántico”, un formato íntimo pensado para reencontrarse con su público platense en un día y horario poco habitual pero con la misma esencia de siempre.

“El repertorio va a ser todo romántico, con las canciones clásicas que la gente conoce y quiere escuchar. Me encanta cuando se meten en las canciones, las cantan y las comparten conmigo”, asegura el artista.

Entre los planes que ya anticipa, está la gran celebración del Día de los Enamorados para febrero de 2026, con un show especial que realizará en el Teatro Astros. “Va a ser una fiesta para todos los románticos. ¿Qué mejor plan que ir el 14 de febrero a escuchar canciones de amor?”, sonríe.

Y aunque el tiempo pase, su voz, su presencia y su mensaje siguen convocando a distintas generaciones. Quizás porque, como él mismo dice, “si sigo vigente es porque el género romántico también lo está. Confío en la canción, en su estructura, en su equilibrio. Si uno se mantiene en estructuras clásicas y en texturas de sonido tradicionales, eso no cambia”.