La invasión china llegó al barrio porteño de Once

Como nunca, abarca productos de distintos rubros, desde electrónica hasta el cotillón navideño. Avance sin freno

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Por GERMÁN LÓPEZ

La ola de artículos importados desde China se instaló en el corazón de Once y el barrio comercial porteño explota por estos días con una oferta del gigante asiático que supera todo lo visto hasta ahora.

El epicentro de este desembarco se concentra en las intersecciones de Sarmiento, Larrea y Azcuénaga, donde casi todos los locales, de múltiples rubros, están atendidos por comerciantes de ese origen.

La oferta abarca desde electrónica, cotillón navideño, juguetería y bazar hasta artículos para barbería y peluquería, todo a precios bajos que vuelven casi imposible la competencia de productos nacionales o de otros mercados.

Para darse una idea: una caja de bolas navideñas medianas (15 unidades) se vende a $5.700; un pack de luces decorativas LED cuesta $3.700; y en el mismo local, una afeitadora eléctrica Kemei para mujer alcanza los $25.000.

Zatys, una tienda de cosméticos ubicada en Sarmiento al 2.500, comercializa gran cantidad de artículos chinos a precios convenientes: kit de tintura $4.800, peine de punta de acero $800 y delantal de barbería $4.500.

Esteban, argentino —una rara avis en este universo oriental— administra un local en Larrea al 300 perteneciente a una cadena de jugueterías. Explicó que el 99 por ciento de lo que vende es chino. “Es de muy buena calidad y el precio es inmejorable”, asegura mientras mostraba muñecos de silicona.

“El nivel de escala de producción es gigantesco. Tienen una superproducción que les permite ofrecer precios con los que no se puede competir”, agregó.

A pocas cuadras, en Sarmiento al 2.400, Wang tiene un comercio de electrónica, audio e insumos para celulares. La mayoría de sus productos también son de origen chinos, aunque reconoce que, pese a los precios accesibles, “por ahora hay mucho movimiento y poca venta”.

Aun con un consumo frío, el comercio de la zona se prepara para una posible reactivación con la llegada de las fiestas. De hecho, la expansión de locales chinos no se detiene: siguen abriendo persianas en previsión de un repunte fuerte hacia fin de año.

EL TEXTIL, OTRO RUBRO CASTIGADO

Este boom de importaciones es respaldado por estadísticas de la Fundación ProTejer, elaboradas en base a datos del Indec y fuentes privadas. En el rubro textil, la importación desde China creció por encima del promedio general.

Según esos registros, entre 2024 y 2025 las compras externas de productos para indumentaria (materias primas, hilados, tejidos, prendas y confecciones) aumentaron 109%. Hoy, el 70% de lo que ingresa al país en ese rubro proviene del gigante asiático.

 

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