"Antes había amonestaciones": el reclamo de docentes y preceptoras tras las agresiones en el Normal 2
| 5 de Noviembre de 2025 | 14:47
Una compañera de la preceptora herida al intentar frenar una pelea entre alumnos en el Colegio Normal 2 de La Plata rompió el silencio y dejó un testimonio cargado de preocupación y enojo por el clima que se vive dentro de las escuelas. “Hoy los chicos pueden hacer lo que quieran y nosotros no podemos hacer nada”, dijo la mujer, que pidió ser identificada solo como Mónica.
Como anticipó en exclusiva EL DIA, la escena que desencadenó el episodio ocurrió cerca del mediodía del martes, alrededor de las 11.40, cuando un estudiante que había sido expulsado ingresó nuevamente al edificio y comenzó a agredir a un compañero. En medio del conflicto, una preceptora intervino para separar y terminó herida.
“Mi compañera está bien, pero estuvo shockeada. No lo podía creer. Es una situación que te supera, porque no estamos preparados para esto”, contó Mónica.
“Yo estudié para enseñar, no para rezar que no me pase nada”
El relato de la trabajadora deja al descubierto el malestar de buena parte del personal docente y no docente ante la falta de herramientas para actuar frente a episodios de violencia.
“Tengo 42 años. Antes había amonestaciones, sanciones, y ahora los chicos pueden hacer lo que quieran, romper lo que quieran, y nos tenemos que quedar de brazos cruzados”, expresó.
“Yo estudié cuatro años de docente para trabajar, enseñar, no para que me estén pegando o rezar que no me pase nada. No es justo”, agregó con impotencia.
La preceptora señaló que hace tres años trabaja en el Normal 2 y que la preocupación por los hechos de violencia viene de larga data. “Me entristece lo que pasa en todas las escuelas. Hoy va a ser una jornada de escucha. La directora le pone toda la garra, pero si los inspectores no se ponen las pilas, esto va a seguir. En 2030 esto va a ser tierra de nadie. Entristece venir, quiero trabajar dignamente, como todas mis compañeras.”
Una advertencia ignorada
Según contó, ese mismo martes había advertido en el grupo institucional de WhatsApp sobre el clima tenso que se vivía en el colegio. “A las 8.40 escribí: ‘¿Están esperando una tragedia?’”, relató.
Tres horas después, su mensaje se volvió premonitorio.
Mónica también detalló que el agresor “había sido expulsado” y que logró entrar “porque la puerta siempre está abierta a la mañana”. “Eso me da miedo, porque yo estoy justo en una de las puertas centrales”, explicó. “Estaba el portero, pero siempre hay movimiento, entran y salen alumnos, y en ese contexto cualquiera puede ingresar”.
“Hay que recuperar las normas”
En su reflexión final, la trabajadora planteó que el problema no es aislado, sino estructural. “No sé cuál sería la solución. No sé quiénes generan esto, pero el sistema debería ser el de antes: el chico tiene que saber que hay una norma, que hay que cumplirla, que hay un derecho en el otro chico. Los que están tranquilos en el aula quieren estudiar”, afirmó.
El testimonio de Mónica resume una sensación extendida entre los equipos escolares: la de sentirse desprotegidos en un sistema que, según dicen, ha perdido herramientas para sostener la autoridad y garantizar la seguridad dentro de las aulas.
Mientras tanto, en el Normal 2 la jornada posterior al hecho fue declarada “de escucha”, con acompañamiento psicológico para docentes y estudiantes. Pero la pregunta que dejó flotando la preceptora sigue resonando entre pasillos y pizarrones: ¿Están esperando una tragedia?
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