BARF: mitos, verdades y viandas platenses para perros y gatos

Huesos, carne, vísceras y vegetales forman parte de una alimentación natural. Especialistas analizan: de la salud a los costos

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Macarena Mazzola

mmazzola@eldia.com

Hace miles de años, cuando perros y gatos todavía eran animales salvajes, su alimentación dependía de la naturaleza. Cazaban para sobrevivir y se nutrían de carnes crudas, huesos y vegetales. Con la domesticación, ese instinto se fue diluyendo y la dieta natural dio paso a la comodidad: la comida balanceada. El nuevo ritmo de las familias modernas y la industrialización hicieron del alimento seco una opción práctica, pero no necesariamente saludable. Es por eso que hoy una corriente busca recuperar aquella esencia natural.

La dieta BARF - Biologically Appropriate Raw Food o “Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada” - apunta a devolverles a las mascotas una nutrición más cercana a su origen carnívoro. “Tanto el perro como el gato son carnívoros. El gato, incluso, es un carnívoro estricto. Su cuerpo está preparado para obtener los nutrientes de la proteína animal”, explicó Luciana García, médica veterinaria UNLP especializada en nutrición y comportamiento.

El método se basa en ofrecer huesos carnosos, carne cruda, vísceras y vegetales frescos. A esa base se le suman suplementos específicos que aportan micronutrientes esenciales, como zinc, selenio y magnesio. “No alcanza solo con la carne y los vegetales. Hay que equilibrar y suplementar para evitar déficit”, aclaró la profesional.

El movimiento BARF nació en los años ‘90 de la mano de un veterinario australiano, Dr. Ian Billinghurst, que cuestionó la alimentación industrial y propuso volver a un esquema más natural como lo hacían sus ancestros los lobos. Hoy, esa filosofía se expande en todo el mundo y también gana terreno en la región.

“El alimento balanceado trajo una solución práctica, pero a costa de una salud más frágil. Antes los perros vivían muchos años sin enfermedades renales o tumores, algo que hoy es cada vez más frecuente. Esto, es darles lo que realmente necesitan”, explicó Martín Costantini, productor local.

BARF VS comida BALANCEADa

En la Ciudad, cada vez más emprendimientos ofrecen este tipo de alimentación. Quienes lo impulsan, aseguran que el cambio se nota en la vitalidad y el bienestar de las mascotas. “La diferencia más importante está en la hidratación, porque, con el alimento seco, su metabolismo trabaja más forzado. También hay cambios en el pelaje, mayor energía y digestiones más livianas”, explicó Costantini.

A lo largo de los años los perros y gatos, se han tenido que “acostumbrar” a la dieta artificial, significando un “doble esfuerzo en su digestión. “Con el alimento ultraprocesado su sistema no trabaja en condiciones ópticas y consumen más glúcidos o hidratos de carbono que no necesitan. Es como si una persona viviera comiendo papitas: puede sobrevivir, pero no vivir bien”, remarcó Sharon Forero, estudiante de medicina UNLP y emprendedora de comida BARF. “El alimento balanceado con suerte viene de orígenes de proteína animal”, sumó Costantini.

No obstante, además de sumar bienestar a nuestros amigos de cuatro patas, otra de las grandes diferencias es la forma de presentación y el valor de estas dos dietas. Su estructura de “viandas congeladas”, no solo se debe a que el frío mantiene las vitaminas, minerales y enzimas intactas, sino también que reduce el riesgo de proliferación bacteriana.

“En Barffit tenemos viandas de 4 kilos, snacks de garras de pollo, caldo de huesos y recreativos de fémur de vaca”, contó Martín Costantini. Con valores de $5.000 a $8.000 el kilo de comida, el emprendedor agregó: “Dentro del mercado industrial hay balanceados desde $1.000 el kilo o premium de $15.000. Pero con BARF, además de estar brindando salud a tu mascota, estas ahorrando un montón en futuras consultas veterinarias. En los gatos, depende de la comida, a los 3 años ya pueden tener problemas urinarios, entonces es una cuestión de prevención y salud”.

“Gustitos perrunos nació por la necesidad de darle una mejor alimentación a mis perros y cuando la gente veía lo bien que estaban, me comenzaron a pedir. Hacemos viandas de un kilo, tanto cocidas como crudas, para perros y gatos. Las primeras salen $6.500 y las otras $5.800, mientras que las de gato, sin verduras y con mayor porcentaje de corazón, salen $6.000”, describió Sharon Forero.

¿Una dieta para todos?

Sin embargo, lo natural no es para todos. Hay patologías que exigen precaución y una adaptación. “Es lo ideal, sí, pero hay que evaluar cada caso”, remarcó García. La transición comienza con una mezcla de alimento balanceado y comida cocida, reduciendo de a poco la cocción hasta llegar al crudo.

El movimiento abre el debate. “No es que todos tienen que dar BARF. Es informar. Si no se puede cambiar totalmente, se hace una dieta mixta o con suplementos. Hay muchas maneras de mejorar lo que comen nuestros animales”, señaló.

Viejo y bueno
• En defensa de la dieta Barf se plantea que mejora la hidratación, el pelaje y la digestión.• Con el balanceado el metabolismo trabaja el doble.• La vianda de un kilo puede salir entre 5 mil y 8 mil pesos.

 

 

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