Influencias indebidas: un fallo expuso una oscura trama judicial
Edición Impresa | 9 de Noviembre de 2025 | 03:47
Una reciente condena en juicio abreviado desnudó una vez más la oscura trama que durante mucho tiempo pareció arraigada en el corazón de la Justicia Penal de nuestra ciudad. Fue el Tribunal II, con la firma del juez Juan Carlos Estrada, que dio por acreditado que “durante los meses de febrero de 2016 hasta finales del mes de agosto de 2018 (...) mientras se sustanciaba el trámite de la IPP 06-00-047319-14 seguida contra Martín Alberto David por el delito de estafa, dos personas del sexo masculino, a cambio de un beneficio económico, ofrecieron al nombrado una mejora en su situación procesal, valiéndose para ello de la utilización de sus influencias a través de un juez integrante de la Sala V del Tribunal de Casación, quien asesoró, supervisó y coordinó las presentaciones a realizarse ante el órgano interviniente”.
El fallo refiere al papel que jugó el camarista Martín Ordoqui, actualmente preso con domiciliaria bajo sospecha de integrar una presunta organización dedicada a ese tipo de actividades, que tendría como contraprestación la recepción de sumas de dinero.
Quien fue condenado en juicio abreviado es Fernando Rafael Galimberti (67), al que encontraron responsable del delito de “tráfico de influencias agravado” y por el que pactó una pena de 2 años de prisión en suspenso, recibió una inhabilitación perpetua para cargos públicos, tendrá que fijar residencia, presentarse en forma trimestral ante el Patronato de Liberados y efectuar una donación de $100 mil a la Cooperadora del Hospital de Niños “Sor María Ludovica”.
Galimberti es un abogado que nunca se matriculó y que, de acuerdo a esta resolución, buscó en Enrique Petrullo -sindicado como un operador clave en este entramano- la manera más directa de llegar a Ordoqui en su intención de darle una mano a David.
Siempre a decir de la sentencia del TOC II, David había sido denunciado por la apropiación fraudulenta de un inmueble rural y acciones societarias propiedad de quien resultara ser su poderdante, María Ester Arrix, quien expresó que el nombrado, en su carácter de contador público, apoderado y principal responsable de la administración y cuidado de su patrimonio, aprovechó la circunstancia que la denunciante se encontró convaleciente por casi dos años por haber sufrido un accidente automovilístico, que le provocó heridas graves que la imposibilitaron física y psicológicamente.
“Para ello, según constancias de la causa, abusó de sus facultades como apoderado realizando una compleja maniobra que implicaba haber hecho firmar a la Sra. María Ester Arrix poderes de administración y disposición para apoderarse de los bienes, como también boletos de compraventa por acciones societarias (...) que transfirió en forma inmediata (...) por un monto sospechosamente menor al precio de mercado”, indicó Medrano.
La causa madre contra David –por competencia- se instruyó finalmente en el Departamento Judicial de Dolores, donde quedó elevada a juicio, pero aún sin radicación, por distintos planteos defensistas en las instancias de alzada.
También hay reclamos en sede civil en busca de la reparación de los daños y perjuicios que denuncia Arrix, con la representación de los abogados platenses Alfredo Gascón y Miguel Molina.
En los fundamentos del juicio abreviado, en el que intervino el fiscal Mariano Sibuet, el TOC II menciona en detalle cómo operó la maniobra que llevó la causa contra David a un archivo, después revocado por decisión de la Fiscalía General local, y hasta los apodos con los que Ordoqui, Petrullo y Galimberti llamaban a los distintos actores del juego, varios de ellos llamativos: “Isidorito”, “bailarín”, “opus” y “los amigos del pejerrey”.
Esas conversaciones, plasmadas en autos, “acredita la existencia de un acuerdo previo y de un precio para que un juez de Casación asesore, supervise las presentaciones judiciales en la causa y utilice su influencia dentro del Poder Judicial a fin de lograr un mejoramiento de la situación procesal de Alberto Martín David”, se refirió en la sentencia.
Martín Ordoqui, ex juez de Casación, espera en prisión domiciliaria la fecha de debate
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE