Inquietud por casos de hantavirus en el territorio bonaerense

Edición Impresa

Los datos sobre un incremento de los casos de hantavirus registrados en nuestro país en 2025, detallados por el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) y que volvieron a ubicar a la región Centro -con la provincia de Buenos Aires como jurisdicción más conflictiva y principal foco de infección viral- obligan a las autoridades a reforzar las campañas sanitarias.

Cabe señalar que desde hace algunos años esa zona reúne la mayor parte de los contagios que se confirman en el país y concentra también la mayor cantidad de fallecimientos asociados a la enfermedad. Aunque la incidencia comparativa por población es más elevada en la Patagonia, la mayor carga de enfermos y de fallecidos se concentra este año en el corredor central del país, donde se ubica la mayor parte de la población urbana y periurbana expuesta a ambientes con presencia de roedores.

La curva histórica muestra que el 90 por ciento de los casos se concentra entre septiembre y abril. Para la temporada 2025-2026, el comportamiento mantiene ese patrón: el aumento coincide con los meses de mayor actividad al aire libre y con el uso de viviendas o galpones que permanecieron cerrados.

El informe subraya que la transmisión se vincula con la circulación de roedores silvestres —reservorios naturales del virus— y con actividades humanas que generan exposición, especialmente en áreas rurales y periurbanas. La limpieza de espacios cerrados, la remoción de materiales en desuso y el ingreso a estructuras abandonadas son los momentos de mayor riesgo de inhalación de partículas contaminadas.

Se conoce que para prevenir el hantavirus, no se debe entrar en contacto con la orina y excrementos de las ratas y evitar la acumulación de basura. También se recomienda utilizar guantes y botas para desratizar, no bañarse en aguas que pudieran estar contaminadas.

En el caso de la periferia platense, los habitantes de distintas zonas vienen reclamando desde hace muchos años por la ausencia del servicio de recolección de basura o, en el mejor de los casos, por la irregularidad con la que se cumple allí por donde pasa. La proliferación de basura en la vía pública –originada en algunos casos por las deficiencias del servicio de recolección y, en su mayoría por la desaprensión absoluta de muchos vecinos que arrojan residuos en cualquier lugar- agrava notablemente el cuadro de por sí ya preocupante.

Pero también está planteada en otros puntos de la periferia la incompatibilidad existente ahora, a partir del mantenimiento de técnicas de producción en algunos criaderos de pollos, que acumulan el estiércol para emplearlo como abono.

Lo cierto es que el hantavirus, en definitiva, se ha transformado en un mal endémico en nuestra región. Y desde 1998 -cuando se detectó el primer caso- hasta ahora ya ha cobrado más de una veintena de vidas, sólo en nuestro distrito. No hay margen, entonces, para la indiferencia. Distintos organismos del Estado deben comprometerse, tanto en la órbita provincial como municipal, para levantar barreras y disponer medidas de defensa muy enérgicas ante el avance de esta amenaza.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE