Destacada participación de la UNLP en el informe medioambiental de la ONU que abre serios dilemas para la humanidad
| 17 de Diciembre de 2025 | 08:39
La Séptima Edición del Global Environment Outlook: A Future We Choose (GEO-7), publicada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), presenta la evaluación más exhaustiva realizada sobre el medio ambiente global en la última década. El documento, resultado del trabajo realizado durante tres años por 287 científicos pertenecientes a distintas disciplinas de 82 países, entre los que se encuentra una investigadora de la Universidad Nacional de La Plata, revela una elección crucial para la humanidad: continuar por un camino de degradación o invertir en la salud planetaria para asegurar beneficios económicos y sociales masivos.
El trabajo contó con la contribución de cuatro científicos de Universidades Nacionales: la Dra. Sandra Torrusio, secretaria de Investigación de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, la Dra. Karina Miglioranza de la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Dra. Patricia Macagno de la Universidad Nacional de Moreno y de la Dra. Leila Devia de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
El GEO-7 subraya que la degradación ambiental, impulsada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la desertificación y la contaminación, ya está cobrando millones de vidas y costando billones de dólares anualmente a las economías.
Según el documento, el costo económico de los daños a la salud derivados de la contaminación del aire alcanzó aproximadamente los US$ 8.1 billones en 2019, lo que equivale al 6.1% del PIB global. Se estima que entre el 20% y el 40% de la superficie terrestre mundial está degradada, afectando a más de tres mil millones de personas.
Si se continúa con el modelo de “negocios sin cambios”, el aumento de la temperatura global superará probablemente los 1.5°C a principios de la década de 2030, y el cambio climático podría reducir el PIB global anual en un 4% para 2050.
Participación de la UNLP
La contribución de la Dra. Sandra Torrusio estuvo focalizada principalmente en el último capítulo del Reporte presentado: Chapter 21: Driving the Transformations.
Los conceptos de co-diseño/co-construcción junto a la multiplicidad de actores para alcanzar las soluciones sostenibles, incluso considerando a la naturaleza como un actor, el uso de la tecnología y el acceso a los datos, los motivadores sociales que empujan los cambios, poner en valor los conocimientos locales y de las comunidades originarias, permitieron arribar a los principales mensajes finales. Es necesaria una transformación para el planeta y su gente, ya no alcanza con recorrer períodos de transición, se necesita transformar y a un ritmo acelerado, y que en ese camino nadie pierda.
Las recomendaciones incluyen: ensar en cambiar barreras en oportunidades, identificar en cada región agentes de cambio, promover los cambios de conducta/comportamiento desde el individuo hasta la sociedad y los gobiernos, promover acuerdos regionales e internacionales con objetivos ambientales, sociales y económicos.
La interacción entre los expertos de los distintos países, la pluralidad de temáticas vinculadas y organizar cada uno de los contenidos fue una labor desafiante también.
Posibles soluciones
Frente a la crisis, el informe presenta dos caminos de transformación basados en cambios de comportamiento o avances tecnológicos, que demuestran que la inversión en la salud planetaria supera con creces el costo de la inacción. Las aproximaciones que involucran a toda la sociedad y al gobierno para transformar sistemas clave podrían generar beneficios macroeconómicos globales de US$20 billones por año para 2070.
Entre los beneficios sociales proyectados se encuentran:
• Se podrían evitar nueve millones de muertes prematuras para 2050, tan solo mediante la reducción de la contaminación del aire.
• Casi 200 millones de personas podrían salir de la desnutrición y más de 100 millones de la pobreza extrema para 2050.
Para lograr cero emisiones netas para 2050 y asegurar los fondos adecuados para la conservación y restauración de la biodiversidad, se requiere una inversión anual de aproximadamente US$8 billones hasta 2050.
El GEO-7 hace un llamamiento directo a diversos actores, incluidos gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los círculos académicos, para que reconozcan la urgencia de la crisis ambiental y colaboren en el codiseño e implementación de políticas integradas.
Según GEO-7 es necesario impulsar transformaciones radicales en en cinco áreas clave:
1. Economía y Finanzas: Promoviendo métricas de riqueza inclusivas que vayan más allá del PIB y valoren el capital natural y humano.
2. Materiales y Residuos: Investigando el diseño circular de productos y el cambio de patrones de consumo hacia la circularidad.
3. Energía: Aportando conocimientos para descarbonizar el suministro y abordar el acceso y la pobreza energética.
4. Sistemas Alimentarios: Desarrollando dietas saludables y sostenibles y mejorando la eficiencia productiva.
5. Medio Ambiente: Acelerando la restauración de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y respaldando la adaptación climática a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza.
El trabajo de la ONU enfatiza que considerar diversos sistemas de conocimiento, incluyendo el conocimiento local e indígena, es vital para lograr transiciones justas que aborden el bienestar humano y la sostenibilidad ambiental. De esta manera, las instituciones académicas tienen el mandato de construir sobre el progreso ya alcanzado, como los acuerdos globales sobre el clima y la biodiversidad, para impulsar un futuro próspero y sostenible
Según el documento, el costo económico de los daños a la salud derivados de la contaminación del aire alcanzó aproximadamente los US$ 8.1 billones en 2019, lo que equivale al 6.1% del PIB global. Se estima que entre el 20% y el 40% de la superficie terrestre mundial está degradada, afectando a más de tres mil millones de personas.
Si se continúa con el modelo de “negocios sin cambios”, el aumento de la temperatura global superará probablemente los 1.5°C a principios de la década de 2030, y el cambio climático podría reducir el PIB global anual en un 4% para 2050.
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