Comerciantes denuncian “desidia total” por la venta callejera ilegal en Mar del Plata

Desde la UCIP advierten falta de control en Mar del Plata, denuncian competencia desleal y exigen rediscutir el uso del espacio público de cara al verano 

A pocos días del inicio de la temporada de verano, comerciantes de Mar del Plata volvieron a encender la alarma por el crecimiento de la venta callejera ilegal en distintos puntos de la ciudad y denunciaron una ausencia total de controles por parte de las autoridades. Desde la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) aseguran que la situación “se desmadró” y genera un fuerte perjuicio económico, social y urbano.

Puestos instalados casi de manera permanente ofrecen lentes de sol, juguetes, ropa, artículos de bazar, perfumería, electrónica y productos navideños, muchas veces frente a comercios habilitados que cumplen con impuestos, alquileres, sueldos y normativas vigentes. Según advierten desde el sector, esta situación configura una competencia desleal y afecta tanto a comerciantes como a vecinos y turistas.

El presidente de la UCIP, Blas Taladrid, fue contundente al describir el escenario actual. “No hubo ningún avance en cuanto a controlar o a solucionar esta situación por parte de las autoridades. De hecho, nosotros vemos que sobre Luro prolifera cada vez más. Tenemos vendedores hasta en la misma puerta de la UCIP”, afirmó en diálogo con LA CAPITAL. Además, remarcó que no se trata de venta ambulante: “Siempre es la misma persona en el mismo puesto, con la misma cantidad de productos”.

Taladrid sostuvo que detrás de esta modalidad existen estructuras organizadas: “Lo que nosotros notamos y denunciamos es que detrás hay organizaciones que lucran con la vulnerabilidad de la gente”.

Uno de los puntos más críticos señalados por la entidad es Plaza Rocha, donde, según el dirigente, la situación “se desmadró por completo”. Allí, explicó, la problemática ya no impacta solo en los comercios, sino también en la vida cotidiana de los vecinos. “Se alquilan tablones, hay un sindicato que tiene una ‘oficina’ ahí adentro, hay problemas de seguridad y los productos robados muchas veces terminan ahí. Los vecinos han venido a reuniones con miedo, incluso con miedo de salir en fotos o de hablar públicamente”, relató.

El deterioro del espacio público también fue destacado por Taladrid, quien describió escenas que afectan la convivencia urbana: “No pueden sacar a pasear el perro, no pueden hacer una vida normal. Antes la plaza era un punto lindo de la ciudad y hoy hay comercios que algunos días no tienen clientes porque la gente no quiere ir. Tienen miedo de estacionar, miedo de salir”. A esto sumó situaciones de insalubridad, consumo de drogas y caída del valor inmobiliario en la zona.

La avenida Luro y la Playa Bristol aparecen como otros focos de preocupación. En particular, Luro es considerada la principal puerta de entrada para miles de turistas. “La mitad de los turistas que entran a Mar del Plata lo hacen por Luro, en auto o en micro. Esa es la primera imagen que tienen, y hoy es una postal denigrante”, sostuvo. De cara al verano, advirtió que el escenario podría agravarse: “Ahora llega el turismo y esto se va a incrementar. La imagen que se llevan es de desidia total”.

Desde la UCIP aclararon que no cuestionan el trabajo artesanal ni las ferias organizadas, pero marcaron una clara diferencia. “Una cosa es el artesano que hace un sahumerio, un anillo con una moneda, un mate, que tiene una capacidad productiva limitada. Y otra muy distinta es el que vende medias, calculadoras, juguetes o productos importados en negro, donde se nota que atrás hay capital”, explicó Taladrid. Y agregó: “Muchos puestos venden lo mismo que los comercios en regla, pero sin facturar, sin pagar impuestos, sin ningún tipo de control”.

El dirigente también puso el foco en la dimensión social del problema. “Esto no se aborda ni desde lo social, ni desde lo laboral, ni desde lo político”, afirmó, al describir condiciones de explotación y vulnerabilidad de quienes trabajan en los puestos. “Estoy seguro de que esos trabajadores quieren un trabajo en blanco, con derechos, con un baño, con cobertura si se enferman. Pero hoy están en una situación de absoluta vulnerabilidad”, añadió.

Otro de los reclamos centrales apunta a la falta de controles y a la responsabilidad política. “Esto pasa a dos cuadras de la Municipalidad. Hay una decisión de no controlar”, sostuvo Taladrid, quien enumeró la ausencia de controles municipales, impositivos, aduaneros, laborales y sanitarios. También advirtió sobre la venta de alimentos sin habilitación y de productos que afectan la salud, como lentes de sol sin protección adecuada.

Finalmente, desde la UCIP reclamaron abrir un debate profundo sobre el uso del espacio público en Mar del Plata. “Sería interesante dar un debate profundo sobre el uso del espacio público, las ferias, los puestos. Todo esto hay que rediscutirlo”, planteó Taladrid, y concluyó: “Faltan políticas de largo plazo y un plan estratégico. Mientras tanto, los comerciantes sienten indignación y la sensación de que nadie se hace cargo”.

Mar del Plata

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