Gimnasia: pasó de sufrir al borde del abismo a soñar con el torneo en menos de dos meses
Edición Impresa | 28 de Diciembre de 2025 | 02:10
01. EL PENAL DEL MONO EN RIVER
La noche del Monumental se encaminaba a una victoria tripera después de 20 años que significaba la salvación. El equipo defendió con uñas y dientes, Alejandro Piedrahíta desequilibró y Marcelo Torres cambió por gol el penal en una de las únicas llegadas del equipo. Sin embargo, Nazareno Arasa dio 9 minutos de adición y cobró un penal inventado que Nelson Insfrán le atajó al colombiano Miguel Borja en el minuto 60 del complemento. Fueron todas las sensaciones del año condensadas en esos minutos mientras se debatía sí había o no infracción de Gastón Suso. La atajada del Mono significó no solo la salvación de una situación muy comprometida sino el punto de quiebre de la campaña albiazul, que desde ese triunfo encadenó cinco victorias consecutivas y un mejor funcionamiento del equipo.
02. PAPELÓN EN LA ELIMINACIÓN CON CTRAL. CÓRDOBA
El ciclo de Diego Flores nunca mostró nada positivo y el partido por la Copa Argentina ante Central Córdoba de Rosario, equipo de la Primera C, significó una oportunidad que no supo aprovechar. La victoria sobre Platense con el gol de Garayalde de cabeza parecía que le salvaba el pellejo, pero no aprovechó la vida extra. Jugó flojo, pero se puso en ventaja con un tanto de Bautista Merlini. El Charrúa le empató sobre la hora y fue derrota tripera 5 a 4 en los penales. Desde ese momento, la suerte quedó echada. Mariano Cowen, Mariano Messera y Marcelo Gauna le dijeron “no va más”. Así, el papelón de San Nicolás marcó el punto final para el DT cordobés en el banco del Lobo, que nunca demostró estar a la altura de un banco caliente como el de Gimnasia.
03. “QUE SE VAYAN TODOS...”
La acumulación de malos resultados durante los últimos tres años hizo que los hinchas perdieran la paciencia en el Clausura. Fueron varios los partidos en el Bosque que tuvieron el clásico “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, con insultos a la CD de Mariano Cowen. Los reproches habían alcanzado a Diego Flores en el primer semestre y Orfila se fue en un clima caliente en el choque ante Talleres, donde también los jugadores fueron blanco de críticas. Recién en el final del torneo, Zaniratto trajo aire fresco y llevó al Lobo a pelear el Clausura, algo impensado apenas 50 días antes. Además, el final del mandato de la anterior Comisión Directiva y las inminentes elecciones ayudaron a un mejor clima en el partido con Vélez, el único que se jugó en el Bosque antes de la semifinal con Estudiantes.
04. ZANIRATTO LOS CONVENCIÓ DE INTENTAR JUGAR
El DT albiazul fue el diferencial de la campaña tripera. El debut en su segundo interinato fue poco auspicioso, con una derrota sin atenuantes en el clásico. Sin embargo, el grueso de las decvisiones las tomó para ese partido: el ingreso de Enzo Martínez por Suso y la dupla Max-Barros Schelotto en el centro del campo. Después del clásico, entró Panaro por Castro, Merlini fue más cerca de Marcelo Torres y se sumaron el colombiano Piedrahíta o Jeremías Merlo. Cuando los hinchas pensaban en una salvación milagrosa, Lucho Zaniratto convenció a los jugadores, funcionaron los ingresos, sumó cuatro o cinco pases antes de buscar el desequilibrio y el equipo encadenó cinco victorias al hilo, con 10 goles a favor y solamente uno en contra.
05. ORFILA Y UN PASO SIN LUCES
Para el Torneo Clausura, la dirigencia contrato a Alejandro Orfila para reemplazar a Diego Flores al frente del plantel. El uruguayo tuvo un veranito pero enseguida perdió el rumbo, hizo muchos cambios en el equipo pero sostuvo siempre una mitad de la cancha livianita con el tándem Seoane-Garayalde que fue su perdición. El uruguayo había llegado con la venía de AFA y Agremiados pero nunca demostró pergaminos para dirigir al Lobo. Fue despedido tras la derrota ante Talleres en una decisión comunicada por la dirigencia en su domicilio particular un par de días después de esa última derrota. Además de no encontrar nunca el juego del equipo, el entrenador se enfrentó a Lucas Castro, a quien terminó marginando del equipo en las últimas fechas de su gestión al frente del plantel albiazul.
06. LA SALIDA DE MÉNDEZ FUE UN MAL PRESAGIO
Marcelo Mendez estuvo a punto de irse de Gimnasia a fines de 2024, cuando tras la derrota con Platense cuestionó a sus futbolistas con la frase “queremos jugadores que dignifiquen la profesión”. Se quedó, hizo la pretemporada y el mercado de pases, pero algo se había roto definitivamente. Desde la venta de Benjamín Domínguez y los problemas de Matías Abaldo había perdido el desequilibrio por afuera y nunca encontró un Plan B, al punto de probar como externos a jugadores como Pablo De Blasis y Santino Primante, con características para otro tipo de juego. En 2025, alcanzaron apenas dos partidos para que el uruguayo presentara la renuncia, dando pasó al primer interinato de Fernando Zaniratto. Méndez había entusiasmado en sus primeros partidos, pero luego nunca puso sostener ese nivel. No debió haber empezado el año con semejante inseguridad.
07. EL CHELO FUE UN HALLAZGO
Llegó de la segunda división del fútbol emiratí con pasos previos por Chipre y Estonia. Sin embargo, la llegada de Marcelo Torres fue el único pleno de la Secretaría técnico. Volvió al fútbol argentino luego de siete temporadas, con un último paso a préstamo en Banfield. El delantero enganchó enseguida en Gimnasia, mostró técnica y olfato de gol, virtudes que lo llevaron a la Selección juvenil, dónde hizo dupla con Lautaro Martínez y fue goleador en el Sudamericano Sub 20 de 2017 en Ecuador. Con siete tantos, fue el goleador del equipo tripero en el Clausura, demostró que está vigente y que es inteligente para adaptarse al juego del equipo. A los 28 años, buen acompañado, puede seguir creciendo en el equipo y deparar buen dinero a futuro, ya que está cedido en Gimnasia que podrá negociar para quedarse con la ficha que es del propio jugador.
08. OTRA VEZ NELSON INSFRÁN FUE EL MEJOR DEL AÑO
Cómo en 2023, Nelson Insfrán demostró que es de los arqueros más determinantes de los últimos años en el Lobo. Si aquella vez sacó la pelota del partido ante Colón que le permitió a Gimnasia mantener la categoría (y fue el inicio de un suplicio interminable para el pueblo sabalero), este año tapó penales claves ante Sarmiento en Junín y River en el Monumental que podrían haber torcido la historia. La personalidad del Mono fue una piedra basal de la campaña. Y pensar que Orfila quiso sacarlo del equipo en la previa del partido ante Sarmiento. El Mono había comenzado el año como suplente de Ingolotti (que llegó de la mano de Méndez) y fue Fernando Zaniratto quien le dio la titularidad en el partido ante Deportivo Español por la Copa Argentina durante su primer interinato. Otro acierto más de Lucho en 2025.
09. EL HEREDERO, LA REVELACIÓN
Zaniratto sorprendió con la titularidad para Nicolás Barros Schelotto en el clásico de octubre. Un apellido ilustre en un momento complicado para el equipo. Hijo de Guillermo, se convirtió en otro de los nombres de una dinastía ilustre que comenzó con su abuelo Hugo, quien fue presidente del club en el aciago 1983, cuando la institución quedó acéfala. El pibe no jugó bien ese primer partido, pero el DT lo respaldó y mostró juego, pegada y panorama para ser un volante distinto, de los que Gimnasia hace tiempo no saca del semillero. El juvenil de 19 años empezó el año en Los Angeles y lo terminó como titular en su Lobo amado. Soñado para el pibe, que más allá de estar en el primer mundo siempre la decía a su primo Bautista (que este año jugó en Platense) que deseaba jugar en el fútbol argentino. Por eso, cuando Zaniratto lo vio y quedó impresionado por su nivel, Nico hizo todo lo que estaba a su alcance para regresar al Lobo, donde había iniciado su carrera en Infantiles.
10. TORRES A PLATENSE, EL GOL
Gimnasia debía ganarle a Platense en Vicente López para ingresar a los playoffs y ya estaba encaminado por el tanto de Manuel Panaro, pero comenzó a liquidarlo con el golazo de Marcelo Torres. Condujo la contra Jeremías Merlo, que soltó la pelota justa para el Chelo y lo dejó mano a mano con el arquero. El 32 tripero tocó la pelota por un lado y la fue a buscar por el otro para rematar cruzado, casi sin ángulo. Fue un golazo del delantero surgido en Boca, con visión, inteligencia y técnica individual para una definición muy difícil. Mención especial para otro gol de Torres, la bomba desde la puerta del área ante Unión, otro golazo a pesar de la posterior derrota del conjunto mens sana ante el Tatengue (1-3) por la fase regular del campeonato. PD 2025: Carlos Anacleto arrasó en las elecciones y asumió como nuevo presidente por un período de tres años, hasta 2028.
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