Eterna condena: en los barrios, ni la cisterna alivia la falta de agua

Sin poder ducharse, cocinar o ir al baño, muchas familias deben sobrevivir día a día sin el suministro. Botellas, baldes y bidones, la salida

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Todas las noches, antes de irse a dormir y casi como un ritual, Ofelia deja un balde vacío en su patio, debajo de una canilla abierta. Durante años, la esperanza de que al despertar esté lleno nunca se perdió. Sin embargo, a la mañana el panorama es el mismo de siempre: el agua no llegó ni a la mitad. En su vivienda de 80 y 22, en Altos de San Lorenzo, esa ceremonia nocturna se repite desde hace más de 40 años.

“Me tengo que ir a bañar a la casa de mi hijo, a varias cuadras de acá, porque no puedo ni ir al baño. Para cocinar me trae bidones desde su casa, no tengo otra manera. Y para beber me compro botellas de agua cuando pasa el sodero”, relató la vecina, quien con sus 80 y tantos se encuentra cansada de reclamar. “A la noche, muy de vez en cuando, se llena la mochila del baño, lo que es un alivio, porque se hace muy difícil no poder tirar ni siquiera la cadena del inodoro”, agregó.

En tanto, su hijo Adrián advirtió que la situación se vuelve aún más crítica para los adultos mayores del barrio. “En 80 y 22 viven personas de más de 90 años, que no pueden acarrear bidones. El problema más intenso viene desde el 9 de diciembre: durante todo el día no llega ni una gota, no hay nada de presión, ni siquiera en la canilla de abajo”, aseguró.

El reclamo no es algo aislado y se repite a lo largo del barrio. Salvador Iovine, vecino y comerciante de 22 y 80, vive en la zona desde que nació, hace 50 años, y definió la falta de agua como un problema eterno. “Hubo alguna época en la que mejoró un poco, pero ahora nada”, resumió mientras señalaba una canilla abierta de la que no sale una sola gota. Su vivienda está conectada a una cisterna que hoy permanece vacía y que solo se carga de noche, cuando llega algo de presión. “Le pagamos el agua a ABSA igual, esto es histórico”, remarcó.

En los días de calor, la situación se vuelve límite. “Tenés que estar rogando que a la noche te entre algo y tratar de no gastar. ¿Cómo hacemos? Rezamos”, graficó. Según explicó, el agua nunca llegó de manera natural al tanque elevado de su casa, por lo que debió instalar bombas cada vez más potentes, una solución que -aseguró- se repite en todas las casas.

Una mirada similar es la de Omar, vecino de la calle 80. “Después de las diez de la mañana ya no sale más. A la noche carga un poco, pero es un tanque para cinco departamentos y no alcanza”, describió. Si bien el problema lleva décadas, calculó que se agravó en los últimos dos años. “Empezaron las tomas y el crecimiento del barrio, y la red no alcanzó para todos. De mil personas pasamos a ser tres mil o cuatro mil, pero la infraestructura es la misma”, señaló.

Lejos de limitarse a un solo sector, la falta de agua afecta a numerosos puntos de La Plata y la Región. Vecinos de 121 entre 64 y 65 denunciaron estar sin suministro desde el 3 de octubre, sin poder bañarse, lavar ropa ni cocinar, pese a haber realizado reiterados reclamos. En Villa del Plata, Punta Lara, residentes aseguraron que desde hace cuatro años el agua se corta todas las noches y que, en el último mes, la presión es tan baja que ni siquiera alcanza a una canilla ubicada casi al ras del suelo.

Situaciones similares se registraron en Los Hornos, San Carlos, el barrio Cementerio y otras zonas del oeste y sur platense, donde las familias afirmaron que deben recurrir a bidones, bombas eléctricas y la ayuda de familiares para cubrir necesidades básicas. En algunos casos, además, los vecinos alertaron sobre la mala calidad del agua cuando logra salir, con fuerte olor o sabor a cloro.

En este contexto, en todos los barrios afectados, los vecinos coinciden en que realizaron reclamos formales ante ABSA, tanto por vía telefónica como digital y presencial. Sin embargo, no obtuvieron respuestas concretas ni soluciones definitivas.

Ante esta situación, EL DIA consultó a la empresa ABSA para conocer las causas de la falta de agua y las medidas previstas para normalizar el suministro en las zonas afectadas. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta oficial.

 

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