Discrepancias por los cargos en el Bapro: la "solución", entre la creación de cargos y sorteos
Edición Impresa | 7 de Diciembre de 2025 | 03:58
Carlos Barolo
Luego de disparar una polémica de grandes proporciones, la suerte de los 14 nuevos funcionarios que fueron designados para sumarse al directorio del Banco Provincia aparece atada a los caprichos del azar. El Senado votó por amplia mayoría la expansión de ese organismo para incluir a dirigentes alineados a distintos bloques políticos y dio un paso decisivo para consolidar esos nombramientos. Sin embargo, quedaron algunos cabos sueltos.
La modificación de la carta orgánica del Bapro que se terminó aprobando, fue para incluir a los nuevos integrantes. Los ocho directores que acompañan al Presidente de la institución pasarán a ser nueve. Pero además, se crearon tres cargos de directores asociados y una sindicatura que integrarán otros dos funcionarios.
Fue una de las monedas de cambio para que Axel Kicillof reuniera los dos tercios de los votos en la Legislatura de modo de poder contar con la autorización para endeudarse por cerca de 3,600 millones de dólares. Es que tanto el peronismo en sus distintas variantes (kicillofismo, camporismo y massismo), más el PRO, los radicales y expresiones ex libertarias, terminaron levantando la mano no sin antes asegurarse representación en el directorio del Banco Provincia.
La forma en que se resolvió este tema sigue generando controversias. En la Gobernación apuntan a la figura de Sergio Massa. “Fue él el que planteó que se ampliara el directorio”, dicen cerca del mandatario provincial. El dato que aportan, poco conocido, es que esa sugerencia incluía que fuera el propio Kicillof el que resolviera la ampliación del directorio por decreto. “Nos querían hacer pagar el costo a nosotros”, braman en despachos de calle 6.
EXPANSIÓN
Por eso se dice que Kicillof terminó aceptando la expansión burocrática, pero con la condición de que fuera por ley. Una forma de comprometer a todos y dividir los destinos de las críticas que, como se suponía, llegaron a granel.
Esa lectura no coincide con la que se hace en sectores no kicillofistas y de la oposición. “Si se amplió el directorio fue porque Kicillof quería tener mayoría. Pretendía quedarse con 4 directores además del Presidente y no había lugar para el resto”, señalan.
El Gobernador, efectivamente, se quedó con cuatro de los nueve directores, además, del presidente, Juan Cuatromo. Ellos son el todavía diputado Carlos “Cuto” Moreno, el ex intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, el matancero Carlos Orsingher y Alejandro Formento, que ya se desempeña como director.
El massismo puso a Javier Osuna (intendente de Las Heras), el PRO a Marías Ranzini (alineado con Cristian Ritondo), los ex libertarios a Fernando Rozas, La Cámpora a Martín Rodríguez y la UCR-Cambio Federal al todavía senador Marcelo Daletto.
Más allá del director agregado, hay que anotar a los dos síndicos (la camporista Laura González y la senadora Gabriela Demaría, cercana al esquema de Martín Insaurralde) y a los directores asociados que son el massista Sergio Bordoni, el radical Fernando Pérez y el dirigente del PRO Adrián Urreli.
Omisión QUE GENERA PROBLEMAS
La carta orgánica del Bapro establece que los mandatos de todos los designados serán de cuatro años. Y que “se renovarán por mitades cada dos años”.
Este último aspecto es de muy difícil cumplimiento porque todos los designados arrancarán mandato y por lo tanto, la renovación por mitades a los dos años sería inviable.
Para subsanar ese problema comenzó a trascender una posibilidad: que antes de asumir los nuevos directores y los síndicos, se haga un sorteo. Así, por medio del azar, se establecería quiénes tendrán mandato de dos años para cumplir con la renovación por mitades y quiénes contarán con la suerte de seguir por cuatro.
Otras versiones indican que podría ser el propio Kicillof que, por decreto, estableciera la duración del mandato de los nuevos funcionarios para poder cumplir con lo establecido por la carta orgánica. De hecho, el mandatario utilizó ese acto administrativo para prorrogar los mandatos de algunos de los integrantes del directorio que estaban vencidos.
Sin embargo, las suspicacias rodean esa posible salida. ¿Dejará el mandatario con mandato de cuatro años a sus directores afines y reducirá a dos el de varios los funcionarios no kicillofistas?
Existe otra cuestión en danza que no debería ser pasada por alto. Si se cumpliera con lo normado en la carta orgánica del Bapro, la mitad de los designados seguirán en el cargo más allá de 2027 cuando asuma un nuevo gobernador.
Por el momento no existen certezas respecto de cómo se abordará el tema. Pero lo cierto es que tras la controvertida sesión de la Legislatura, quedó como un cabo suelto en medio del reparto de cargos que allanó el camino para que Kicillof pueda salir a tomar deuda.
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