VIDEO. “Eso que falta”: en la vida no se puede tener todo
Edición Impresa | 7 de Diciembre de 2025 | 04:51
Por ALEJANDRO ALFONZO
(Atención, aquí sucederá lo que ahora llaman “spoiler”). Tomás, un joven argentino cuyo interior está lleno de dudas, viaja temporalmente a España para cursar un posgrado. No está solo: su novia Paloma lo acompaña. Un día, atravesado por un hastío que todavía carecía de rótulo, acciona a esa soledad anhelada y decide ir a desayunar sólo, probablemente en la rambla española. Entonces, en un bar de Madrid conoce a Carmen: todo lo que no sabía que quería se había hecho de carne y deseo.
Frenético por el regreso de Paloma a Argentina, deja que el sexo, la novedad y la enjundia protagonicen su relación fulgurante con Carmen, su amante.
Pero -como todo- termina. Vuelve Paloma, él no sabe qué hacer, Carmen sale de su vida al igual que como entró: un golpe seco en el centro del pecho.
Sin más, el relato cuyo título es “Eso que falta”, termina.
El nombre del cuento es homónimo del título del libro que lo contiene, flamante obra de la escritora local Guadalupe Reboredo. La semana pasada, la platense la presentó a la vera de la librería ubicada en calle 42 entre 8 y 9.
En el estudio de EL DIA, la autora local contó su proceso de escritura, sus lecturas de hoy y más / EL DIA
SOBRE LA OBRA Y LA PROSA
A lo Raymond Carver, escritor estadounidense del siglo XX, en “De qué hablamos cuando hablamos de amor” (1981), la escritora platense, en el libro publicado por la editorial independiente y de la Ciudad, Prueba de Galera, exhibe historias descarnadas, cuyos personajes son reales: sufren, tienen miedo, son débiles y frágiles.
Los relatos son seis: “Aura”, “Suspendido”, “Ojos”, “Las juanas”, “Eso que falta” y “Haciendo pie”. En cada uno de ellos, la obsesión, la meternidad, la tensión, el paso del tiempo, los vínculos, la locura, el amor, el erotismo, el deseo, el despojo de lo material, la necesidad de lo material: los sentimientos afloran como los temáticas principales.
En “Aura”, la obsesión, la presión sobre cómo ser madre, la soledad y un vínculo de cautiverio explotan con un final impensando, inesperado. En “Suspendido”, la muerte, el suicidio son venas cuya sangre es la tensión; la pulsión de muerte. “Ojos”, en cambio, exhibe una relación honesta de amor, de devoción, de empatía.
En “Las Juanas”, la amistad, la pre adolescencia, y el paso del tiempo se escurren entre las páginas. “Eso que falta” es una historia honesta y real de amor y odio; de costumbre y apaciguamiento.
Y el último cuento “¿Haciendo pie?”: este cronista recomienda una lectura sin preámbulo, sin advertencia.
Así, Reboredo, encarna la tensión de Samanta Schweblin (autora de El buen mal, 2025; Distancia de rescate, 2014; Pájaros en la boca; 2008; entre otros) y esa sensación asfixiante de que en cualquier momento algo malo va a pasar.
Además, tópicos como la muerte, el suicidio, una malformación, el sexo violento, son temas que nos recuerdan a Mariana Enríquez y que también se dejan entrever en la prosa de la escritora local.
En cuanto a la forma del relato, la escritura no da vueltas, no busca golpes bajos, no adjetiva de más como suele hacer un archivo de la tan afamada Inteligencia Artificial. Lo que si hace es ir al grano, usar las palabras precisas, no dice: exhibe.
Los diálogos, la construcción de imágenes, el tono de los relatos conforman así una obra casi cinematográfica.
Así, los relatos son un compendio de palabras ordenadas de manera quirúrgica que, sin pensarlo, nos agarran de la mano y nos apretan fuerte, como cuando te abrazas después de una pelea y la impostergable reconciliación; con el miedo a perder.
Editorial: Prueba de galera
Páginas: 97
Precio: $25.000
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