VIDEO. Brasil: la historia de la joven platense que hizo un rescate al límite

Con tan sólo 19 años, Justina Islas ayudó a salir del agua a un hombre que se estaba ahogando. La historia, en primera persona

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Las vacaciones de Justina Islas -platense, 19 años, estudiante- corrían con normalidad en las playas de Ilhota, Itapema (Brasil). Luego de una larga caminata de un sábado por la tarde, al pasar por un acantilado, escuchó gritos y logró entender la palabra “ayuda”.

Rápidamente, junto a su familia tomaron cartas en el asunto. Sus hermanos y su primo fueron a pedir ayuda, mientras que ella y su papá se acercaron a la orilla. La situación era grave: un hombre se estaba ahogando y no había ningún salvavidas. Ante ello, el primer intento fue instintivo: arrojaron algo para que la víctima flote pero no dio resultado.

A los minutos, llegaron los hermanos de Justina con refuerzos. Todo ocurrió en un segundo. La joven platense les pidió que se arrojaran al mar para rescatar al hombre que se estaba ahogando, pero su español era ininteligible ante los oídos brasileños. Así que ella lo hizo.

“Me tiré al mar para agarrarlo pero era muy pesado y me empecé a hundir, levanté mi mano, me agarraron entre dos o tres personas, y finalmente lograron subirme”, contó en diálogo con EL DIA. “Lo trasladamos a unas piedras lejos del agua, donde empecé a hacerle RCP junto a otra persona”.

Justina es Barista en una cafetería de La Plata. Estudia Diseño de Indumentaria, ama la costura y tiene un taller de máquinas de coser en la casa. No es guardavidas pero su padre sí: fue quien le enseñó las maniobras de RCP, fundamentales para que el hombre pueda ser intervenido por los bomberos y trasladado al hospital por medio de un helicóptero.

Pese a los esfuerzos, el hombre falleció al día siguiente aunque, según la joven héroe, “sé que la familia tuvo tiempo de despedirse”.

Justina tuvo algunas heridas y fue reconocida por los guardavidas de Brasil. Pero no habló sobre ello sino que prefirió decir: “En ese momento solo tuve la intención de ayudar. No podía irme sin hacer nada”.

 

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