Fuertes vientos dañaron invernaderos en Mar del Plata en un momento crítico para los productores

Las ráfagas de viento caliente causaron destrozos en varias estructuras productivas en Mar del Plata. Mientras los precios en el campo caen, el consumo sigue en baja y los productores advierten que “trabajan a pérdida”

Los recientes vientos que afectaron Mar del Plata provocaron daños significativos en el sector frutihortícola, impactando en zonas productivas clave como Valle Hermoso, El Coyunco y Laguna de los Padres. La destrucción de invernaderos se suma a un contexto ya complicado: los precios de los productos agrícolas han caído en el campo, el consumo se redujo y la rentabilidad de los productores sigue desplomándose.

“Hoy la mayoría de los productores están trabajando a pérdida”, afirmó Ricardo Velimirovich, presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas y Afines de General Pueyrredon.

El temporal que en días previos dejó lluvias y caída de granizo en Mar del Plata no afectó las zonas rurales, pero sí lo hicieron los vientos de hasta 70 km/h. “Lo particular de este caso fue que el viento venía del norte y era caliente, lo que elevó la temperatura dentro de los invernaderos, ablandó los nylons y provocó roturas inesperadas”, explicó Velimirovich.

“Se rompieron las estructuras y con ellas la producción. En el caso del tomate, es imposible recuperarlo: cuando la estructura colapsa, las plantas caen y se quiebran. Con la lechuga se intenta rescatar algo, pero es un trabajo minucioso que implica retirar postes, nylons y tratar de salvar las plantas”, detalló.

Además de la pérdida de producción, los productores deben afrontar gastos adicionales en reparaciones. “Este trabajo no estaba en los presupuestos de nadie ni en las previsiones”, lamentó el referente del sector.

Si bien Velimirovich reconoció que el fenómeno “no fue tan grave como en otras oportunidades”, señaló que llega en un momento difícil para el sector. “Estamos en plena temporada productiva, pero los precios están muy bajos porque hay mucha oferta”, explicó. Sin embargo, el problema se agudiza porque, aunque los precios bajaron en el campo, “en las verdulerías siguen altos”, lo que provocó una caída en el consumo.

“Es un problema serio. Los precios de la producción primaria bajaron muchísimo, pero los consumidores no ven esa reducción. Si la baja llegara al consumidor, el consumo aumentaría y nos permitiría mejorar los precios comerciales”, sostuvo Velimirovich. En cambio, la realidad es que “hoy el consumo es muy bajo y los precios en verdulerías no han bajado lo suficiente”.

Para el dirigente frutihortícola, es fundamental lograr “un equilibrio” en la cadena comercial. “Debe haber un balance entre el productor y el consumidor. Si el productor no puede sostenerse, tampoco habrá productos para vender. Nos hubiera convenido que los precios bajaran y la gente pudiera consumir más, porque la calidad de los alimentos en Mar del Plata es excelente, y con mejores precios la temporada habría sido un boom. Pero no fue así”, analizó.

En este contexto, Velimirovich fue contundente: “Hoy la mayoría de los productores están perdiendo dinero y trabajan pensando en el mes que viene o en mantener la producción”.

El panorama podría complicarse aún más con la llegada de las facturas de electricidad. “Venimos de una sequía en la que la producción se sostuvo gracias al riego, que estuvo funcionando todo el día. Pero ahora hay que pagar la luz, y se ganó muy poco, incluso se perdió”, advirtió.

Mirando hacia el futuro, anticipó que “2025 se perfila como un año crítico” y remarcó que la solución no pasa por una intervención estatal, sino por una mayor conciencia en la cadena comercial. “No puede ser que el productor pierda siempre”, subrayó.

La diferencia entre el precio en el campo y el precio final al consumidor es cada vez mayor. Según mediciones de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Asociación de Productores Frutihortícolas, hasta hace poco la brecha era del 300%, pero recientemente se disparó al 500% e incluso “en algunos casos, es mucho mayor”, destacó Velimirovich.

Esta situación “pone en peligro la sustentabilidad” del sector. “Si seguimos perdiendo, el año que viene muchos productores no podrán sembrar”, advirtió.

Además, a largo plazo, los productores enfrentan otra amenaza: la importación de frutas y verduras. “Argentina siempre fue autosustentable en producción frutihortícola, pero ahora, con la apertura del mercado, se permite traer productos del exterior”, alertó.

En ese sentido, Velimirovich anticipó: “En algún momento vamos a enfrentar un problema de precios con los productos importados, y la situación se agravará aún más”.

 

Fuente: Dario La Capital, Mar del Plata

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