“Daaaaaali!”: el grito delirante de un artista inclasificable

Con algo de retraso (se estrenó en el Festival de Venecia en 2023) llega hoy a las salas argentinas “Daaaaaali!”, hilarante homenaje cómico del director francés Quentin Dupieux al pintor español Salvador Dalí, interpretado en uno de los cuatro estrenos de la semana en simultáneo por cinco actores.

“Tenía miedo de que un solo actor no fuera suficiente para encarnar toda esa locura”, explicó con una sonrisa Dupieux. Y frente a Dalí está Anaïs Demoustier, actriz que interpreta a una joven periodista que intenta entrevistar al genio catalán en el ocaso de su gloria, cuando era más conocido por sus extravagancias en la televisión que por sus cuadros.

La película se abre con un piano del que sale un chorro de agua, recreación de una pintura surrealista daliniana, y a partir de ahí el tono está dado: sueños que se repiten, personajes que aparecen y desaparecen inexplicablemente, diálogos disparatados.

Mientras, las carcajadas se suceden en la sala. “Hay una película dentro de la película. Y un Dalí dentro de otro Dalí, y dentro de otro... Como un juego de muñecas rusas”, añade maliciosamente Edouard Baer, uno de los Dalí de la película.

Lo curioso: Dupieux no avisó a los actores que serían varios los Dalí. Los actores “no nos cruzamos para nada” durante el rodaje, contó Baer. “Pero es que así era la construcción de la película...”, se justificó Dupieux.

El cineasta francés es artista de música electrónica en sus inicios, y luego un director de estilo singular en el cine francés, adepto y adicto a las comedias estrafalarias. Una de sus primeras películas seguía a una rueda asesina. Y entre 2022 y 2024 filmó cinco películas: Dupieux asume ese ritmo de producción de comedias a todo tren sin complejos.

“Mi único objetivo es divertirles y que pasen un buen momento de forma inteligente”, explicó.

DALÍ PERSONAJE

Salvador Dalí (1904-1989) fue uno de los principales representantes del arte surrealista, y junto al director Luis Buñuel, autor de dos grandes clásicos del cine, “Un perro andaluz” (1929) y “La edad de oro” (1930), ambos auténticos escándalos en su época.

Dupieux reconoció que el personaje que le interesaba era “el Dalí de mi infancia, el Dalí que veía en la televisión en los años 1980, ese personaje a quien todo le importa un comino y que es cada vez más divertido”.

“El Dalí más joven, más serio, lo conozco menos”, explicó. “Me encanta mi época. Pero no creo que un tipo como Dalí sería aceptado hoy en día. O lo encerrarían o no saldría nunca más en la tele”.

Dalí se proclamó inventor del método “paranoico-crítico”, una manera de racionalizar y plasmar de forma artística pero “rigurosa” los impulsos del subconsciente, de forma ordenada.

Sin conocer el método, Dupieux se muestra totalmente de acuerdo: “Yo siempre escribo así, con el subconsciente, hasta con las películas más normales. Confío más en una idea que sale espontáneamente que en algo muy meditado”.