Los Inverter esperan su verano: por ahora, hay más consultas que compras
Edición Impresa | 6 de Marzo de 2025 | 03:51

Con el incremento en la tarifa de luz y la quita de subsidios, los electrodomésticos con alta eficiencia energética se empiezan a visualizar como alternativa para reducir el consumo de electricidad, pero el impulso de los benficios todavía no tiene correlato en las ventas.
Si bien son más costosos que los convencionales, permite un ahorro que ronda entre el 30 y 60%, según el producto.
La diferencia de precio se amortiza en la factura, se asegura desde el sector de venta de electrodomésticos en la Ciudad.
“Los clientes consultan sobre la tecnología ‘Inverter’ aplicada a electrodomésticos, lo que permite un ahorro de energía y en el caso del lavarropas, también de agua”, comentó Juan José Bogani, gerente de Casa Silvia, cadena de tiendas con varias sucursales en la Ciudad.
“Inverter” es una tecnología electrónica que optimiza el rendimiento de los equipos y reduce el consumo energético entre un 30 y un 60%, en relación a los convencionales.
“Esta tecnología básicamente está en lavarropas, heladeras y equipos de aire acondicionado. En comparación con los productos clásicos tienen mínimo un 30% de ahorro de energía o de agua, en el caso del lavarropa”, explicó Bogani, y añadió: “En el aire acondicionado como la heladera, que están enchufados todo el día, está bueno tener esta tecnología, porque algunos electrodomésticos alcanzan hasta un 60 por ciento de ahorro de energía”.
La diferencia radica en que los equipos “Inverter” regulan la intensidad del motor, evitando los picos de energía que suelen generar los de tipo convencional, provocando mayor consumo eléctrico.
El gerente de Casa Silvia explicó al respecto que “quizás comprarlos sale un poquito más, pero lo que siempre le explicamos a la gente es que, a la larga, el precio se termina amortizando, porque la factura de luz va a llegar con un importe menor al que se solía pagar. Entonces, el producto no termina saliendo más caro”.
La diferencia de precio entre los productos de alta eficiencia y los clásicos va de los 100 a los 400 mil pesos, según producto y marcas.
Por ejemplo, en Casa Silvia, una heladera Inverter de primera marca, no frost, de 330 litros, cuesta $1.400.000 y una convencional con características similares ronda el millón de pesos.
En el caso del aire acondicionado, un equipo tipo Split de 3.100W, frío-calor, Inverter, sale $900.000, y uno tradicional ronda los $830.000. Mientras, un lavarropa de carga frontal Inverter cuesta $890.000, el de tipo tradicional se consigue por $642.000.
“En las heladeras hay diferencia en el precio. Con el aire acondicionado la brecha se achica y dependen las marcas”, explicó Bogani.
Al describir si los clientes se vuelcan por esta opción, Guido, encargado de un local de venta de electrodomésticos en 47 entre 7 y 8, explicó que “mayormente no saben de qué se trata, pero se acercan a consultar por el ahorro energético. Como no saben cómo va a venir la factura de luz, preguntan”.
Las consultas se inclinan, principalmente, por los equipos de aire acondicionado y en menor medida por el lavarropas. “En el caso de las heladeras sucede que la diferencia de precio entre una convencional y la Inverter es mayor”, indicó.
Por su parte, Nicolás, al frente de una casa de productos electro situada en la esquina de 10 y 50, consideró que “todavía no hay una tendencia entre los clientes. Se están incorporando productos de este tipo constantemente, pero el consumidor aún no lo incorporó. Todavía hay poca información al respecto y la gente sigue mirando más el precio a la hora de realizar una compra”.
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