Es perentorio mejorar el pésimo estado de la autopista hasta Hudson
Edición Impresa | 9 de Marzo de 2025 | 03:01

Los numerosos reclamos de automovilistas y pasajeros por el mal estado de mantenimiento que presenta la Autopista La Plata-Buenos Aires, muy especialmente entre el peaje de Hudson y nuestra ciudad, no sólo le apuntan a un pavimento plagado de baches, ondulaciones y huellas selectivas –necesitado hace tiempo de una renovación total de sus carriles- sino también a una mejor señalización y al alumbrado en los horarios nocturnos, para evitar tramos ganados por las sombras.
Se trata de características negativas, impropias de las condiciones que debe reunir una autopista que, en este caso, une a las dos capitales más importantes del país. Existe, como se sabe, un anuncio oficial de que se realizará la repavimentación de este tramo.
La historia enseña que La Plata, a pesar de haber sido la ciudad que más bregó durante décadas por la construcción de esta autovía, fue relegada primero cuando la obra sólo se extendió durante años desde la ciudad de Buenos Aires hasta Hudson. Y allí desvió hacia la ruta 2 que se dirige hacia la costa atlántica. Este sector que corre hasta el empalme en la rotonda de Alpargatas, también se encuentra en buenas condiciones.
Después, cuando extendió su trazado hasta nuestra ciudad desde el peaje de Hudson, a poco de ello La Plata volvió a quedar discriminada, ya que entre la ciudad de Buenos Aires y el peaje Hudson la Autopista se encuentra en mucho mejor estado, con la capa asfáltica sin anfractuosidades y mejor iluminada, Los problemas se presentan, entonces, en el trayecto que une a La Plata con Hudson.
En este caso, la Autopista deja de cumplir con la función para la cual fue creada. Las supuestas ventajas que debe ofrecer, que son connaturales a su esencia –seguridad para el desplazamiento de vehículos, iluminación apropiada- se convierten en insólitos trastornos para los miles de usuarios que la utilizan, pagando un canon para ello.
Si la velocidad permitida supera con creces a los 100 kilómetros por hora, resulta inexplicable que el pavimento en el tramo Hudson-La Plata se vea salpicado de baches, con peligrosas hondonadas en sobre las líneas exteriores que demarcan los carriles, con huellas pronunciadas que obligan en forma sorpresiva a volantear para no perder el sentido de circulación.
A fines del mes pasado la empresa Aubasa a cargo de la Autopista anunció que se iniciarían obras repavimentación “para mejorar la transitabilidad y seguridad vial del trayecto” por el que circulan más de 550.000 usuarios. Los trabajos, dijo, “abarcan el bacheo profundo, la repavimentación y demarcación horizontal de los 22,1 km entre Guillermo Hudson (km 30,4) y la ciudad de La Plata (km 52,5) en sentido a la capital bonaerense, con un presupuesto oficial de $10.725.014.389,60 . Los trabajos, añadieron, “se realizarán en horario nocturno, de 20 a 5 horas, para evitar generar demoras durante los horarios de mayor circulación”.
Es de esperar que esta obra se concrete en el menor lapso posible. Las pésimas condiciones en que se encuentra la Autopista, la inseguridad en su desplazamiento, exigen que se cumpla en forma perentoria con esos trabajos.
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