Adiós al cepo, se acabó lo que se daba: el Gobierno empieza a caminar sin red
Edición Impresa | 13 de Abril de 2025 | 03:48

Luis Varela
Como si estuvieran metidos en un pinball, analistas, operadores e inversores fueron de aquí para allá en el cierre de la semana, girando las cabezas de manera escalonada.
Primero, el mercado cerró inicialmente con distintas señales: dólar blue firme, pero financieros muy a la baja. Con el Banco Central (BCRA) vendiendo un grueso número de dólares, pero recuperando algunas reservas por revaluación del oro y del yuan. Los bonos actuaron sostenidos y el riesgo casi no se movió. Y la Bolsa fue el vértigo del día, con un gran repunte, y con los ADR volando.
Luego, inmediatamente, el Indec dejó con la boca seca a todo el mundo, advirtiendo que en marzo hubo una fuerte suba de la inflación: dio 3,7%; 8,6% en el trimestre y 55,9% en los últimos 12 meses. Y este dato mensual de inflación de Argentina contrasta con datos anuales de inflación del 0,3% en Ecuador, 1,3% en Perú, 4,4% en Paraguay, 4,9% en Chile, 5,1% en Colombia, 5,5% en Brasil y 5,7% en Uruguay.
Después, comenzó a divulgarse que el directorio del FMI daba la venia a la aprobación del acuerdo con Argentina, con una fuerte liberación de dólares de manera inicial, a lo que se sumarán préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y otros organismos, más la ampliación del Repo que se había firmado hace unos meses con cuatro bancos privados, lo cual sumará una inmediata liquidez para el BCRA.
Y, por último, llegó la “frutilla del postre”. El ministro de Economía, en conferencia acompañado por el titular del BCRA Santiago Bausili confirmó que “llegamos a un nuevo acuerdo con el FMI y con esto pasamos a una nueva etapa en la estrategia económica. Con esto recapitalizamos el BCRA, respaldamos con dólares los pesos emitidos, que es la deuda que el BCRA tiene con la gente. Y con esto buscaremos retomar la desinflación”.
Y en el detalle, Caputo confirmó que “terminamos con el cepo cambiario, esperamos que entren inversiones pendientes que no entraban porque no podían salir. Eso ayudará a que el repunte económico continúe. Con eso habrá un mayor superávit y, como el Gobierno baja el gasto, nos va a dar la posibilidad de bajar impuestos. Y eso va a facilitar la creación de la inversión y el empleo”.
Esta iniciativa, según se detalló en un comunicado emitido por el BCRA, se basa en el ingreso inmediato de US$ 23.000 millones que serán provistos de la siguiente manera:
- US$ 15.000 millones de parte del FMI.
- US$ 6.100 millones aportados por parte del BID, BIRF y otros organismos.
- US$ 2.000 millones de la ampliación del Repo con cuatro bancos internacionales.
- A lo que se suma la renovación con China del swap equivalente a US$ 5.000 millones.
El final del cepo
Este respaldo hará que el BCRA pase de tener reservas negativas a posición marcadamente positiva. Por lo que el equipo económico decidió terminar con el cepo cambiario, abandonar el crawling peg y pasar a un régimen de flotación cambiaria entre bandas, con un piso de $1.000 y un techo de $1.400, entre las que el dólar fluctuará libremente, según la oferta y la demanda. Al tiempo que el techo y el piso de la banda irán variando de manera gradual en -1% o +1% mensualmente.
En el comunicado, el BCRA explicó que el sistema de bandas cambiarias se regulará de la siguiente manera:
- Piso de la banda ($1.000 - 1% mensual): cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor inferior de la banda, el BCRA procederá a comprar dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, acumular reservas internacionales. La emisión de pesos resultante de las compras de divisas por parte del BCRA no será esterilizada, facilitando la remonetización económica que pueda resultar de aumentos en la demanda real de dinero.
- Techo de la banda ($1.400 + 1% mensual): cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor superior de la banda, el BCRA procederá a vender dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, eliminar pasivos monetarios. Las ventas de divisas por parte del BCRA permitirán absorber rápidamente sobrantes de liquidez que pueden resultar de reducciones en la demanda real de dinero.
- Dentro de la banda: se promoverá la flotación libre del tipo de cambio entre los límites establecidos para el régimen. El BCRA podrá considerar la compra de dólares en función de sus objetivos macroeconómicos y de acumulación de reservas internacionales (RIN), así como la venta de dólares para morigerar volatilidad inusual. En ningún caso la intervención será esterilizada.
La comparación con Macri
Todo este paso decisivo para salir del corset que se utilizó hasta este momento fue comparado inmediatamente por los operadores con lo que pasó con Macri en la segunda parte de su Gobierno. El BCRA se había puesto un tope diario de venta de dólares, ese tope fue superado y lentamente el mercado fue arrastrando al Banco Central hasta provocar una crisis que terminó haciendo que Macri debiera reperfilar la deuda en pesos y no pudiera lograr su reelección.
Según el Gobierno, esta etapa es completamente diferente ya que hay muchos menos pesos en el mercado, y el Gobierno tiene controlada las cuentas fiscales, aunque en las últimas horas se deslizó que los números de marzo mostraron un déficit tanto a nivel primario como financiero. Y eso, sumado a la mayor inflación de marzo, la mayor desde agosto del año pasado, generó cierta intranquilidad. Pero desde la órbita del equipo económico se indicó que la suba de la inflación y del rojo fiscal de marzo son meramente estacionales, porque marzo siempre es un mes con mucha presión, al tiempo que ahora viene el trimestre de oro, que es el que entra la liquidación de la cosecha gruesa.
Por supuesto, analistas, operadores e inversores no paran de hacer cuentas, porque además mañana habrá una licitación de deuda en pesos, en la que se ofrecerán cinco letras y cuatro bonos, para que los interesados en participar tengan todo tipo de ajuste posible.
En el llamado del lunes se ofrece:
- Una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 16 de mayo de 2025 (s16y5 - reapertura).
- Una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 18 de junio de 2025 (s18j5 - reapertura).
- Una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 31 de julio de 2025 (s31l5 - reapertura).
- Una letra del Tesoro nacional en pesos a tasa Tamar con vencimiento 31 de julio de 2025 (nueva).
- Un bono del Tesoro nacional en pesos cero cupón con ajuste por CER vencimiento 31 de octubre de 2025 (tzxo5 - reapertura).
- Un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa Tamar con vencimiento 30 de abril de 2026 (nuevo).
- Un bono del tesoro nacional en pesos cero cupón con ajuste por CER vencimiento 30 de octubre de 2026 (tzxo6 - reapertura).
- Un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense cero cupón con vencimiento 30 de junio de 2025 (tzv25 -reapertura).
- Una letra del Tesoro nacional vinculada al dólar estadounidense cero cupón con vencimiento 16 de enero de 2026 (d16e6 - reapertura).
La guerra comercial
A nivel internacional, la semana terminó sacudida por la fuerte tensión entre EE UU y China, a raíz de la aplicación de aranceles. Después de que Trump le subiera a los chinos el arancel hasta 145%, los chinos contraatacaron subiéndole a lo que llegue de EE UU el arancel al 125%, con un agregado: China salió a vender bonos de la Fed a dos manos, por lo que los valores contado de esos papeles retrocedieron y las tasas largas subieron al mayor valor en meses, haciendo trinar a Trump.
De hecho, saltaron las tasas largas de EE UU: se pagó 4,1% anual a 1 año de plazo, 4,2% anual a 5 años, 4,5% anual a 10 años y 4,9% anual a 30 años, los mayores niveles de todo este año. Y con eso, con los analistas calculando que la inflación norteamericana subirá al 4% anual por la barrera arancelaria, en el exterior el dólar bajó contra todo: perdió 1,7% en Chile, 1,4% contra el euro, 1,2% contra el franco suizo, 0,9% contra la libra, 0,8% en México y Japón, 0,6% en Brasil y 0,3% en China.
El mercado cambiario argentino
En el mercado cambiario argentino, a las puertas del anuncio del Indec del IPC de marzo y, sobre todo, esperando de manera inquietante el apoyo del FMI y los anuncios de Caputo sobre la política cambiaria, con el dólar exportador a $1.154,46, el BCRA vendió nada menos que US$ 398 millones en el mercado. Pese a lo cual, al final del día, la autoridad monetaria pudo sumar US$ 14 millones a las reservas (por valoración del oro y el swap de yuanes). Y detrás de eso, el dólar blue saltó $10 hasta 1.375. Pero el Senebi cayó $23,77 hasta 1.353,23, el MEP se hundió $28,34 hasta $1.339,01 y el CCL cayó $28,56 hasta 1.340,48. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 24% y la del CCL con el mayorista fue del 24%.
Obviamente, mañana, con el cepo cambiario completamente abierto, existe la chance de que parte de los $47,6 billones que hay en depósitos a plazo fijo en los bancos argentinos busquen salir luego de estar atrapados desde hace tanto tiempo. Para contrarrestar eso, los bancos subieron la tasa de los grandes depósitos hasta 33,9% anual. Al tiempo que el stock de depósitos en dólares que hay en el sistema bancario local sigue bajando: desde los US$ 34.632 millones que había en el cierre de octubre (cuando finalizó la primera etapa del blanqueo) quedan sólo US$ 29.198 millones, por lo que se fueron nada menos que US$ 5.434 millones, el 15,7% de lo que había.
Con ese marco, mientras los bonos norteamericanos pierden valor, el nivel de los títulos públicos argentinos se sostuvo. Con triple volumen, los bonos argentinos subieron 1% pero (como cambió la base de comparación del EMBI+) el riesgo país subió 4 unidades hasta 903 puntos básicos, en un nivel todavía muy elevado como para que Argentina pueda acceder al crédito financiero voluntario internacional, algo que será mucho más sencillo sin el cepo.
A nivel papeles privados, en los mercados los analistas están convencidos de que más temprano que tarde Trump llamará a Xi Jinping para encontrar una diagonal y que termine esta guerra sin fin de aranceles. Por eso, la Bolsa de Nueva York cerró la semana con subas: el Dow mejoró 1,6%, el S&P avanzó 1,8% y el Nasdaq recuperó 2,1%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo subió 1,3% y la de México bajó 0,1%.
Pero, lejos, lo mejor de todo estuvo con los papeles privados argentinos, que alentados por el salvataje que venía, es pusieron inmediatamente en verde turquesa. Así, con $152.769 millones operados en acciones y $112.111 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 6,5%. Al tiempo que los ADR argentinos que se transan en Nueva York anotaron un salto en bloque del 3% al 13% para Edenor, BBVA, Supervielle, Loma Negra, Macro, Galicia, TGS, Telecom, YPF, Central Puerto, Cresud, Pampa E, Bioceres, IRSA y Mercado Libre.
Y esta situación vino acompañada por muy buenas noticias para la Argentina en cuanto a commodities. Justo el día en el que YPF promocionó en NY la ola de inversiones que tiene preparadas, adelantando además que empezará a pagar dividendos, algo que no hacia desde hace años, el petróleo subió 2,3%, siguió el repunte para los metales básicos y se anotó un firme repunte para los granos tanto en Chicago, como en Rosario.
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