De los amigos del baldío a dos mil socios: Villa San Carlos es centenario
Edición Impresa | 25 de Abril de 2025 | 02:44

En sus orígenes -comienzo del siglo XX-, fue un juego: un grupo de amigos consumía el tiempo pateando una pelota en los terrenos baldíos de Berisso. En 1923, un sueño comenzó a latir y en un pestañeo, la utopía cobró vida: el 25 de abril de 1925 nació el Club Atlético Villa San Carlos y hoy, un siglo después, está de festejo.
El club se formó en paralelo con Berisso, tierra de inmigrantes. Con el fútbol y las necesidades de los vecinos como bandera, el desarrollo fue vertigonoso. Una comisión directiva, la lucha por mejoras en las condiciones del barrio -las primeras lámparas de luz eléctrica- y un aluvión de socios e integrantes.
En 1950, con apenas un cuarto de siglo de vida, el club fundó el ampliado, renovado y moderno estadio de fútbol “Gennacio Sálice”. Años después, en 1968, inauguró la sede social “Constantino Macrinos”: una estructura edilicia que presentó cancha de básquet, salón de patín, salón de eventos, gimnasio, restaurante y más.
La lista de avances en lo edilicio o torneos ganados por el equipo de fútbol es larga. ¿La más importante? La “Villa” comenzó en la Liga Berissense y alcanzó la Primera B Metropolitana de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Pero, lo cierto, es que nombrar una serie de eventos sería ignorar el trasfondo, la base, el corazón: su gente.
Actualmente, entre deportistas y Comisión Directiva, son alrededor de dos mil personas las que integran el club.
Tras el golpe de la pandemia y los efectos de la crisis, no se detiene la reconstrucción. Hoy ofrece un amplio abanico de actividades como básquet, patín, boxeo, taekwondo, karate, danzas tradicionales, pilates y streching, entre otros. También, hay consultorio de nutrición y de masajes. A su vez, ofrece descuentos a los socios en comercios locales y siempre está atento a las necesidades de Berisso.
Quienes recorren las instalaciones de la institución aseguran que es está arraigada con la historia de la Ciudad y con la inmigración. El trabajo, la fidelidad, la amistad y el dar una mano, conforman la médula espinal de la identidad de los “villeros”, como se autoperciben los hinchas y socios del club.
Es bastante común, según indican los miembros del club, ver jugadores retirados haciendo reparaciones: “El finde pasado, por ejemplo, un histórico goleador retirado hace poco, solucionó unos problemas con la carga del termotanque del estadio”, contó Ariel Spini, dirigente de la institución.
Quien visite el Club se encontrará con una entidad que se esfuerza por mantener vivo su pasado: en sus miembros -“la mayoría de los padres de la actual Comisión Directiva se conocieron acá”, confesó Spini-; y en su edificio: un grupo de dirigentes está armando un museo histórico.
En cuanto a los festejos, a partir de las 17 de hoy se cortará la avenida Montevideo a la altura de la sede, donde se montará un escenario destinado a eventos y recitales con bandas locales. Asimismo, se podrá disfrutar de un paseo gastronómico y del museo histórico. Será un evento abierto y gratuito.
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