La Región, con pocos patrulleros y muchos policías en escritorios

La inseguridad en la Región hace que suenen las alarmas con más frecuencia. Y ya se ha dicho en las columnas de este diario, en forma reiterada, que la Policía necesita contar en su estructura con un menor peso burocrático y con una mucho mayor operatividad en las calles. Sin embargo, no ocurre así, tal como quedó evidenciado en un informe publicado en la edición de ayer, revelador del escaso número de patrulleros con que cuenta la Repartición.

Que el centro de la Ciudad se encuentre bajo la jurisdicción de una comisaría como la Primera, que sólo cuenta con dos patrulleros, ya anticipa un grave desajuste. Y que otras comisarías que abarcan territorios enormes para garantizar seguridad en ellas -como las de Olmos, Melchor Romero, City Bell o Villa Elisa, entre otras localidades de la periferia- también cuenten con dos móviles, son datos que definen las escasas posibilidades de consolidar la seguridad en el distrito local, frente a una delincuencia cada día mejor equipada.

Muy pocos móviles y patrullajes escasos en las zonas urbanas y en las subrurales. El resultado es que cada vez más los vecinos protestan por la escasa presencia o la ausencia de efectivos en las calles para prevenir delitos.

Mientras los delincuentes siguen causando estragos con golpes millonarios, entraderas y todo tipo de delitos, la Policía patrulla con pocos móviles, algunos, incluso, completamente destrozados que no deberían estar en circulación, según fuentes oficiales. Esto fue confirmado por EL DIA con un relevamiento en distintos puntos del distrito.

La queja de vecinos de diferentes barrios es la misma de siempre: no ven circular patrulleros y los pocos que encuentran, como las camionetas 4x4 de la policía bonaerense que transitan por las calles, tienen a veces ruedas de autos, no cuentan auxilio o están sin combustible, lo que complica totalmente para esas unidades la posibilidad de llegar en tiempo y forma ante cualquier emergencia de seguridad.

Hace pocas semanas EL DIA aludió al problema que plantea la gran cantidad de tareas no propias de una fuerza policial que los efectivos deben enfrentar y que, obligadamente, los aparta de sus funciones primordiales de vigilancia en las calles.

Ocurre que La Plata, por ser la capital provincial, concentra las dependencias administrativas más importantes de la repartición, en medio de los reclamos por mayor seguridad vecinal. Esto se traduce en que, mientras está ausente en la vía pública, se ve obligada a atender muchas tareas burocráticas.

Mientras tanto, los distintos vecindarios están apelando al recurso de instalar todo tipo de sistemas de alarmas, luego de que la mayoría de las casas ya exhiben rejas y otras defensas que los delincuentes suelen superar con cada vez mayor facilidad, por cuanto no dejan de aparecer recursos técnicos novedosos para abrir fácilmente rejas y puertas, entre otros recursos extremos y no recomendables a los que se apela, como el de proveerse de armas.

Menor peso burocrático, mayor operatividad en las calles. Las voces vecinales, alzadas por quienes conocen perfectamente a sus barrios, están marcando desde hace tiempo los déficits existentes y, además, las soluciones básicas que aparecen como las más eficaces para la Policía: capacitar profesionalmente a sus efectivos, aumentar su presencia en las calles, equiparla mejor, dotarla de más móviles, intensificar los patrullajes, anticiparse al accionar delictivo.