Sin paz ni tregua, Rusia y Ucrania acuerdan un canje de prisioneros

En un nuevo intento por frenar una guerra que lleva más de tres años en Europa del Este, las delegaciones de Rusia y Ucrania que negocian un acuerdo por la deposición de las armas se reunieron ayer en el palacio Dolmabahçe de Estambul. El resultado: un acuerdo para intercambiar 1.000 prisioneros de guerra de cada lado, pero ningún avance hacia un alto al fuego.

Las conversaciones, mediadas por Turquía y las primeras en formato directo desde 2022, duraron apenas 90 minutos y dejaron en evidencia las profundas diferencias entre ambos bandos, citó AFP. Mientras los representantes de Ucrania exigieron un “cese de hostilidades incondicional”, sus pares de Rusia plantearon reclamos territoriales que desde Kiev tacharon de “inaceptables”.

El negociador ruso, Vladimir Medinski, se mostró “satisfecho” con el diálogo y abierto a seguir en contacto, pero dejó claro que Moscú no aceptará una tregua sin concesiones. Según una fuente ucraniana citada por la Agencia, los delegados de Rusia pidieron la retirada de las tropas de Kiev de “amplias zonas del territorio ocupado” como condición previa para cualquier paz.

Por su parte, los representantes de Ucrania insistieron en que el próximo paso debería ser una cumbre entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el máximo mandatario de Rusia, Vladimir Putin, algo que desde el Kremlin no descartaron, pero tampoco confirmaron. “Tomamos nota de la propuesta”, dijo Medinski, en un gesto que refleja la cautela desde Moscú.

Mientras las negociaciones se desarrollaban, Zelenski —desde una cumbre en Albania— pidió a sus aliados una “reacción fuerte” contra Rusia si las conversaciones fracasan. Al mismo tiempo, algunos líderes europeos, como el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz, respaldaron el llamado y advirtieron que preparan sanciones “en coordinación con Estados Unidos” si Moscú no acepta un alto al fuego.