La Plata, insegura: encañonan y asaltan a un docente que salía del club junto a sus hijos

Un hombre y sus dos niños de 7 y 11 años fueron abordados por motochorros a plena luz del día y a pocas cuadras de su domicilio

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La escena parecía sacada de una película de terror, pero ocurrió en la cruda realidad que se vive en las calles de Tolosa. De acuerdo a lo informado por fuentes oficiales a EL DIA, un hombre -docente de profesión- vivió un calvario junto a sus dos pequeños hijos tras haber compartido una tranquila jornada en el Club Círculo Cultural Tolosano.

Iban charlando, desprevenidos, con la rutina como única compañía. Pero a pocas cuadras de llegar a su hogar, sobre calle 115 entre 528 y 529, la tarde se tiñó de pánico. En cuestión de segundos, la calma se convirtió en caos. Dos sujetos a bordo de una motocicleta oscura aparecieron como salidos de la nada.

Ambos llevaban cascos puestos, ocultando sus rostros, y una decisión férrea: atacar.

El acompañante desenfundó un arma de fuego con una frialdad escalofriante, la apuntó directo al pecho del padre y lanzó una orden que heló la sangre: “Dame todo, dame la mochila y lo que tengas”.

El docente, paralizado entre el miedo y el instinto de protección hacia sus hijos de 11 y 7 años, no dudó: entregó lo que llevaba.

Una mochila gris oscura cargada con documentación laboral, su billetera con dinero, tarjetas y credenciales, y también la mochila escolar de uno de los niños.

En ella, útiles escolares que ahora quedaron en manos de la delincuencia. El silencio que siguió fue el del desconcierto, de la impotencia.

Los delincuentes aceleraron con violencia y se perdieron entre las calles del barrio, tomando rumbo por la 529, dejando detrás una escena marcada por el pánico y la incredulidad.

Había pasado todo en segundos, pero el impacto emocional tardará mucho más en disiparse.

Según fuentes de la investigación, todo apunta a que los ladrones no actuaron al azar.

Se trataría de una banda que merodea la zona “de cacería”, como se dice en la jerga criminal.

Son delincuentes que circulan buscando víctimas vulnerables, oportunidades al voleo, y que actúan con una precisión casi quirúrgica.

ESTÁN PRÓFUGOS

Por estas horas, las autoridades analizan minuciosamente las cámaras de seguridad de la zona.

Buscan reconstruir cada movimiento: desde la llegada de los motochorros, hasta su escape.

Se intenta dilucidar si hubo tareas de inteligencia previas, si alguien marcó a la víctima o si simplemente se trató de una elección al azar en una tarde cualquiera.

Un detalle, una imagen, una pista: todo puede ser clave para comenzar a desarmar el rompecabezas de esta banda.

Este violento episodio sacudió al barrio entero. Vecinos que se sienten cada vez más indefensos ante el avance de la inseguridad, y una víctima -padre y trabajador- que ahora intenta recomponer la rutina, explicarle a sus hijos lo inexplicable y volver a caminar esas mismas calles sin el peso del miedo.

Si bien la pérdida de lo material suele convertirse en la frustración central de quienes se convierten en blanco de la delincuencia, en esta oportunidad lo que caló más hondo fue el hecho de que dos chicos quedaron expuestos a una tremenda experiencia, que muy probablemente dejará alguna marca psicológica.

Este episodio, ocurrido en Tolosa, viene a confirmar por un lado, la situación de inseguridad que agobia a toda la geografía platense, y por otro, que los ladrones están dispuestos a todo. Incluso a robar en presencia de menores.

De hecho, este acto tuvo lugar casi 48 horas después del atraco cometido en 516 entre 206 y 207 cuando tres delincuentes armados sorprendieron a una madre cuando llegaba a su casa y, tras reducirla junto a su hijo, saquearon la vivienda. “Abrí o te pego un tiro”, le dijeron y a la mujer no le quedó otra opción que acatar las órdenes impartidas por el líder de la banda.

Inseguridad La Plata

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