Cristina Kirchner y Kicillof velan las armas y estalla la pelea libertaria en la Provincia

José Picón

El kirchnerismo ya hace campaña por las suyas en el Conurbano bajo el resplandor de la figura de Cristina Kirchner. Axel Kicillof transita desde hace tiempo por otro andarivel, distanciado de su ex jefa política. Buscará dar un golpe sobre la mesa hacia fines de este mes cuando presente en sociedad con tono militante y talante electoral, su Movimiento Derecho al Futuro.

Parecen los preparativos para una batalla. En el peronismo provincial no se deja de hablar de la unidad para enfrentar al armado libertario, pero entre esa expresión de deseos y la realidad se abrió un abismo. Más allá de algunos esforzados emisarios que se afanan en zurcir lo roto, lo cierto es que no asoman señales de concordia y la posible ruptura del oficialismo bonaerense dejó de ser un escenario imposible.

Los retos van y vienen. Desde la Legislatura, Kicillof es desafiado casi todas las semanas por La Cámpora. El último episodio fue un proyecto para que se condonen deudas a los municipios. El Gobernador quería que se aprobara en el marco de un paquete que incluya un permiso para endeudarse por el equivalente en pesos a 1200 millones de dólares que le había sido negado en diciembre. El kirchnerismo duro se adelantó para que se vote sólo el perdón de una serie de obligaciones que los distritos mantienen con la Provincia desde los tiempos de pandemia.

Unos y otros se adjudican responsabilidades respecto de la posible fractura. “Ellos nos echaron en aquella reunión del PJ en Moreno”, afirman cerca del mandatario bonaerense. Fue cuando Cristina Kirchner salió a cruzar la idea de Kicillof de desdoblar las elecciones y varios dirigentes de segunda línea cargaron con dureza contra algunos ministros que reportan al esquema del Gobernador.

En el Instituto Patria sostienen que fue Kicillof el que decidió el quiebre al llevar hasta el final su proyecto de adelantar las elecciones bonaerenses contra los deseos de la ex presidenta y avalar filosas críticas contra La Cámpora que suele lanzar el ministro Andrés “Cuervo” Larroque.

Debajo de la pelea que se ventila en superficie ocurren otras cosas. Armadores de Kicillof estarían avanzando en forma discreta para asegurarse un insumo básico para el caso de que el enfrentamiento con el kirchnerismo se dirima en las urnas: contar con algunos sellos partidarios siempre disponibles para la ocasión de manera de poder inscribir su propio frente.

Ese quiebre virtual podría allanarle el camino a La Libertad Avanza. Un PJ fracturado dibujaría un oportunidad única de victoria en las elecciones de medio término para la fuerza del Presidente. Pero ni ese incentivo logra aplacar las propias tensiones internas entre los libertarios ni lima las rispideces con el PRO.

El episodio que tuvo como protagonista a un funcionario del PAMI en Junín y a la vez presidente de LLA en ese distrito, Alberto Pascual, es por demás revelador. Una militante libertaria que responde a Daniel Parisini (el Gordo Dan) lo denunció por haberla despedido y a las pocas horas, Pascual salió eyectado del cargo.

Pascual respondía al armador bonaerense Sebastián Pareja, hombre de confianza de Karina Milei. La militante libertaria Marina Baglietti integra Las Fuerzas del Cielo, el esquema de poderoso asesor presidencial Santiago Caputo. ¿Quién ejecutó el despido de Pascual? El ministro de Salud Mario Lugones, funcionario que responde a Caputo.

El caso revela la feroz disputa entre Karina Milei y Caputo, con epicentro en la Provincia. Hay quienes aseguran que esa tensión podría en cualquier momento cobrarse alguna otra víctima en sedes del PAMI del Conurbano. Otro episodio se cocina en Moreno. Los tuiteros de Caputo están que trinan con el nombramiento de Andrea Vera, una ex massista auspiciada por Pareja, como responsable de la Primera sección electoral.

El telón de fondo es la estrategia en el armado de listas y la incorporación de dirigentes. Caputo y sus Fuerzas del Cielo reniegan de los métodos de acumulación política que ejecuta Pareja con el amparo de la hermana de Milei.

El otro foco de tensión que afrontan los libertarios gira alrededor de Mauricio Macri y la posibilidad de avanzar con un acuerdo en la Provincia. El ex presidente se reunió hace algunas horas con sus senadores bonaerenses y reiteró su postura: que una alianza tiene que ser entre partidos. Milei prefiere otro esquema: aspirar dirigentes amarillos y dejar de lado las aspiraciones del jefe del PRO.

Macri elevó el tono de sus críticas contra el Gobierno. En aquél encuentro con legisladores les dijo que no pierdan tiempo y buscan reflotar acuerdos con los viejos socios de Juntos por el Cambio ante la eventualidad de que un acuerdo con LLA, que hoy ve lejano, finalmente naufrague en el intento.

Panorama bonaerense José Picón
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