Se cumplen 65 años de la píldora anticonceptiva

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Este año se cumplen 65 años del lanzamiento de la primera pastilla anticonceptiva al mercado, que posibilitó a las mujeres prevenir embarazos y cambió la forma de planificar la maternidad.

La píldora fue también un motor de transformación social, facilitando el acceso de las mujeres a la educación, al mercado laboral y a la planificación de su futuro.

Si bien la aparición de las pastillas anticonceptivas en 1960 representó una verdadera innovación científica y un avance en el acceso a métodos anticonceptivos, en los primero años no era segura y los efectos adversos provocaron graves complicaciones de salud.

La aparición de la píldora anticonceptiva representó una verdadera innovación científica, resultado de décadas de investigación impulsadas por figuras pioneras como Margaret Sanger y llevadas a cabo por el Dr. Gregory Pincus.

Estos trabajos, desarrollados entre las décadas de 1930 y 1950, sentaron las bases para el desarrollo del primer anticonceptivo oral, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en mayo de 1960.

Este año se conmemora el 65° aniversario de la aprobación de la primera píldora anticonceptiva, un hito que marcó un antes y un después en la historia de la salud reproductiva y la autonomía de las mujeres.

Avances

Las formulaciones iniciales contenían dosis hormonales elevadas y presentaban efectos secundarios que, gracias al avance constante de la investigación científica, fueron optimizándose a lo largo de los años para lograr productos cada vez más seguros, tolerables y accesibles.

Durante los años setenta, se incorporaron nuevas hormonas sintéticas, como el etinilestradiol y el levonorgestrel.

En los años noventa, se avanzó significativamente al reducir las dosis de estrógeno, minimizando así efectos secundarios, y se desarrollaron opciones compuestas solo con progestina, ampliando las alternativas disponibles.

Con el inicio del siglo XXI, surgieron formulaciones más modernas, incluyendo la introducción de progestágenos de última generación y estrógenos naturales. El objetivo de ello: brindar una excelente eficacia, con mejor seguridad, menos efectos adversos y un perfil de beneficios adicionales.

En la actualidad, la decisión anticonceptiva deber ser un proceso bidireccional entre usuaria y profesional, permitiendo adecuar las opciones disponibles a las necesidades de cada usuaria.

 

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