Cristina Kirchner quiere la foto con Lula en su prisión domiciliaria: ¿qué dirá la justicia?
| 1 de Julio de 2025 | 18:16

Cristina Kirchner no se resigna a vivir su prisión domiciliaria en “soledad” -o, al menos, sin visitas de carácter político-. A pocas horas del arribo del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, la defensa de la exmandataria presentó un pedido formal ante el Tribunal Oral Federal N° 2 (TOF 2) para que el líder brasileño pueda visitarla en el departamento de San José 1111, en el barrio porteño de Monserrat, donde cumple arresto domiciliario.
El escrito ingresó en el despacho del juez Jorge Gorini, el encargado de ejecutar la pena que pesa sobre la exvicepresidenta. La movida reavivó la tensión alrededor de las estrictas condiciones que deben regir las visitas a Cristina Kirchner y planteó un interrogante: ¿le abrirán la puerta a Lula o la idea de la expresidenta chocará con las normas carcelarias?
Lula vs. protocolo
El pedido llega en un contexto delicado. La comitiva de Lula aterrizará este miércoles en Buenos Aires y el eventual cruce con la exmandataria despierta más de un dolor de cabeza logístico. No se trata sólo de la escena política que podría implicar esa foto, sino también de la interacción -nada menor- entre la custodia presidencial brasileña y los efectivos asignados a la seguridad de Cristina.
No es la primera vez que la seguridad en torno a la exmandataria genera roces. Cuando la fiscalía apeló su arresto domiciliario, el fiscal Diego Luciani recordó que informes técnicos del Gobierno porteño evidenciaron alteraciones graves y sostenidas en las inmediaciones del edificio. Traducido: la presencia de manifestantes, fuerzas de seguridad y operativos especiales complican la vida del barrio y de los vecinos. ¿Qué pasaría, entonces, con la llegada de Lula y su comitiva?
Lista negra (y blanca)
Desde que el TOF 2 ordenó su arresto domiciliario, Cristina Kirchner está obligada a cumplir un protocolo estricto. La semana pasada, su abogado Carlos Beraldi presentó la lista de las únicas personas habilitadas a ingresar: familiares, abogados, médicos, custodios, contadores y apoderados. Cualquiera que no figure allí necesita el visto bueno del tribunal.
Por eso, para que Lula pueda entrar al departamento, el juez Gorini debe autorizarlo. No es sólo un formalismo: un ingreso sin permiso podría interpretarse como una violación de las reglas de conducta, algo que pondría en jaque el beneficio de la domiciliaria.
Mientras tanto, Beraldi insiste en que Cristina debería tener libertad absoluta para recibir a quien quiera, sin pasar por el filtro judicial. Esa discusión llegará a la Sala IV de la Cámara de Casación el próximo 7 de julio, cuando se analizará el reclamo para eliminar restricciones de visitas y también el uso de la tobillera electrónica.
Más presión por la cárcel común
En paralelo, la exvice enfrenta otro frente caliente: los fiscales Luciani y Sergio Mola apelaron para que Cristina cumpla la condena a seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado en una cárcel común, bajo el Servicio Penitenciario Federal.
Mientras la Justicia decide si Lula cruza o no la puerta del departamento de San José 1111, en el kirchnerismo la tensión crece. Legisladores oficialistas ya desafiaron públicamente a los jueces asegurando que no necesitan pedir permiso para ver a la exmandataria. Pero Gorini les recordó que, más allá de la política, hay reglas que cumplir.
¿Se dará finalmente la foto de Cristina y Lula en suelo porteño? Por ahora, la llave de la puerta está en Comodoro Py. Y nadie se anima a decir si girará o no en la cerradura.
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