“Latiendo Distinto”: la “tribu” platense que ayuda a transitar el duelo perinatal
Edición Impresa | 14 de Julio de 2025 | 05:41

Camila Moreno
cmoreno@eldia.com
En la semana 37 de embarazo el corazón de Augusto dejó de latir. Los sueños, los anhelos, los planes familiares, todo lo que había ideado Bárbara durante su embarazo ya no era posible. Salió del hospital con el cuerpo de su pequeño hijo y se enfrentó al dolor de un duelo muy poco visibilizado y a todo un sistema que no sabía como responder ante esto.
“Cuando Augusto falleció, llegué a la guardia y me encontré con que nadie estaba preparado para recibir estos casos. Eran profesionales que le sumaban más dolor al dolor, por el simple desconocimiento del tema”, explicó Bárbara Minotti presidenta de la asociación “Latiendo Distinto”, una “tribu” que acompaña a familias que atraviesan un proceso de duelo perinatal.
Su experiencia personal la llevó a encontrarse con un mundo nuevo, un duelo difícil de atravesar sin el acompañamiento humano y psicológico necesario. “Me encontré con la necesidad de darle identidad a Augusto y a este duelo, entonces empecé a juntarme con otras mamás que habían atravesado lo mismo. Nosotras sentíamos que los tratamientos psicológicos eran un privilegio para unas pocas, había muchas mamás que no podían pagarlo por lo que decidimos hacer encuentros para acompañar a otras que estuvieran pasando por lo mismo”, explicó Minotti.
Ese fue el germen de “Latiendo Distinto”, una organización fundada por cinco mamás platenses que supieron transformar su trágica experiencia en refugio para que otras familias puedan atravesar de la mejor manera el duelo perinatal. Y si bien en un primer momento fue pensado solo para la madres, pronto comenzaron a participar también los papás, los abuelos e incluso los hermanos. Así la “tribu” se transformó en un grupo de 60 familias que se expandió por fuera de La Plata con miembros de Corrientes, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires que el segundo sábado de cada mes se reúnen para compartir sus vivencias.
“A través de nuestra experiencia, a través de nuestra historia, lo que hacemos en los encuentros es generar conciencia y visibilización, pero también buscamos ayudar a las demás en su proceso de duelo, sobre todo aquellas que no están con tratamiento psicológico porque no lo pueden pagar”, detalló Bárbara y remarcó que los encuentros son 100% gratuitos.
El poder de la escucha y el acompañamiento es mucho más fuerte de lo que se cree. “Escuchar otras historias, cómo transitaron el primer aniversario o fechas claves como Navidad, el día del nacimiento o la vuelta al trabajo, es de mucha ayuda escuchar el procesos y como se fueron transitando. Nosotras compartimos nuestra experiencia para que a la otra lo que le resuena le pueda servir. Siempre decimos, ‘nos juntamos para que la otra también pueda’”, relató.
Una red de violencia
Al dolor de la pérdida se le suma el dolor provocado por la violencia institucional que comienza en el hospital y se extiende hasta la funeraria. Fue por eso que en paralelo al apoyo a las familias también comenzaron un trabajo institucional, por un lado con campañas de concientización en centros de salud y por el otro acompañando a Johanna Piferrer, impulsora de la “Ley Johanna” quien perdió a su hijo Ciro en la semana 33 de gestación.
“Trabajamos mucho con el Hospital Gutiérrez, con el Hospital de Berisso, con el Italiano de la Plata y con algunas clínicas privadas. Los equipos nos empezaron a escuchar y pudimos construir ahí redes de contención en donde cada vez que llega una madre con esta situación ya no sale sola porque tiene información de que estamos nosotras, que se puede acercar y demás”, indicó sobre el trabajo que realizan en las instituciones de la Región.
El siguiente paso de la asociación es lograr “tener un espacio propio para poder crecer, para poder hacer capacitaciones, para poder hablar de todo lo que genera esta problemática, porque no solo hay violencia institucional en el hospital, sino que también hay violencia social en las funerarias, en el cementerio. Se genera una red de violencia cuando pasa eso”, manifestó.
Mientras afrontan estas pérdidas se exponen a tratos de los más crueles por parte de los otros, “por ejemplo en los hospitales muchas veces te dan a tu hijo adentro de un objeto. Muchas familias conocieron a sus hijos dentro de una caja, de una bolsa, de una conservadora de telgopor en las que vienen las vacunas. Y eso a quienes tuvieron la suerte y la posibilidad de conocerlos, porque otras familias ni eso. La madre está en pleno shock y no se da cuenta que es un derecho poder conocer a su hijo, incluso cuando nace sin vida”, relató Bárbara y contó la difícil situación que le tocó a ella: “A mi por ejemplo, la funeraria me propuso que lleve a mi hijo en un remisse al cementerio. Que me tomara un auto como si estuviese yendo a comprar el pan”.
“Hay todo un trasfondo social que invisibiliza estas muertes, por el que no se le da la importancia ni el valor que se merecen”, denunció al respecto la presidenta de Latiendo Distinto y destacó: “Por eso también es importante para nosotras poder acceder a un espacio propio, porque si bien estamos agradecidas con toda la gente que nos presta un lugar, consideramos que tener nuestro espacio nos daría otro tipo de identidad y la importancia que merecemos”.
Al dolor de la pérdida se le suma el dolor provocado por la violencia institucional
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