Los Hornos otra vez frente al flagelo de las usurpaciones

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Se vivieron momentos de extrema tensión en Los Hornos a partir de un nuevo intento de usurpación por un grupo de personas de un terreno ubicado en las inmediaciones de la esquina de 56 y 160, viéndose así convalidada la conclusión de que La Plata se convirtió en las últimas décadas en la “Meca provincial” de las ocupaciones ilegales de tierras.

La presencia de personas en el interior del predio encendió las alarmas entre los vecinos que avisaron a la policía de esa localidad para evitar que se concretara lo que a todas luces era un intento de toma ilegítima de esa fracción de tierra. En forma rápida aparecieron efectivos de la Comisaría 3 y del Comando de Patrullas, según se detalló.

Mientras se intentaba identificar a los ocupantes y se iniciaron investigaciones y actuaciones en la seccional policial, los vecinos plantearon su malestar y preocupación ante una posible ocupación como la ocurrida en febrero de 2020 que dio origen a la hoy conocida Megatoma de Los Hornos –la más grande usurpación de tierras en la provincia de Buenos Aires- que muy pronto originó un colapso habitacional, ante la falta de servicios y la inseguridad que aparejó para la zona.

Cabe detallar que en lo que va de este año se registraron intentos de tomas en Ignacio Correas, en Hernández, en City Bell, en El Rincón, en Arturo Seguí, en Gambier y en un inmueble del mismo centro platense, tal como lo vinieron reflejando sucesivas crónicas en este diario.

Frente a un grave problema de naturaleza social la solución no pasa por tolerar que se cometan delitos ni que se pervierta la armonía urbanística. Tampoco debiera permitirse que se construyan viviendas precarias en forma ilegal y que se haya montado un negocio mafioso, montado sobre delitos penales e irregularidades de todo tipo, en torno a las necesidades habitacionales de la gente.

A fines de enero pasado vecinos de Hernández y Gonnet denunciaron que la toma de tierras en 510 entre 25 y 28, seguía creciendo y que, no obstante, “la situación está igual o peor. El asentamiento creció. Los ruidos de disparos nos tienen muy alarmados y creemos que coincide con los robos. Ninguna autoridad apareció por el lugar”.

En una ciudad modelo fundada por visionarios, que fue reconocida y premiada por la previsión con que se fundó –en base a principios rectores del mejor urbanismo- se vino permitiendo en las últimas décadas que grupos de patoteros, bajo el disfraz de supuestos punteros políticos, roben y ocupen propiedades, para después fraccionarlas irregularmente y venderlas.

La gigantesca megatoma de Los Hornos es el ejemplo tangible y patético. Se alertó sobre lo que iba a pasar, pero nada la detuvo. Resulta incomprensible que bienes que se encuentran bajo expresa tutela de la Constitución y de las leyes no cuenten con la debida custodia de las autoridades –administrativas, judiciales y legislativas- que debieran velar por la mejor calidad de vida de la población.

 

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