El caso Epstein deja al Wall Street Journal fuera de un viaje presidencial

Luego de interponer una demanda contra The Wall Street Journal por su publicación de la semana pasada sobre el fallecido financista y abusador sexual Jeffrey Epstein, el presidente Donald Trump eliminó a una periodista del diario de la lista de prensa a bordo del Air Force One para un próximo viaje a Escocia.

La medida refleja la agresiva postura de Trump hacia los medios que no le agradan, incluso contra el magnate Rupert Murdoch, cuyos medios lo han favorecido en ocasiones anteriores.

Trump presentó el viernes una demanda de 10.000 millones de dólares por difamación contra Murdoch y The Wall Street Journal después de que el periódico publicara información sobre una carta de contenido sexualmente sugestivo que lleva el nombre de Trump y que fue incluida en un álbum para el cumpleaños de Epstein en 2003. El presidente ha negado tener cualquier relación con ese asunto.

La Casa Blanca informó sobre el retiro de Tarini Parti, una reportera del WSJ, del grupo de prensa para cubrir el viaje del presidente a sus campos de golf en Turnberry y Aberdeen, en Escocia, el próximo fin de semana. “Debido a la conducta falsa y difamatoria del Wall Street Journal, no serán uno de los 13 medios a bordo”, explicó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

REUNIÓN CON EXNOVIA DE EPSTEIN

En tanto, el vicefiscal general de Estados Unidos se reunirá con Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual de menores como cómplice de Jeffrey Epstein, en busca de datos para mitigar la presión sobre el presidente Trump, acusado de falta de transparencia en la información sobre el resonante caso judicial. El gobierno intenta responder a la indignación de parte de los conservadores que lo critican desde hace dos semanas. Consideran que intenta encubrir a las élites al negarse a revelar los detalles del caso Epstein, acusado de delitos sexuales y hallado muerto en su celda en 2019 antes del juicio.

Trump volvió a quejarse ayer de la polémica diciendo que es una “continuación de la caza de brujas” de la que dice ser víctima, tras ser condenado el año pasado por pagos secretos a una exactriz porno y haber estado procesado penalmente en otros tres casos.