Al filo de la tragedia por un ataque a tiros contra una casa en 134 y 35

Una de las balas atravesó la puerta del inmueble y pasó a unos 20 centímetros de tres menores. El móvil sería un posible conflicto barrial

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Se aproximaba el epílogo de la tarde del martes cuando se produjo un demencial ataque a balazos contra una vivienda en el barrio San Carlos, que milagrosamente no provocó una desgracia.

Es que según pudo saber ayer este diario, en su interior se hallaban dos hermanos de 15 y 17 años con una primita de 8.

Todavía conmocionada por lo sucedido, la madre de ambos varones, Daniela, de 36 años, se refirió al atentado contra el domicilio que alquila en las calles 134 y 35, que cerca estuvo de costarle la vida a uno de sus hijos o a su pequeña sobrina.

“LES PASÓ A 20 CENTÍMETROS”

En tal sentido, la mujer aportó un dato verdaderamente escalofriante: “La persona que disparó contra la puerta de casa desde un auto, realizó dos detonaciones. Uno de los proyectiles se incrustó contra la puerta y el restante, en cambio, la atravesó y pasó a 20 centímetros de donde los chicos estaban entreteniéndose con sus celulares en el living”.

Daniela precisó que el dramático episodio ocurrió “a las 19.45”, de acuerdo a lo que algunos vecinos pudieron certificar.

También, ocasionales testigos lograron establecer que el ataque fue perpetrado desde un vehículo, del que no trascendieron otros detalles, en razón, inclusive, de la rapidez con que el autor o la responsable material de la agresión ejecutó sus movimientos.

Afortunadamente, ninguno de los menores resultó herido, aunque la dueña de casa destacó que “quedaron muy asustados y en ese momento, en estado de shock nervioso”.

Daniela mencionó que es enfermera y que al momento del atentado “había ido a trabajar”.

Sin embargo, cuando posteriormente se enteró sobre el brutal incidente “tuve que volverme rápidamente”, muy preocupada por el estado emocional de los tres menores de edad.

LA PISTA DE UN CONFLICTO

Al momento de encontrar una razón al violento hecho, esta habitante del barrio San Carlos se inclinó por darle entidad a la hipótesis vinculada “a un conflicto que tuve con una persona”.

Si bien se excusó de ahondar en el tema, reveló, sin embargo, que “hice la denuncia en la subcomisaría de La Unión por el ataque a balazos contra mi casa y comenté además sobre mi sospecha”.

“Mientras realizaba este trámite, mi cuñada se quedó al cuidado de mis hijos y mi sobrina”, acotó.

Daniela se esperanzó de que “la Policía esclarezca todo” luego de que ella “denuncié a esta persona el 11 de julio pasado”.

Inclusive, dio a conocer que, por lo pronto, “la Justicia dispuso la imposición de una orden de restricción perimetral, para que no pueda acercarse a la casa en que vivo con mis hijos y con mi mamá, que tiene 65 años”.

De todas maneras, hizo saber también que “ya hice instalar una cámara de seguridad en el frente (de su vivienda)”, dada la intranquilidad que el episodio generó en su hogar.

“Hay en el barrio una alarma vecinal, que un hombre activó tras los disparos”, citó, en lo que pudo haber contribuido a que el agresor huyera enseguida del lugar.

“NOS TENEMOS QUE MUDAR”

Si el ataque a tiros contra la puerta de la casa que habita con su familia la estremeció y la colmó de miedo, al igual que a los suyos, lo que tampoco estaba entre sus planes fue la impensada derivación que tuvo el caso.

Al respecto, sumó otra revelación: “Encima ahora nos vemos forzados a tener que mudarnos, porque el dueño de la casa quedó también preocupado por lo sucedido”.

 

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