Karina Milei consolida su poder: el nuevo eje de control político y económico del Gobierno

Karina Milei, hermana del Presidente y secretaria general de la Presidencia, se afianza como una figura clave del gobierno libertario. Su influencia va mucho más allá del rol institucional: controla áreas sensibles del Estado, dirige el armado nacional del partido oficialista y toma decisiones que generan tensiones dentro del propio espacio y con sus aliados.

En los últimos meses, Karina avanzó en la construcción del partido La Libertad Avanza como sello propio, con personería jurídica en varias provincias y un esquema centralizado bajo su supervisión directa. Esto le permitió desplazar a figuras históricas del espacio libertario, como Ramiro Marra y José Luis Espert, y reforzar una lógica de “pureza ideológica” en las candidaturas de cara a 2025.

A la par del crecimiento político, Karina también concentra el manejo de importantes recursos estatales. Según datos oficiales, su secretaría administra más de $72.000 millones, con un aumento presupuestario que supera ampliamente la inflación. Esto le da autonomía financiera y capacidad de operar en el territorio, en un contexto donde el resto de la dirigencia oficialista enfrenta recortes.

La centralidad de Karina también impactó en la interna del Gobierno. La salida de escena del asesor Santiago Caputo, cerebro de la campaña presidencial y hasta hace poco uno de los hombres de mayor peso en Casa Rosada, refleja un cambio en el equilibrio de poder. Caputo conserva influencia en áreas clave, como la SIDE y la comunicación presidencial, pero su margen político parece en retroceso.

Esta reconfiguración no es gratuita. El vínculo con el PRO, especialmente con Mauricio Macri, se ha tensado al máximo. Dirigentes macristas denuncian un intento de vaciamiento por parte del oficialismo, y acusan a Karina de cerrar el diálogo político. Desde el entorno presidencial defienden el camino elegido y destacan su rol como “garante” del proyecto libertario.

Con una imagen de bajo perfil mediático pero alto impacto estratégico, Karina Milei se consolida como una pieza central del gobierno. Su poder crece en paralelo a la figura de su hermano, en un modelo político que apuesta por la verticalidad, la lealtad interna y la construcción sin intermediarios.