Insólito: a Merentiel lo sacó en el entretiempo pero salió igual al campo
Edición Impresa | 28 de Julio de 2025 | 01:01

En Boca las cosas no están claras y la conducción de Miguel Ángel Russo no parece ser la mejor de todas. Anoche en el Palacio Tomás A. Ducó quedó en claro que hay decisiones que no se entienden pero suceden partido tras partido.
En la eliminación por Copa Argentina saludó al inicio de la conferencia de prensa con un “buenas tardes” cuando eran las 23:30 y luego habló de las actuaciones de Blanco y Advíncula pese a que no habían jugado ni un solo minuto.
Ayer se vivió otro caso significativo que no pasó desapercibido y generó confusión y la misma sensación que el entrenador no está en su mejor momento, algo que podría trasladarse a los futbolistas que sufren esa misma sensación de desamparo.
Todo sucedió en el arranque del segundo tiempo. Los mismos jugadores que se habían ido al descanso regresaron al campo de juego pero Milton Giménez empezó a recibir indicaciones de Claudio Úbeda para que ingrese al campo.
Los jugadores empezaron a observar esa situación porque estaban los mismos y nadie había informado quién era el que tenía que salir.
Al principio los protagonistas creyeron que era Edinson Cavani, de otro flojo partido, el que iba a abandonar el campo. Pero no, el propio ayudante de campo de Miguel Russo gritó que era Miguel Merentiel el que se iba a los vestuarios.
El jugador miró dos veces al banco de suplentes y repitió la frase “¿yo tengo que salir?”. Cuando le movieron la cabeza para informarle que efectivamente era él quien se iba agachó la cabeza y se marchó rumbo a los vestuarios con cara de pocos amigos y visiblemente molesto con la decisión.
En las redes sociales los hinchas xeneizes obviamente alertaron lo sucedido y se volvió a instalar si realmente Russo está en condiciones de ser el técnico de Boca o si está bien acompañado. Lo que está claro es que no saben cómo ayudarlo.
Merentiel fue capitán cuando Cavani estaba lesionado y fue el jugador más regular. Pero en las últimas semanas fue demasiado “bastardeado”.
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