En el Gobierno creen que el escándalo en Diputados puede beneficiarlos en las urnas

Tras la vergonzosa sesión en la Cámara baja, el oficialismo hizo un análisis con resultados mejores de lo que esperaban

A pesar de lo vergonzoso que había resultado ser la sesión en Diputados, un rato más tarde que se terminara cayendo el debate en el recinto desde el oficialismo cambiaron la preocupación inicial, cuando la oposición consiguió el quórum para abrir la discusión, a un balance con saldo positivo en función de lo que podría haber sido y lo que terminó siendo.

La embestida de un grupo de diputados kirchneristas contra José Luis Espert, a los gritos, con gestos e insultos como "cagón" y "psicópata", estuvo muy lejos de ser una imagen saludable de lo que debe ser el Congreso. Y la reacción de algunos legisladores libertarios, como Juliana Santillán, quien salió de su banca casi eyectada hacia el foco de mayor tensión y que por poco termina en un episodio todavía más violento con Paula Penacca y Florencia Carignano, las dos diputadas K a las que se vio más exaltadas, todo contribuyó para que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, decidiera levantar la sesión por falta de quórum. Sí. Los diputados estaban en el recinto, pero no en sus bancas, por eso se tomó como si no estuvieran presentes.

Hasta ese momento, la oposición había logrado emplazar al oficialismo con dos temas ríspidos para el Gobierno, como los de emergencia pediátrica en el hospital Garrahan y el de financiamiento universitario, que de avanzar se hubieran convertido en un problema mayor para la Casa Rosada. Y el que directamente no se llegó a tratar fue el referido al de las retenciones, al que el Gobierno se opone a discutir aún más que los anteriores.

Entre los escenarios posibles, en el oficialismo a esa altura consideraban que se había terminado dando el menos perjudicial a su modo de ver las cosas.

Pero también hubo una evaluación pensando en las elecciones legislativas, lo cual quedó plasmado en el posteo que el propio presidente Javier Milei subió a redes. "En octubre podemos terminar con ese castigo social sobre los argentinos de bien llamado kirchnerismo", escribió, al tiempo que resposteó el mensaje de Espert, blanco de la furia de Penacca y Carignano.

Quienes observaron lo sucedido desde afuera le dieron otra vuelta al análisis y no descartaron que existiera una conveniencia compartida entre libertarios y kirchneristas en, por ejemplo, no tratar el tema de las retenciones.

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